En su primer papel de peso en la gran pantalla, la actriz de Cazafantasmas (Ghostbusters) Leslie Jones lucha contra tipos malos con poderes supranaturales que acechan en el metro, los clubes o las calles de Nueva York. Pero en la vida real no pudo soportar los abusos lanzados contra ella a través de Internet, informa AP.
Jones anunció esta semana que salía de las redes sociales tras recibir una lluvia de mensajes racistas y sexistas y de amenazas a raíz del estreno de la esperada reposición el pasado fin de semana.
"Esta noche dejo Twitter con lágrimas y el corazón muy triste", escribió en su último tuit. "Todo esto porque hice una película".
El remake de la comedia estrenada en 1984 resultó inusualmente polémico. Durante meses, el lanzamiento del filme se vio ensombrecido por la furia de los fans de la cinta original por la decisión de que, esta vez, sea un equipo de mujeres el que salga a la caza de fantasmas.
En el primer Cazafantasmas, Bill Murray, Dan Aykroyd, Harold Ramis y Ernie Hudson encarnaban a un cuarteto de científicos "nerds" dispuestos a salvar su ciudad de una amenaza supranatural, ayudados por una secretaria cabeza hueca a la que daba vida Annie Potts. Pero la nueva película pone patas arriba ese casting fichando a Melissa McCarthy, Kate McKinnon, Kristen Wiig y Jones, con Chris Hemsworth como su torpe asistente.
Desde que se dio a conocer la decisión, las críticas al filme que dirige Paul Feig han estado marcadas por una carga sexista sin precedentes. "Las mujeres son incapaces de ser divertidas" o "las feministas arruinan el mundo" figuran entre los comentarios vertidos en las redes sociales. Otros afirman que el nuevo elenco "ha destrozado" sus recuerdos de la infancia.
Incluso el candidato republicano a la presidencia estadunidense, Donald Trump, despotricaba contra el remake en un video: "Ahora están haciendo 'Ghostbusters' sólo con mujeres. ¿Qué está pasando?", se preguntaba. Y a medida que se acercaba la fecha de estreno, el furor de las críticas no hizo más que intensificarse.