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Miércoles, 25 Abril 2018 20:21

Viajar en familia a Cuetzalan, una aventura memorable

Por  Staff Puebla On Line

Si tienes hijos pequeños, no te limites al viajar, vive una experiencia completa y divertida para todos. Jimena Acevedo #ViajeraExpertaMD y Embajadora de México desconocido en la ciudad de Puebla, te presenta los siguientes consejos:

Antes de los cinco años de edad empecé a viajar por carretera con mis abuelos. En una legendaria combi verde exploramos México de costa a costa. En ese lejano siglo XX, por carreteras lentas y muchas veces terribles, mis primos y yo nos acostumbramos a recorrer enormes distancias, sin pantallas ni videojuegos ?ni siquiera cinturones de seguridad? ocupando el tiempo en devorar con la mirada los paisajes abruptos e inigualables de México. No faltaban bromas, chistes, canciones, paradas técnicas y largas siestas.  Hoy estoy empezando a hacer lo mismo con mis hijos: en un mundo de gratificaciones inmediatas, intento enseñarles el arte de la espera paciente y las recompensas que trae consigo.

Las carreteras y los servicios han mejorado enormemente; pero a pesar de estar en un mundo globalizado, en México todavía hay rincones que no pueden compararse más que con ellos mismos. Un ejemplo de ello es la Sierra de Puebla, específicamente Cuetzalan y alrededores. Aquí te presento algunos tips si decides explorar esta parte de México con la “chamaquiza”:

1.- Planea estar allí un domingo

El domingo es el día del mercado en la plaza central y el Parque Celestino Gazca ?frente a la Parroquia de San Francisco—, por lo que no debe faltar en tu agenda. Es una experiencia enriquecedora para niños de todas las edades, por sus olores, colores, por la manera en que los habitantes de la sierra montan sus puestos e intercambian sus productos, casi siempre hablando en náhuatl. Prepárate para ver desde flores frescas hasta guajolotes vivos y cabezas de cerdo, pasando por coloridas prendas bordadas a mano y muchas otras artesanías. Después aprovecha para caminar hasta el Santuario de Guadalupe, mejor conocido como Iglesia de los Jarritos y un clásico favorito de los más chicos.

2.- Dedícale tiempo a Los Voladores

Se puede ver el ritual de Los Voladores en la plaza principal, varias veces durante el fin de semana (incluso durante las horas del mercado). Una experiencia interesante es platicar con alguno de ellos al terminar el ritual, sobre cómo aprendieron el oficio y qué significa para ellos. Mis hijos es lo que más recuerdan de este viaje.

3.- Elije entre grutas, cascadas y proyectos ecológicos

Esto sí depende totalmente de la edad de los chamacos. Para seis años en adelante las Grutas Aventura (a unos diez minutos del pueblo) son una opción divertida, pero no las recomendamos para niños menores porque hay que caminar por tramos resbalosos, sobre todo en época de lluvias (o sea, gran parte del año). Para niños mayores, el proyecto ecológico Tosepankali puede resultar interesante (una posada hecha de bambú, con planta de tratamiento de agua y captación de agua de lluvia). En cuanto a las cascadas, hay varias opciones. La de más fácil acceso es Las Brisas, pues tiene escalones de concreto (pero de cualquier modo hay que bajar ?¡y después subir!? más de 200 peldaños). Hay otras cascadas, como El Salto, Cola de Caballo y Las Hamacas, pero se llega a ellas por senderos, por lo que hay que ir guías reconocidos. Elige alguna de estas opciones si tienes adolescentes con buena condición física o con experiencia en senderismo. Lo mismo sucede con las grutas; el sistema de cavernas que se extiende bajo esta parte de la sierra tiene muchos accesos interesantes (Chichicazapan, Chivostoc, Atepolihui ?algunos de ellos con ríos subterráneos), pero no se recomiendan para niños.

4.- Aprende sobre los totonacos

La antigua ciudad totonaca de Yohualichan (a 12 km de Cuetzalan) es hermosa y tiene un tamaño accesible para niños de todas las edades (es básicamente una plaza rectangular rodeada de edificios a la que se accede por un juego de pelota de casi 100 metros de largo). Al llegar contrata los servicios de alguno de los guías locales, de modo que los niños puedan hacer todo tipo de preguntas. A la entrada podrás comprar instrumentos musicales (flautines de madera, sobre todo) y divertidos aretes de manta bordados. No olvides llevar agua, bloqueador y sombreros para todos.

Notas de viaje

Quédate mínimo dos noches, para que puedas explorar el pueblo y también disfrutar los alrededores.

Si te gusta despertar rodeado de naturaleza, quédate en Reserva Azul (reservaazul.com), una bonita reserva ecológica con hospedaje en cabañas y palafitos. Si prefieres estar en pleno centro, los hoteles Casa de Piedra (lacasadepiedra.com) y Posada Cuetzalan (posadacuetzalan.com) son buenas opciones. El último tiene dos pequeñas albercas, ideales para familias que son “modo acuático”.

Para las comidas, todas las opciones son sencillas y relajadas. Mis niños amaron las enfrijoladas del restaurante Peña Los Jarritos, donde los fines de semana también se presentan los voladores y a veces hay música en vivo.

Revisa el clima con anticipación. En la zona llueve mucho y puede hacer frío. Nunca está de más llevar paraguas, ropa y zapatos impermeables.

Al menos un día, ¡despiértate temprano! Nada como pasear por el pueblo sumido en neblina al amanecer.

Fuente: MÉXICODESCONOCIDO

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