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Miércoles, 10 Octubre 2018 20:09

Morbius, la gran apuesta cinematográfica de Sony

Por  Staff Puebla On Line

Mientras esperamos a que escriban, rueden y estrenen Venom 2 (Venom vs. Carnageo Venom: Masacre total... a ver si acertamos con el título), vamos a ir calentando motores para Morbius, la siguiente gran película de Sony que se enmarca dentro del Universo Marvel fuera del Universo Cinemático Marvel y que va a protagonizar Jared Leto ahora que el Joker ya tiene quien le interprete mejor (y, ojo, que a nosotros nos encantaba, que quede claro, que le han dado mucha caña al chaval y eso que lo bordó). Morbius, the living vampire (cuya traducción sería: un vampiro que está muy vivo, y ahora entenderás por qué), al igual que Venom, es otro anti-héroe de la Casa de las Ideas. Un tipo bi-polar que se debate entre el bien (no beber sangre) y el mal (beber sangre como si fuera Don Simón).

Al frente de la película, que se comienza a rodar en febrero de 2019, está el director de Safe House y Life, Daniel Espinosa. Cuenta con guión de Burk Sharpless (Power Rangers) y Matt Sazama (Lost in Space). Y detrás de ella están los productores de las dos entregas de 'Amazing Spider-Man' Matt Tolmach y Avi Arad. La fecha de estreno está prevista para finales de 2019.

Si no sabes absolutamente nada sobre el personaje, sólo te vamos a decir una cosa para despertar tu curiosidad: es como un vampiro, pero sin ninguna de las debilidades de un vampiro: ni el agua bendita, ni los crucifijos afilados, ni el sol, ni el ajo, ni el Impuesto de Plusvalías hacen mella en él. Lo que es mucho decir. Así que es un vampiro, pero no está muerto, no es un no muerto. ¡Si hasta se refleja en los espejos! ¡Qué cachondo! Bebe sangre con deleitación, sabiendo que es un bien escaso, pero también de forma discreta, no vayamos a asustar al personal. Porque Morbius tiene un aspecto fiero, es un personaje fiero, pero, en el fondo, es bueno. Aunque, ojo, empieza siendo malo: ¡Hasta (casi) mata a su mejor amigo! (que ya hay que ser malo). Y luego, sí, se vuelve bueno. Sí, exactamente como Venom. Y además ha ganado un Premio Nobel. Ahí es nada. La película, nos imaginamos, hará como con Venom, y nos lo pondrá como un angelito (casi) desde el principio.

Te vamos a contar su historia y ya juzgas tú por dónde pueden ir los tiros.

¿Que quién es Morbius? ¿Cuáles son sus orígenes? Sus comienzos no son para tirar cohetes (desde un punto de vista creativo, son bastante del tipo sota-caballo-rey), pero tienes que conocerlos, porque eres un lector de Esquire y tienes que salir a la calle sabiendo de lo que hablas. El doctor Michael Morbius es un bioquímico que desde hace años sabe que se está muriendo de un raro trastorno que disuelve poco a poco sus células sanguíneas. Junto a su fiel amigo y ayudante Emil Nikos trata de buscar una cura en secreto. Después de darle mil vueltas, cree que va a encontrar dicha cura en la sangre de los murciélagos... por ejemplo. Y ya te puedes imaginar, que si me inyecto el suero con la sangre de centenares de murciélagos, que si mi amigo me aplica una descarga eléctrica y, zasca,que si me transformo en algo que se parece poderosamente a un hombre murciélago, feo y sediento de sangre. Y, claro, como buen bebé que acaba de nacer tiene que alimentarse. Así que qué mejor que el cuellecín de Emil. Y ñam, ñam, ñam, a su cuello que se lanza. Le faltó poco para dejarle seco. ¡Soy un monstruo! Piano por aquí, piano por allá. Relámpago por aquí, relámpago por allá. ¡Le impulsa un hambre cegadora de sangre! Pero él es un científico, es una persona buena, incluso había conseguido que una tal Martine Bancroft, una rubia platino de pelo cardado, rasgos angulosos y piernas interminables, muy setentera, pero que muy setentera, digna del crew de Glow, se enamorara de él -¿te imaginas? ¿un científico con novia?-. Y, puñetas, si hasta le habían dado un Nobel. Todo tendría que haberle ido de perlas, y, sin embargo, mírale ahora... Morbius piensa: ¿Y si ahora quiero morder a Martine? Piano por aquí, piano por allá. Más relámpagos. Temeroso de atacar a Martine a continuación, Michael trata sin éxito de suicidarse saltando al mar. Como te podrás imaginar intercede su instinto de conservación y al igual que Vaiana y su pollo kiriko no pueden morir ahogados en el mar, Morbius fracasa en sus impulsos suicidas. Los orígenes, lo reconocemos no son como para echar cohetes. Son bastante clásicos, siguiendo el canon de los cómics.

Morbius no quiere ser malo, pero tiene hambre, así que Spider-Man y la Antorcha Humana le tienen que parar los pies. Hmmmm ¿podrían salir los 4 Fantásticos y empezar a redimirse de sus anteriores incursiones en el cine? Esto ya tiene mejor pinta, pero ahora viene lo mejor (y nos vamos a saltar sus aventuras en otros mundos y dimensiones, incluida la dimensión de la Gente Gato y un planeta en órbita alrededor de Arcturus, historias en las que no es malo, pero porque tampoco hay nadie con quien ser bueno). Resulta que Martine no se da por vencida: quiere recuperar a su prometido. Y Morbius, después de encontrarse con Jack Russell, el Hombre Lobo del Universo Marvel, un tipo capaz de unirse a Iron Man y a Spider-Woman y luchar contra todo tipo de satanistas, se da cuenta de que es posible ser feo y bueno. Y, claro, quiere recuperar a Martine. Y para ello tiene que buscar una cura, ahora para su vampiridad. Y ahí entra en juego el agente de la CIA Simon Stroud, caza-vampiros profesional, una especie de Van Helsing gubernamental, que lía una buena. Siguiendo una pista en un caso muy feo, Morbius, inocente, se convierten en el principal sospechoso. Hablamos del mismo Morbius que tiene una necesidad psicológica de beber sangre de víctimas vivas, pero que quiere ser bueno. Y en estas estamos cuando Morbius descubre un portal a un mundo gobernado por una entidad demoníaca. Stroud, que le persigue, le ayuda para escapar...

Y en el 'mientrastanto', resulta que Martine es atacada por el verdadero asesino que estaba persiguiendo Stroud y se convierte en vampiro. ¡Genial!, pensarás tú. Pero, no. Como se nota que no has visto ni leído Entrevista con el vampiro. Morbius no quiere que su amorcito vaya sedienta de sangre por la calle, sangre, por cierto, más difícil de encontrar que un Radical de limón (¿verdad, Luis?) si no quieres ir asesinando a diestro y siniestro y creando no muertos por doquier, así que crea un antídoto con su propia sangre. Y ahí se acaba la relación. Que en la película, si lo incluyen, imaginamos, estirarán como un chicle. Aunque si Martine es Jessica Chastain, nos olvidamos hasta de que existimos y aplaudiremos a rabiar por todos y cada uno de sus minutos en pantalla. Pero me estoy desviando del tema...

Con el corazón roto, anda deambulando luego y peleándose con Spider-Man, más por matar el rato que por otra cosa, hasta que empieza a aliarte con el Motorista Fantasma y el Hombre Lobo, dos personajes que se merece minutos en la gran pantalla como dos y dos son cuatro. Entre los tres tratan de hacer el bien, pero las cosas no salen exactamente como deberían, lo que hace que su amistad se disuelva y que Morbius huya de este Planeta tan contradictorio que llamos Tierra con la esperanza de evitar alimentarse de más inocentes.

El problema es que al tratar de ir a otros mundos, le sale el tiro por la culata y se convierte en el anfitrión de un ser extradimensional conocido como el Empathoid, que lo obliga a regresar a la Tierra para luchar (otra vez) con Spider-Man una vez más. Después de ser liberado del control del extranjero, Morbius reanuda su búsqueda de una cura.

Fuente: esquire.com

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