Las entidades federativas y municipios del país libraron las expectativas de un 2016 difícil para las finanzas locales y lograron engrosar las arcas sin mayor esfuerzo, debido a la favorable recaudación, sobre todo tributaria.
Los 32 estados del país recibieron por concepto de participaciones federales —su principal ingreso— 693 mil 714 millones de pesos el año pasado, prácticamente 15 mil millones más de lo que tenían presupuestados.
De acuerdo con la Secretaría de Hacienda, lo programado para estados y municipios del país eran 678 mil 747 millones de pesos el año pasado; sin embargo, la cifra fue 2.2% superior.
La razón por la que los estados resultaron favorecidos fue por una mayor bolsa recaudable, generada por los mayores recursos que se obtuvieron de impuestos como el IVA, ISR, pero principalmente por el IEPS.
El IEPS que se cobra a los combustibles y que se destina a las entidades federativas recaudó 26 mil 332 millones de pesos durante 2016, reporta El Universal.
La erogación por esta vía resultó más favorable de lo esperado en casi 6 mil millones de pesos, porque la proyección original era sólo transferir 20 mil 412 millones en 2016.
En este rubro los gobiernos locales más beneficiados fueron Chiapas, Oaxaca, Guerrero, Tlaxcala, Zacatecas, Estado de México, Michoacán, Puebla, Nayarit y Tabasco.
Para el caso de Puebla, se había programado que la entidad recibiera 759 millones de pesos. No obstante, con el aumento a las gasolinas, el estado obruvo 1,126 millones de pesos, una diferencia favorable de 367 millones de pesos.
Entidades como la Ciudad de México, Estado de México, Jalisco, Nuevo León, Guanajuato, Baja California, Tamaulipas, Tabasco, San Luis Potosí e Hidalgo tuvieron los excedentes transferibles más importantes.
Los datos de Hacienda revelan que el caso de la Ciudad de México es el más significativo, porque de tener un presupuesto de 73 mil 201 millones de pesos para 2016, lo que se le erogó fueron 81 mil 453 millones, con lo que obtuvo 8 mil 252 millones de pesos adicionales a los previstos en 2016.
Las participaciones a entidades federativas, también conocidas como Ramo 28, son recursos asignados a los estados y municipios establecidos en la Ley de Coordinación Fiscal.
Un punto clave en la transferencia extra de participaciones federales fue la recaudación con el impuesto a la gasolina, que genera controversia, pero ha robustecido las arcas estatales.
Beneficios por combustibles
Pese a que varios gobernadores del país manifestaron su preocupación por el incremento en el precio de las gasolinas en enero de este año, este producto fue un elemento que infló los resultados de las finanzas locales.
El director de Inteligencia Pública, Marco Cancino, dijo que la Ley de Coordinación Fiscal ha permitido que los gobiernos estatales saquen ventaja sin hacer mayor esfuerzo.
“Los estados mantienen este proceso de actitud de adolescente. Ni asumen la responsabilidad de incrementar la calidad del gasto ni de aumentar la recaudación propia.
“Cuando el gobierno federal asume decisiones como el incremento de la gasolina, todo el golpe político va hacia él, mientras que los estados callan, reciben y gastan. Parecen dejar solo al Presidente y para los gobernadores sigue siendo muy fácil”, comentó.
Añadió que el que los estados reciban más recursos sin tener que recurrir al cobro de más impuestos sólo alarga su irresponsabilidad, en el que, mediante prácticas populistas, condonan tenencia, pagos de nómina, predial y otros gravámenes.
