En los últimos años las historias sobre el narcotráfico han aumentado su presencia en las salas de cine. Si bien el cine de la mafia ha triunfado desde los años 70, en los últimos 15 años las historias se han centrado en los más famosos capos latinoamericanos o se trata de películas desarrolladas en esta región. Particularmente hay un gran interés en desmenuzar la historia de Pablo Escobar, ya no sólo en el cine con interpretaciones como la que hizo Benicio del Toro, sino en la televisión con la extraordinaria serie Narcos. A este rompecabezas de su historia se suma la película Operación Escobar, una película basada en hechos reales, dirigida por Brad Furman, a partir de en la novela de Robert Mazur, quien narra sus vivencias como infiltrado en las operaciones de lavado de dinero del Cártel de Medellín.
La película aprovechó el nombre de Escobar y el auge de las producciones de la actualidad para darle mayor expectativa como un monstruo ausente. Si acaso aparece en la pantalla dos segundos es mucho, sin embargo, es su poderío y la atmósfera de narcotráfico en Estados Unidos, en la que se desarrolla el filme. El realizador recrea los años 80 para contarnos la crónica de una experiencia traumatizante al lograr infiltrar a tres policías en la banda de narcos colombianos. Al frente de la operación está Robert Mazur el autor del libro en que se basa la película, y que es interpretado por Bryan Cranston. Este personaje tiene que crearse una nueva identidad como un hombre especialista en el lavado de dinero con el que consigue llegar a un círculo poderoso de la organización criminal con la ayuda de Kathy Ertz (Diane Kruger) quien fingirá ser su futura esposa y Emir Abreu (John Leguizamo), un policía con métodos poco tradicionales, en lo que se convertirá en la mayor operación encubierta antidroga de la historia.
La película, más que como una historia sobre el narcotráfico, funciona en la narrativa policiaca, en las virtudes engañosas de los espías tradicionales y en el juego de diálogos que esconden la verdad que sólo los policías y el espectador sabemos. Con el paso de la historia vemos cómo los policías encubiertos se ven afectados por la misión y comienzan a sentir afecto por algunos personajes criminales, y de algún modo despiertan un lado oscuro de ellos con el paso del tiempo.
