Algún día (no muy lejano) nos sentaremos a analizar por qué Michael Peña, quien además de tener carisma y chispa realmente es un buen actor, y que viene de hacer un gran papel en Ant-Man, accedió a ser vinculado con… bueno, Dex Shepard, y peor aún, hacer justo lo que Hollywood no necesita: oootro reboot de ooootra serie.

Un agente del FBI (Peña) se infiltra en la Patrulla Motorizada de California para investigar supuestos casos de corrupción, y será asignado como compañero del oficial Jon Baker (Shepard), para así caer en una serie de absurdos.

La cinta marca el debut de Dax (Más barato por docena, Zathura) como director y retoma aquella vieja serie setentera-ochentera creada por Rick Rosner, que probablemente le gustó a nuestros padres y abuelos, pero que a las nuevas generaciones no les dice gran cosa.

¿Qué podrán ver? Bromas en doble sentido más propias de un adolescente, chistes misóginos y homofóbicos y el reforzamiento del estereotipo del latino (en este caso Peña, hijo de mexicanos) como patiño. Si la van a ver, será bajo su propio riesgo.

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