La vida vuelve a abrirse paso, a través de las criaturas prehistóricas del parque Jurásico, en una nueva historia que promete traer suspenso a las salas de cine.

Los míticos dinosaurios regresan en la nueva secuela de “Jurassic World: el reino caído”, con más suspenso que nunca y prometiendo devolver a la audiencia un símil al clásico del cine de ciencia ficción: Jurassic Park, de Steven Spielberg.

Ambientada unos años después de la catástrofe ocurrida en el funcional “nuevo” parque temático, a causa de la creación de un dinosaurio híbrido, el Indominux Rex. En esta ocasión, los protagonistas del filme anterior (Jurassic World, 2015) regresan para salvar a los dinosaurios de una nueva extinción, ante un posible encuentro con el mundo moderno, como consecuencia de una explosión volcánica.

Chris Pratt y Bryce Dallas Howard regresan en sus papeles de Owen Grady y Claire Dearing, respectivamente, quienes se encargaban de administrar y cuidar el parque temático de dinosaurios en Jurassic World, quienes ahora deberán de lidiar entre sus personalidades y romance para poder librarse de un plan que encierra la creación de nuevos dinosaurios y su comercialización militar.

En la silla del director recae la presencia del español Juan Antonio Bayona, quien debutó con producciones de suspenso y drama como lo fueron “El Orfanato” y “Lo Imposible”, por lo que la apuesta de esta producción es recobrar el suspenso que logró calcar Spielberg en las primeras dos adaptaciones de Jurassic Park, desde los libros de Michael Crichton.

El estreno también coincide con el 25 aniversario del lanzamiento de la primera película, la cual abrió paso a una nueva era tecnológica dentro del cine con el uso de la mecatrónica y los efectos por ordenador, devolviendo a la vida a las criaturas prehistóricas en una historia que rompía los cánones de lo común y que fueron escritas por Crichton en 1990.

Esa primera adaptación serviría para que quedaran impresas las sensaciones del rugir del Tiranosaurio Rex, el graznar de los velociraptores y la paranoia de observar el agua temblar, ante la proximidad de los gigantescos pasos de estas criaturas. Esos efectos de sonido, aunados a los efectos especiales y la banda sonora que impuso John Williams, le valieron a la franquicia llevarse a casa tres premios de la Academia en marzo de 1994. Hoy vuelven para abrirse paso ante nosotros.

Fuente: ELMUNDO.SV