Juan Romero, el mexicano que presenció el asesinato del senador Robert F. Kennedy y entonces candidato presidencial, en un hotel de Los Angeles el 5 de Junio de 1968, falleció el pasado lunes en San José, California de un infarto, informaron hoy sus familiares.
Romero, se convirtió en partícipe circunstancial de un momento histórico al aparecer en una foto en blanco y negro, arrodillado y muy cerca del senador Kennedy momentos después de que este recibió un disparo mortal en un evento político en el hotel Ambassador. Romero, tras la muerte de Kennedy salió de Los Ángeles y se mudó a Wyoming, luego regresó al oeste y se estableció en San José, en donde formó una familia y se dedicó a los trabajos de construcción. "Tuvo un ataque al corazón hace varios días y su cerebro estuvo demasiado tiempo sin oxígeno", dijo su viejo amigo, el periodista de televisión Rigo Chacón, de San José. "Falleció el lunes por la mañana".
Una sobrina y un hermano confirmaron la muerte de Romero, pero los miembros de la familia no estaban disponibles para hacer comentarios. Romero no había estado enfermo, según Chacón. Cuando me reuní con Romero en junio, en el 50 aniversario de la muerte de Kennedy, me dijo que amaba el trabajo duro y sudoroso de pavimentar caminos y caminos, y que no tenía intención de retirarse.
Su matrimonio había fracasado muchos años antes, pero dijo que estaba en contacto regular con sus hijos de ese matrimonio, y que estaba mareado por un nuevo romance con una mujer de Modesto. Romero revivía solo en los últimos tiempos los hechos de hace ya 50 años del fatídico evento, Romero en aquel momento tenía 17 años y era bellboy del hotel y tras escucharse tres disparos y ver caer a Kennedy fue el primero que se acercó a él y trato de asistirlo. "Recuerdo que le estreché la mano y, tan pronto como la soltó, escuchamos esos terribles sonidos de alguien en sus últimos momentos de vida", recordaba Romero quien era frecuentemente entrevistado para testimoniar el fatídico incidente.
"Giré a mi izquierda, y todo lo que pude ver fue un pequeño grupo de personas, quizás a 10 pies de distancia, simplemente luchando, empujando, luchando, luchando", dijo, describiendo el pandemonio después de que el hombre armado Sirhan Sirhan abriera fuego. Cuando Romero volvió a mirar a Kennedy, vio al hombre que acababa de ganar las primarias presidenciales demócratas de California en el suelo cerca de una máquina de hielo. "Mi reacción inmediata fue tal vez que sus amigos lo empujaron hacia abajo para evitar que se lastimara. Pensé que podría necesitar ayuda para levantarse, así que corrí hacia él", recordaba Romero, quien falleció a la edad de 67 años.
"Tenía esa mirada lejana en sus ojos. Me arrodillé junto a él y puse mi mano entre su cabeza y el frío cemento ”, añadió en entrevistas publicadas en años recientes. Una foto en blanco y negro de Romero arrodillado junto al senador herido de muerte se convirtió rápidamente en la imagen más icónica de la tragedia estadunidense.
No fue hasta que llegó a los 60 años cuando Romero finalmente vio algo en la imagen que lo ayudó a aceptar su lugar en los libros de historia. “Hace unos cinco años, finalmente miré la foto y realmente la estudié. Finalmente pude ver lo que muchas otras personas vieron. Aquí estaba un senador que trataba de ayudar a las minorías, gente que no podía ayudarse a sí mismo, y en el momento en que necesitaba ayuda, había un camarero mexico-estadunidense que intentaba consolarlo ”, dijo Romero.
Romero, quien se convirtió en padre y abuelo y que trabajó en la industria de la construcción en San José, California, emigró a Estados Unidos desde Nayarit, México, cuando tenía 10 años. Romero comentó que al compartir sus recuerdos en el aniversario de la muerte de Kennedy, esperaba alcanzar a al menos una persona joven de hoy que podría sentirse de la misma manera que lo hacía cuando era adolescente. "Mi esperanza es que hablar sobre (Kennedy) haga que una persona joven mire hacia atrás en la historia y escuche sus palabras y retome su forma de pensar".
Fuente. 20 minutos
