Retrato del elector mexicano: no cree en la política pero, aún así, vota

Por  Staff Puebla On Line | Publicado el 24-05-2015

A grandes rasgos, el rostro del votante mexicano es el de una mujer de entre 40 y 79 años con secundaria completa y un ingreso mensual de dos salarios mínimos, que vive en la región centro del país.

Mirando a detalle se trata de una persona que tiende a identificarse con un partido político y que aunque está convencida de que su voto no tiene efecto sobre los gobernantes, acude a las urnas.

Es decir, lo hace más como una obligación cívica y menos como un acto instrumental para conseguir algo.

Los datos que se desprenden del Informe país sobre la calidad de la ciudadanía en México, elaborado por el Instituto Nacional Electoral (INE) en colaboración con el Colegio de México, retratan a un votante mexicano que no cree su sufragio sirva para resolver sus principales demandas y aun así lo emite.

Es más: se le puede caracterizar por su desencanto por los resultados que ha tenido la democracia.

El reporte de la autoridad electoral dibuja a un votante desconfiado de las instituciones gubernamentales y de justicia, que piensa que la ley se respeta poco o nada y para el que la inseguridad es un tema de cada día.

“Hay una desilusión enorme, y también por eso el movimiento anulista dice ‘para qué vas ir a votar por los mismos’ aunque sean nuevos personajes, son las mismas prácticas reiteradas de corrupción, de compra de votos, de una clase política que no está representando los intereses de la ciudadanía, de la nación y la población, lo que ha generado una cuestión de desilusión y descanto con respecto a la democracia mexicana”, explicó Ivonne Acuña, académica del Departamento Ciencias Sociales y Políticas de la Universidad Iberoamericana

A pesar de que no se puede hablar de un perfil único del votante mexicano, ya que éste depende de su edad, ingreso o si la elección es intermedia o presidencial, para la analista del sistema político mexicano hay factores en común que lo retratan.

Junto con el desencanto que tiene de la clase política, habló de un votante que en el caso de las candidaturas en las delegaciones y las presidencias municipales se inclina por la imagen del candidato más que por sus propuestas.

También dibujó a un votante que como nunca antes en la historia tiene acceso a mayor información a través de las redes sociales y los medios de comunicación.

Finalmente destacó que ante el cambio demográfico, el perfil del votante está cambiando, pues tan sólo en estas elecciones prácticamente 18 millones de jóvenes votarán por primera vez.

Rango de edad

Si bien el perfil de edad del votante mexicano esbozado por el INE se concentra entre 40 y 79 años, toda vez que las personas mayores de 80 y los jóvenes de 20 a 39 años tienden a participar menos el día de las elecciones, los jóvenes de entre 18 y 19 años que, por primera vez sufragan, representan una excepción, lo que en la lectura del Instituto, tiene que ver con la novedad de ejercer por primera vez su derecho al voto.

De tal manera que en los últimos comicios, por ejemplo, el 62 por ciento de los jóvenes de entre 18 y 19 emitieron su voto, mientras que entre los 20 y 39 años el porcentaje no llegó ni al 60 por ciento y en el caso de los que tienen entre 80 y 89 se redujo hasta el 49.56 por ciento.

Es a partir de 40 años cuando el porcentaje ascendió al 67.35 por ciento, y alcanzó su punto máximo con 73.84 por ciento en el segmento de entre 60 a 69 años.

Esto quiere decir que conforme la edad aumenta, también lo hace la probabilidad de votar y disminuye a partir de los 80 años

¿Hombre o mujer?

A pesar de tener poca presencia en puestos de representación popular, las mujeres participan más que los hombres en este ámbito. 

Es decir, aun cuando tienen una clara desventaja en la representación por género, votan más que los hombres.

Ser mujer, entonces, tiene un impacto positivo en la probabilidad de votar.

De acuerdo con el estudio censal de participación ciudadana en las elecciones federales de 2012, la tasa de participación de las mujeres fue de 66.08 por ciento mientras que la de los hombres fue de 57.77, es decir, ocho puntos porcentuales de diferencia, tendencia que se mantiene así desde 1994.

Ese año el porcentaje de diputadas en el Congreso fue de 26.2 por ciento, en tanto, que en la Cámara de Senadores llegó únicamente al 22.7 por ciento.

Motivaciones

Pensar que pueden ejercer influencia sobre las decisiones del gobierno con su voto no está en las creencias de los votantes mexicanos.

Aunque la literatura plantea que a mayor eficacia política, mayor participación política y social, el INE encontró que en el caso mexicano el votante va a las urnas pese a que asegura que los políticos no se preocupan por las necesidades del ciudadano y que la gente común no tiene ninguna influencia sobre el trabajo del gobierno.

Esto sugiere que vota independientemente de que su sufragio tenga un efecto específico o de que su participación repercuta en los gobernantes.

Vota, entonces, en medio del descrédito del sistema político, y de manera particular, de los partidos políticos que no generan representatividad y confianza

Con base en un modelo logístico elaborado por la autoridad electoral, la variable que tiene un mayor impacto sobre el voto es la identidad partidista, lo que quiere decir que, identificarse con un partido político aumenta la probabilidad de ir a las urnas.

Escolaridad e ingreso

Respecto a la escolaridad de los votantes en México, el mayor porcentaje tienen la secundaria concluida, seguida de los que cursaron la primaria completa y en tercer lugar los preparatorianos.

El menor porcentaje de los votantes tiene la secundaria incompleta o cuenta con una carrera técnica.

A partir de la Encuesta Nacional sobre Calidad de la Ciudadanía, realizada por el INE, se puede ver la fotografía de un 23 por ciento de votantes con educación secundaria completa, 16.7 por ciento con primaria terminada y 15.3 por ciento con preparatoria.

En contraste, está el 6.8 por ciento con la secundaria incompleta y el 6.7 por ciento con una carrera técnica.

En términos de ingreso, la mayor parte de los votantes, perciben dos salarios mínimos, seguidos de los que perciben tres y un salario mínimo.

En total, 30.9 por ciento de los votantes que acudieron a las urnas en el 2012 declararon tener un ingreso familiar mensual de dos salarios mínimos, 22.8 por ciento de dos salarios mínimos y 21.5 por ciento de un salario mínimo

En el otro extremo, apenas 0.2 por ciento dijeron percibir 11 salarios mínimos mensuales, 0.5 por ciento 10 salarios mínimos, 0.8 por ciento nueve salarios mínimos y 1.2 por ciento ocho salarios mínimos.

En cuanto a la radiografía del votante por región, la mayor parte son del centro, seguidos de los del centro-occidente mientras que la menor proporción pertenece a la región sureste.

De manera específica una tercera parte de los electores son de la región centro, una quinta parte de la región centro-occidente, 18 por ciento de la región sur, 16 por ciento de la región norte y 11 por ciento de la región sureste.

Por otro lado, el mayor porcentaje de votantes se concentra en secciones rurales, seguidas de las urbanas y las mixtas en último lugar.

Fuente: http://www.excelsior.com.mx/nacional/2015/05/24/1025756

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