¿Se creen los muy muy?
Lo de hoy es ser amigo de los políticos. Si, de todo aquél que quiera, pretenda, aspire o suspire por un cargo de elección popular. Sean futuros diputados, dirigentes partidistas o ¿Por qué no? algún obstinado, o bien, despistado que insista en querer suceder al mismísimo gobernador del estado.
Nadie, nadie pues se quiere quedar fuera de la jugada. Todos los días los perfiles de Facebook se actualizan a pasos agigantados. La guerra en Internet la gana quien sube más fotos con los rostros famosos de la grilla poblana. La gana quien publica mayor número de enlaces, notas, links y videos.
No sólo los seguidores, sino los mismos Enrique Doger Guerrero, Enrique Agüera Ibáñez, Alejandro Armenta Mier, el guapisisimo Enrique Peña Nieto, la siempre firme Beatriz Paredes y hasta los desangelados candidatos priístas y panistas que “hacen todo lo que pueden” para que el próximo 5 de julio usted y yo crucemos sus nombres en la boleta electoral.
Aunque algunos no requieren precisamente nuestro voto este año, hacen caso al famoso dicho “Camarón que se duerme…” y pelean simpatías en la red de redes; tal es el caso de Rafael Moreno Valle Rosas, senador del PAN que está más que apuntado para ser el candidato ex priísta que le daría al partido azul la primera gobernatura poblana.
“¡Yo también soy amigo de Doger… ah y de Agüera también!”, suele uno escuchar cerca y lejos de la mesa donde se esté sentado, pero sí la emoción con que cada cual lo expresa es de origen grande, los mensajes escritos con que responden al mínimo saludo de sus “amigos” resulta más que sorprendente. Filas enteras de “¡gracias Doctor, estamos pendientes!”, “¡seguimos adelante con usted rector!”, “¡Unidos en el PRI por la victoria, Alejandro!, y comentarios similares son el pan nuestro de cada día en cada uno de los perfiles de nuestros políticos poblanos.
No es por nada pero lo que más me sorprende es que todos estos personajes se tomen el tiempo y la dedicación para “subir” las decenas de fotos de cada uno de sus eventos, publicar los links a sus últimos videos o enviar un mensaje global con la cuenta regresiva y los ánimos al cien de cara a la jornada electoral en puerta. Obvio la cosa no funciona así, creerlo resultaría como cuando los compañeros de la escuela gritan y sueltan a bocajarro que los Reyes Magos no existen y que son los papás de cada quien.
Pero al igual que ocurre en la primaria, uno prefiere hacer oídos sordos y creer lo que quiere uno creer. De tal manera que si, ya metidos en la dinámica multimedia, los políticos poblanos, aunque usted ni yo lo creamos, lo están logrando: están moviendo el corazoncito de sus simpatizantes cibernautas, esos que se hacen fan de todo lo que ellos sean fan, esos que le dan clic al “Me gusta” de cualquier opinión o frase que publiquen, esos que etiquetan la foto en la que salen ahí, en medio de una decena de panistas o priístas que repartían volantes o los platos con carnitas en el evento al que llegó “el candidato” o “la candidata”. Y yo me pregunto ¿será que de verdad su fuente de inspiración es la ideología de partido y no el mero hueso como mi mal pensada cabeza insiste en creer?
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