Hace 153 años, Puebla fue escenario de una de las batallas más importantes en la historia del Ejército Mexicano.
El 5 de mayo de 1862, el Ejército Mexicano de Oriente, bajo las órdenes del general Ignacio Zaragoza, derrotó al ejército francés que invadieron nuestro país so pretexto de cobrar algunas deudas. Uno de los héroes pocos mencionados durante ese episodio es Porfirio Díaz.
La historia de este episodio histórico comenzó cuando a fines de 1861 habían desembarcado en nuestro territorio tropas francesas, españolas y británicas, con la intención expresa de cobrar a México una serie de deudas.
Españoles y británicos decidieron retirarse, pero los franceses, comandados por el general Laurencez avanzaron, creyendo que podrían derrotar al Ejército Mexicano debido a que tenían superioridad numérica: 6 mil franceses frente a 4 mil efectivos nacionales.
“El regimiento invasor, que era en ese momento uno de los mejores en el mundo por su entrenamiento y disciplina, y que había logrado conseguir en Europa grandes triunfos hasta llegar a ser considerado como invencible, fue rechazado en varias ocasiones al intentar tomar los fuertes. Los mexicanos, además de la artillería también se defendieron con herramientas caseras y de labranza, por la tarde una fuerte granizada obligó a los franceses a retirarse del campo de batalla”, detalla el Centro de Estudios de Historia de México Carso (CEHM).
Según el Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México “las fuerzas del general Porfirio Díaz y las caballerías del coronel Antonio Álvarez rechazaron a los franceses hasta la hacienda de San José, obligándolos a aceptar su derrota y retirarse rumbo a Orizaba”.
Después del triunfo de las fuerzas mexicanas, Porfirio Díaz, quien entonces tenía 32 años, escribió una carta a su hermana Nicolasa. La carta está fechada el 10 de mayo de 1862.
El general Díaz escribió lo siguiente a su hermana:
“[…] comenzamos el sainete a las once de la mañana y esto fue hacer carne hasta las 6 de la tarde que el enemigo comenzó a correr, hemos tenido pérdidas muy considerables, pero hemos matado muchos monsieures.
“En fin yo nunca había tenido más gusto así día más grande y día memorable 5 de Mayo, día grande y de gloria. […][…] No hay soldados como los nuestros que no nos cuenten batallas de Magenta Solferino Austerlis y Crimea que todas estas cruces y laureles han venido a adornar el pie de la bandera mexicana.[…]”
El CEHM cuenta en su archivo con el documento como parte de su acervo.
El Centro de Estudios de Historia de México Carso fue creado en 1965. Su objetivo: la recuperación de obras impresas y documentales concernientes a la historia de México, desde la época virreinal hasta nuestros días.
