No existen evidencias de que el Ejército mexicano haya participado en los hechos del Iguala, Guerrero, del 26 de septiembre del año pasado, en los que desaparecieron 43 normalistas de Ayotzinapa, pero sí de que fueron testigos en algunos momentos, afirmó Francisco Cox, integrante del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI).

El integrante del grupo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) indicó que por eso motivo es importante conocer el testimonio de los militares; sin embargo, no hay un acuerdo con las autoridades mexicanas para entrevistar a los integrantes del 27 Batallón de Infantería.

“La motivación para haber solicitado la entrevista tiene que ver más bien con que fueron testigos de ciertos hechos y que estaban en esos lugares.

“No tenemos ningún antecedente que los vincule jurídico-penalmente a los hechos a los militares. Nuestra solicitud siempre ha sido, y así se lo hemos expresado directamente al secretario de Gobernación y al subsecretario de Derechos Humanos, que nuestra intención es obtener información tanto para la investigación como para las líneas de búsqueda”, afirmó el representante de la CIDH.

Este lunes se presentó el quinto informe de labores del GIEI, enviado por el organismo internacional, para apoyar en las investigaciones a los familiares de los 43 estudiantes de la Normal Raúl Isidro Burgos, de Ayotzinapa, desaparecidos tras los hechos del 26 de septiembre de 2014 en Iguala.

Claudia Paz, Alejandro Valencia, Carlos Beritain y Cox detallaron algunos avances en las investigaciones e indicaron que ya solicitaron ampliar el plazo para realizar su trabajo, el que vence el próximo 2 de septiembre, y cuatro días después presentarán en informe de sus labores.

OCULTARON Y DESAPARECIERON EVIDENCIAS

En la conferencia se explicó que en sus labores de búsqueda se descubrió que 19 prendas que presuntamente vestían los estudiantes normalistas fueron escondidas por las autoridades de Guerrero y no se les procesó correctamente como evidencia.

Paz detalló que se prepara sicológicamente a los familiares para una sesión de identificación, además de que la ropa fue sometida a procesos para la toma de muestras, las que se enviaron a la Universidad de Innsbruk, en Austria.

Además, se detectó que un video sobre el momento de los ataques a los normalistas desapareció como evidencia, en las investigaciones.