Archive for Mayo, 2022

¿Quién habla?

Jueves, Mayo 26th, 2022

Hace unos años tomé un taller de creación literaria que se llamaba “Cuentos desde el diván”. Se trataba de escribir desde la perspectiva del psicoanálisis. Y es que, se dice que el psicoanálisis es la cura a través de la palabra. Así que ahí estaba yo con mi carta de amor que parecía más un ejercicio de catarsis en retrospectiva que una historia para best-seller. - ¿A quién le escribes? – me preguntó en ese entonces mi añorada maestra de Literatura. Obvio no a mi amor de estudiante. Tal vez a su fantasma. Lo más seguro es que fuera para mi Yo de 18 años.

¿Quién habla en el diván?. Dicen los psicoanalistas que el “Sujeto de lo Inconsciente”. Aquel que se deja hablar por el llamado “ello”. Pero, ojo, no lo hace todo el tiempo. En su segunda tópica, Freud fundamenta su teoría en tres instancias psíquicas: el Ello, el Yo, el Super Yo.

A través del Ello habla el “Deseo”, que no es precisamente lo que queremos, al contrario, es conflicto, es contradicción, es lo que insiste, angustia e incómoda. Escuchar al “Ello”, es escuchar entre líneas lo que las palabras juegan para expulsar en lenguaje los significantes que nos atraviesan. Por ejemplo, estar recostado en el diván y preguntarse: “¿Cómo puede pagarse una deuda de amor?”. Soportar el silencio del analista. Y al cabo de unos segundos, él mismo pueda responderse: “No-iendome”. Lo que el paciente haga con esa fusión del verbo oír e ir, dependerá de su propia escucha e historia de vida.

El “Yo” es, por decirlo de manera coloquial, nuestra parte consciente, es el que se defiende y usa mecanismos como la negación o la represión para apagar la culpa que el “ello” provoca, para no enloquecer. Es el “Yo” el que se fortalece con repeticiones de mantras diarios, el que se empodera y merece, el que insiste en darse amor propio (aunque conseguir éste sea el oasis en el desierto). En el diván entonces el “Yo” es el que repite: “Pero no me dolió”. Es el ego puro, pues.

El “Super Yo” tiene que ver con nuestro lazo con los otros, con la Ley y todo aquello que nuestros padres nos dijeron que “estaba bien” o “estaba mal”, con la cultura y ese malestar de tener que ser lo más civilizados y políticamente correctos para no ser expulsados, castigados, caer en pecado. El “Super Yo” es el que vigila y castiga al “Yo”, por cortesía del “Ello”.

Entonces… ¿Quién habla en el diván?. A veces nuestro ego herido, a veces nuestros padres y sus cantaletas o creencias que nos heredaron, a veces nuestros más oscuros deseos, a veces la culpa, a veces el miedo, a veces no se pueden articular palabras y entonces el silencio también habla, pero esa es otra historia.

Karina Cruz Ruiz

Psiconanalista

Twitter/@Karycruiz

El Eterno Retorno

Jueves, Mayo 19th, 2022

La idea de Nietzsche sobre que cada uno de los instantes de nuestra vida se va a repetir infinitas veces, es para volarse la cabeza. La noche del domingo conducía a casa y me acompañaba la luna, conforme avanzaba, notaba cómo iba menguando producto del eclipse anunciado para ese día. Al llegar a casa, mientras contemplaba cómo se iba tornando oscura con ese efecto conocido como “Luna de sangre”, recordé que apenas tres años atrás, había acompañado a mi esposo al pie de la pirámide de Cholula, para fotografiar ese mismo fenómeno celestial.

Recordé entonces esto del Eterno Retorno que llevaba masticando las últimas 24 horas porque comencé a leer “La Insoportable Levedad del Ser”, la emblemática novela del checo Milan Kundera. Aunque conocí esta joya literaria hace más de dos décadas, me reencontré con esta historia y, aunque repita sus páginas, la lectura es distinta.

De eso va el Eterno Retorno - según entiendo a los filósofos-, como Heráclito que nos decía que no es posible bañarse en el mismo río dos veces. Si bien, el eclipse, un libro o el mismo calendario gregoriano transitan una y otra y otra y otra vez, nos afectan de distinta manera, porque aunque nosotros seamos los mismos (en nombre y apellido), somos otros en cuanto a experiencias de vida.

Esto que insiste e insiste e insiste e insiste, en psicoanálisis es conocido como lo inconsciente, lo real que emerge. Sigmund Freud, el padre del psicoanálisis, leyó y se voló también el cabeza intentado cavilar lo que Nietzsche ingeniaba. Entonces el famoso doctor judío, nos habla de “Recordar, repetir, reelaborar”, una triada que opera en el diván.

Y es que a eso vamos. Uno se recuesta en el diván y comienza a hablar. A hablar de lo primero que se venga a la mente. De eso que le duele, que le intriga, que le asusta, que le conmueve o paraliza. Al diván, generalmente se llega con muchas preguntas, o una sola que está encubierta por otras tantas. Y el analista escucha. Escuchamos significantes. El trabajo del análisis es que el paciente reelabore dichos significantes. Spoiler alert. El psicoanalista no tiene las respuestas. Si acaso, si para algo sirve el psicoanálisis es para seguirse preguntando.

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Karina Cruz Ruiz

Psicoanalista

Twitter/karycruiz