¿Hasta dónde puede llegar el ser humano por una creencia? Dos jóvenes sacerdotes de Portugal emprenden una búsqueda hacia Japón para encontrar al padre Ferrera, quien ha renunciado a su fe. Lo que encontrarán en su viaje es un camino de dolor y hechos que harán tambalear sus creencias.
Martin Scorsese esperó más de 25 años para hacer esta cinta, según sus palabras: aún no estaba listo. Finalmente se aventura y realiza una larga historia, no permite respirar a la audiencia. Este golpe a las entrañas es un logro cinematográfico del realizador junto al fotógrafo mexicano Rodrigo Prieto (nominado al Oscar).
Prieto hace su propuesta visual de forma cruda poniéndonos casi en los zapatos de estos sacerdotes. La paleta de color es perfecta igual que el manejo de cámara. La sutileza con la que se maneja deja su anterior trabajo -The wolf of wall street- un tanto en desventaja visualmente.
Scorsese escoge a su elenco de forma audaz y nos vuelve a invitar a ser testigos de una obra increíblemente construida encabezada por Andrew Garfield, éste viene acompañado por el polifacético Adam Driver que de igual forma construye su personaje de una forma impresionante mostrando capas y más capas del rostro humano ante la adversidad. Liam Neeson hace la actuación de su carrera, a pesar del corto tiempo en pantalla su actitud desgarradora lo hacen inolvidable.
Silencio no es una película sobre religión, no hará cuestionar al espectador sus creencias ni está creada para hacer un comentario sobre los hechos, lo que nos presentan en cámara es una situación a la que nos hemos enfrentado de mayor o menor medida (el cuestionarnos si vale la pena seguir adelante o si estamos en el camino correcto).
Esta es una increíble historia que debe ser vista por los amantes del cine los fans del realizador o personas en busca de historias humanas que enriquezcan la experiencia a su máxima expresión.
Fuente: http://www.sdpnoticias.com