Récord informa que México va por el Mundial del 2026 y el Estadio Azteca, con su actual remodelación, será la ‘piedra angular’ para que la Federación Mexicana de Futbol luche por la que sería la tercera Copa del Mundo en nuestro país, después de las justas de 1970 y 1986.
El Coloso de Santa Úrsula continúa en vías de mostrar una nueva cara ante la afición y el orbe, y busca quedar como un estadio de primer mundo, de acuerdo con las exigencias. Asimismo, el proyecto de construcción de una megaobra comercial frente a una de las entradas sigue programado y sólo se esperan los permisos correspondientes.
Pero el Coloso de Santa Úrsula no va solo.
Estaría acompañado por un baraja de 12 estadios más para completar las sedes mundialistas, entre las que se encuentran inmuebles de Primera División de reciente construcción como el Estadio Cuauhtémoc de Puebla -recientemente remodelado- y las casas de Chivas, de Rayados y de Santos Laguna, así como dos recintos del Ascenso MX y uno más por construir en Tapachula.
Con capacidad para 51 mil 726 aficionados, el Cuauhtémoc fue recientemente remodelado y se le montó tecnología de primer mundo, como iluminación directamente traída de Alemania.
El inmueble de la colonia Maravillas en la capital poblana ya fue sede en dos mundiales, en 1970 y 1986, y en 10 años los trabajos de adecuación para la Copa del Mundo serían menores.
A partir de su reinauguración el 18 de noviembre del 2015, el estadio Cuauhtémoc se convirtió en el primer estadio en México y América Latina en estar completamente cubierto con una fachada de ETFE. Hoy en día se encuentra entre los mejores estadios de México por su modernidad, instalaciones y capacidad de espectadores. Estadios europeos como el Allianz Arena o el San Mamés están hechos con este mismo material.
Para el Mundial de 1986, Puebla jugó un papel más importante que en el de 1970. En la primera ronda fue sede de la selección nacional campeona del mundo, Italia.
En el enfrentamiento ante Argentina, Diego Armando Maradona marcó el gol del empate contra los italianos. No sería la única vez que los argentinos jugarían en el Estadio Cuauhtémoc. En octavos de final, Argentina protagonizó un clásico sudamericano contra Uruguay, donde los albicelestes se volvieron a alzar con la victoria. En la ronda de cuartos de final siguió un partido entre España y Bélgica, donde la escuadra de Emilio Bultragueño perdió en la tanda de penales. Más adelante, en el partido por el tercer lugar, la escuadra francesa se llevó el premio de consolación, ganándole por 4-2 a los mismos belgas.
