La asociación de Gasolineros Unidos de los Estados de Puebla y Tlaxcala (GUPT) alertó que las estaciones han alcanzado “su máximo crítico” al caer en promedio 50% sus ventas, situación que se generó de enero a la fecha por la competencia desleal de quienes venden producto robado.
Luz María Jiménez Almazán, presidenta de esa organización con 400 socios, quien comentó a El Economista que la disminución de las ventas se ha dado no sólo en el Triángulo Rojo, conformado por Tepeaca, Acatzingo, Quecholac, Tecamachalco y Palmar de Bravo, sino que ya es un problema que se extiende a todo el estado.
Sostuvo que el combustible robado ya se ofrece en total impunidad, pues antes era en carreteras y ahora en centrales de abasto han reportado la presencia de personas con bidones, sin que autoridades municipales actúen.
En cambio, añadió, a las gasolineras llega personal de protección civil para hacer realizar inspecciones minuciosas y si encuentran algo fuera de lugar empiezan a multar, pero con los que comercializan el producto robado no actúan y dejan que lo hagan a plena luz del día.
A 25% de capacidad
Comentó que las estaciones en promedio están operando con 5,000 litros a la semana, debido a la baja demanda, cuando tienen capacidad de almacenamiento en cada establecimiento por 20,000 litros.
En este primer trimestre, mencionó, cerraron cuatro negocios en el municipio de Tecamachalco, mientras que otros seis están a punto de hacerlo, ubicados dos en Zacatlán y uno en Chignahuapan, que forman parte de la Sierra Norte, otro localizada en Quecholac y dos más en Tepexi de Rodríguez, perteneciente al centro del estado.
Insistió que de nada sirve que el abasto de Magna, Premium y diesel esté regularizado si esa competencia desleal impera, aunado a que las ventas también cayeron por el alza de los precios.
Prevé que sigan a la baja las ventas, pero con porcentajes mínimos, si las autoridades —insistió— no toman cartas en el asunto, el cual perjudica no sólo a los empresarios que se encuentran en el triángulo rojo, sino a todo el sector del estado.
Jiménez Almazán indicó que a ese problema se debe sumar el crecimiento exponencial del mercado, pues hay una saturación y concentración indebida de gasolineras en la ciudad y las regiones.
Igual criticó que en la zonificación publicada por la Comisión Reguladora de Energía hayan puesto a Zacatlán, Chignahuapan y Quecholac en la región del Bajío, dado que “están muy lejos y ello propició que tengan hasta un peso más caro el combustible de sus cercanos competidores en la entidad y que los deja fuera de toda competencia”.
En cuanto a la apertura de más estaciones, el delegado de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), Alejandro García Mendoza, aseveró que a partir de octubre las empresas Shell, Oxxo Gas y Coppel pondrán en funcionamiento gasolineras en el estado, pero sin decir cuántas.
