La Jornada informa que la moneda mexicana profundizó su caída hasta llegar a un nuevo “mínimo histórico”, al cerrar las operaciones con una depreciación de 8 centavos en su paridad con el dólar respecto a la víspera, una vez que datos sobre la economía de Estados Unidos fortalecieron la percepción de una inminente alza en la tasa de interés en septiembre próximo.
El dólar se vendió a 16.68 pesos en ventanillas de los principales bancos operadores de divisas en el país, en tanto que en las grandes operaciones interbancarias la divisa estadunidense fue vendida por el Banco de México a los intermediarios financieros a 16.3845 pesos, un precio 0.5 por ciento más elevado que en la jornada anterior.
El dólar Fix, una modalidad de tipo de cambio utilizada para el pago de obligaciones en moneda extranjera, cerró a 16.3541 pesos, una cotización que implicó un aumento de casi seis centavos durante la jornada en el mercado local de cambios.
En esos niveles, el peso mexicano lleva una devaluación de 11 por ciento en el transcurso de 2015, mientras el Banco de México ha advertido que puede adelantar la elevación de la tasa de interés a la adopción de la misma medida en Estados Unidos, si percibe que la devaluación repercute en una inflación mayor. Aunque por ahora “el traspaso a precios ha sido limitado”.
El banco central de México señaló que aun cuando el elemento más importante en la depreciación del peso es la expectativa de un incremento en la tasa de interés de la Reserva Federal de Estados Unidos, en el actual proceso devaluatorio de la moneda nacional también influyen “otros factores de índole real” como el deterioro de los términos de intercambio con el exterior causado por la caída en el precio y la producción de petróleo, “con el consecuente impacto sobre las finanzas públicas del país y la balanza comercial petrolera”.
