La presidencia de la República respondió la madrugada de este miércoles a la nota del diario The Wall Street Journal respecto a la adquisición de una casa en Ixtapan de la Sal por el presidente Enrique Peña Nieto. Es una compra legal y el mandatario no participa en la asignación de contratos, se responde en la nota aclaratoria.
Con el título “Precisiones sobre la nota publicada por The Wall Street Journal”, en Los Pinos se indica:
El presidente de la República adquirió legalmente su casa de Ixtapan de la Sal, misma que manifestó en sus declaraciones patrimoniales, tanto como gobernador del estado de México como en su calidad de presidente de la República. Dicha casa la ha utilizado de forma pública y notoria.
Asimismo, se precisa en el comunicado, que las empresas mexicanas o extranjeras que cumplan los requisitos legales pueden participar en los procesos de contratación con el gobierno federal. “La constructora a la que se refiere la nota participó en términos de la ley aplicable en los procesos de contratación y los mismos fueron resueltos conforme a la ley por los servidores públicos encargados de dichos procesos. Al presidente de la República no le corresponde participar en los procesos de asignación de contratos”.
Como último punto y para comparar y dar contexto a lo anterior, la presidencia asegura que durante la actual administración federal la Secretaría de Comunicaciones y Transportes ha otorgado seis mil 534 contratos a más de cuatro mil empresas en los términos de la legislación aplicable y por los servidores públicos encargados de ello.
La información de WSJ establece que tras adquirir la propiedad de Ixtapan de la Sal, el presidente Peña Nieto otorgó contratos por alrededor de cien millones de dólares al desarrollador del fraccionamiento donde se encuentra la propiedad a la que se refiere tanto el reportaje como la aclaración de la presidencia. Esto habría ocurrido cuando el presidente Peña era gobernador del estado de México.
Según esta publicación, Peña Nieto adquirió, pocas semanas después de asumir el cargo como gobernador del estado de México a finales de 2005, una propiedad en un exclusivo club de golf en Ixtapan de la Sal al empresario Roberto San Román Widerkehr, quien fundó una empresa local de construcción que ganó contratos por cien millones de dólares en obra pública, durante la administración del mexiquense.
De acuerdo con documentos analizados por el diario estadunidense, revelan que la empresa de San Román Widerkehr, obtuvo once contratos federales desde la llegada al gobierno federal de Peña Nieto en 2012, por lo que se ha convertido en participante a nivel nacional, con negocios en varios estados, y destaca que antes de que Peña llegará al poder, su empresa nunca había ganado un contrato directo del gobierno federal.
El Ejecutivo federal dio a conocer la transacción con Ixtapan Country Club Gran Reserva, donde compró una propiedad de 2 mil 136 metros cuadrados con un costo de 372 mil dólares. Si bien, destaca la investigación, cumplió con el requisito que tienen los funcionarios públicos en México para dar a conocer sus declaraciones anuales de bienes, la identidad del vendedor era desconocida hasta ahora.
El vocero de la Presidencia de la República, Eduardo Sánchez, negó cualquier relación entre la transacción privada y el éxito de San Román como contratista. Y agregó que la relación del presidente Peña con algunos miembros de la familia San Román “se remontan a varias décadas”. El diario revela que San Román murió en 2010, luego de que su hijo se hiciera cargo del negocio. Y destaca que por décadas han promovido el desarrollo de bienes raíces en Ixtapan de la Sal, conocido balneario, considerado como uno de los destinos favoritos de fin de semana de los residentes de Toluca, estado de México.
