Reformas sin consenso social

Por  René Sánchez Juárez | Publicado el 31-03-2015

Las críticas al paquete de reformas estructurales que propuso el presidente Enrique Peña Nieto y autorizadas por el Congreso de la Unión, con el aval de los principales dirigentes partidistas a través del Pacto por México, se han dado por no impactar positivamente y de forma inmediata al grueso de la población.

Sin embargo; las reformas sólo continúan el modelo de estabilidad macroeconómica y rápida acumulación que se impuso desde los años 80’s con la instrumentación de políticas adoptadas por el gobierno mexicano, en el contexto de una economía de mercado y de apertura al exterior. Para entender bien este modelo, sólo hay que observar los 10 puntos centrales del Consenso de Washington promovido por el gobierno estadounidense junto con organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial para países latinoamericanos en crisis.

1. Disciplina fiscal, déficits manejables que evitaran recurrir a impuestos inflacionarios.

2. Reorientar el gasto gubernamental a áreas de educación, salud e infraestructura.

3. Reforma fiscal o tributaria, con bases amplias de contribuyentes e impuestos moderados.

4. Desregulación o liberalizacion financiera y tasas de interés libres de acuerdo al mercado.

5. Tipo de cambio competitivo, regido por el mercado,con crecimiento de exportaciones no tradicionales.

6. Comercio libre entre naciones.

7. Apertura a inversiones extranjeras directas.

8. Privatización de empresas públicas o paraestatales.

9. Desregulación de los mercados, en especial el mercado laboral.

10. Seguridad de los derechos de propiedad.

Este proceso que inició en el gobierno de Miguel de la Madrid continúa hasta nuestros días y podemos observar que efectivamente no hay un impacto positivo en el bolsillo del trabajador, antes al contrario el salario ha ido perdiendo poder adquisitivo, derivado de las políticas fiscales impuestas en los últimos 3 decenios.

La macroeconomía se había vuelto estable sólo hasta hace algunos meses, en los que el precio del dólar ha alcanzado cifras de más de $15.50.

La semana pasada estuvo en nuestro país Paul Krugman, premio Nobel de Economía 2008, en una conferencia magistral con industriales de CANACINTRA, a quienes expuso que “la gente ya se cansó de esperar el milagro mexicano. La gran liberalización (del país) ya tiene 30 años y claramente eso por sí mismo no bastó. No estamos hablando de que haya habido un desempeño terrible, pero no fue lo que se esperaba”

En México seguimos esperando ese milagro, a pesar de haber llevado al pie de la letra las aciones liberalizadoras de ese paquete híbrido de posturas neoclásicas y neoliberales debido a que para los neoliberales, lo relevante ha sido el proceso de privatización, mientras que para los neoclásicos lo es la desregulacion. Después de 30 años seguimos con la disciplina presupuestaria que ha llevado al gobierno sólo a recortes en el salario de los burócratas, ademas el gasto en educación sigue siendo menor al promedio de países de OCDE; los impuestos los siguen aportando los contribuyentes cautivos sin ampliar la base gravable; esto sólo por citar algunas de las acciones llevadas a cabo por el gobierno mexicano.

Krugman también advirtió sobre la reforma energética “ha habido casos alarmantes en que las concesiones se han convertido en regalos para amigos, como ha ocurrido hasta en Estados Unidos e Israel”.Como decimos en Mexico, si el “río suena es porque agua lleva”

Sin duda, reformas impulsadas por el gobierno federal serán uno de los temas de campaña, tanto por el partido en el gobierno como por la oposición, aunque el presidente ya se “amarró el dedo” al afirmar que los resultados no se verán en el corto plazo. Sólo falta ver qué decide el ciudadano y hacia dónde emite su voto, sobre todo porque en el escenario electoral no se observa una propuesta que retome el tema de la autodeterminación nacional ante , la cada vez mayor dependencia de los estados nacionales gerenciales al modelo de subordinación global. 

Joseph Stiglitz premio Nobel de economía en 2001, ha dicho que los países con más éxito en la globalización, son aquellos que rechazaron la implementación del modelo económico impuesto por el Consenso de Washington y que definieron su agenda de desarrollo de manera autónoma como fueron Corea del Sur, Taiwan y Japón. Lamentablemente para nuestros países, lo que impera hasta hoy, es lo que Frances Stewart denomina el Consenso del Mercado, que son las creencias y actitudes de agentes económicos y sus gobiernos en las reglas del Consenso de Washington. La pregunta es, ¿cuándo se impondrán las reglas del desarrollo económico fundadas en el Consenso Social, que tanta falta hace a nuestro país?

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