El futbol también puede ser propagandístico. Así como en 2012 el Club Santos Laguna dio un brinco al cine con el estreno de Espíritu de triunfo, compuesta por una sucesión de tres tramas reales ligadas a la historia de aquel equipo, ahora los Tuzos del Pachuca replican el modelo y estrenan Juego de héroes. La cinta de Pedro Álvarez Tostado es un proyecto motivacional que se centra en temas como la amistad, el arrepentimiento y la conversión pero de una manera forzada y cursi, reporta Cine Premiere.
Desde los primeros minutos se puede vislumbrar hacia dónde se dirige la predecible trama. Ésta sigue a Luis (Sebastián Zurita) y Carlitos (Francisco Villalvazo), dos amigos de la infancia separados desde chicos y que como adultos tienen vidas equidistantes. El primero es una estrella del balompié con los humos por los cielos. El segundo es su exmejor amigo Carlitos, un joven humilde, con capacidades especiales que no goza de buena salud (por el tratamiento de sus escenas éstas son manipuladoras). Tras muchos intentos, Carlitos logra contactar a la luminaria después de que ésta sufre una lesión y es entonces que Luis se replantea su comportamiento, como seguramente se imaginarán. Esta película tampoco parece ser del todo original, pues contiene muchos puntos de encuentro con la animada Metegol, aunque con menos encanto y humor. Se siente larga porque tiene poca “carnita” que ofrecer. No se adentra en conflictos ni temas; no explora a los personajes ni las situaciones. Más bien parece un largo comercial de la institución que lo patrocina (los Tuzos) y hace ecos de su historia al mostrar a algunas de sus figuras emblemáticas, desde el fallecido portero Miguel Calero hasta el mediocampista de origen colombiano Andrés Chitiva, quien tiene una participación presencial en el filme.
El protagonista al que interpreta Zurita parece un niño berrinchudo cuyas frustraciones están tan mal planteadas que se vuelve enfadoso desde el inicio y más al verse rodeado por estereotipos. Tenemos a la joven “bella, buena y altruista” como cualquiera de las heroínas del Canal de las Estrellas. También aparece el protagonista joven, guapo, con dinero y talentoso (en este caso para el deporte) que por engreído es “castigado” y no tarda en caer de su “rascacielos”. Y finalmente hay espacio para el amigo fiel, noble y que aquí cuenta con “dones” curativos. De este último punto se desprende otro de los problemas de la producción: el argumento peca de indefinición. Juega con la ficción, la fantasía y la realidad pero su desarrollo es confuso y forzado. Repentinamente se le pide al espectador que acepte la facultad sobrenatural de Carlitos, así que la trama flota en un tono nebuloso.
Fuente: http://www.cinepremiere.com.mx/juego-de-heroes-critica-60246.html