El carácter proselitista del cine bíblico es tan paradigmático como el gusto de Guillermo del Toro por el vampirismo. Desde luego La resurrección de Cristo no es la excepción a la regla, pero es un filme que destaca por proponer un ángulo que sale de ciertas convencionalidades del género.

Es la crucifixión de Yeshúa/ Jesús (Cliff Curtis). El tribuno militar Clavio (Joseph Fiennes), por instrucciones de Poncio Pilato (Peter Firth), ordena que se ponga fin a la vida del nazareno atravesándolo con una lanza al costado y que el cuerpo sea resguardado, bajo las más estrictas medidas de seguridad, en una tumba.

Pilato sabe que los seguidores de Yeshúa esperan su resurrección al término de tres días y teme que la desaparición del cuerpo desate una insurrección de fe que se vuelva incontrolable.

Cuando el cuerpo desaparece, Clavio es asignado a su búsqueda y localización, y durante la travesía será testigo de sucesos inexplicables que le harán cuestionar sus propias convicciones religiosas.

La resurrección de Cristo toma elementos de distintos géneros para dar forma a sus principales arcos. Inicia con guiños al cine de espadas y sandalias, después se inclina por un ángulo detectivesco y para su último tercio opta por el tono más franco de la vertiente bíblica.

Podría pensarse que lo anterior obedece a una falta de cohesión por parte del director Kevin Reynolds (Robin Hood: El príncipe de los ladrones y Mundo acuático), pero solo hace falta recordar que el personaje central es un militar romano que evidentemente no cree en la doctrina judía ni en sus líderes.

Fuente: http://www.garuyo.com/cine/la-resurreccion-de-cristo-critica-resena-estreno