El Canje de Placas: todo al último

No es por presunción. Ni tampoco por burla. Aclaro. Pero yo no padecí ni me enteré a fondo de qué se trataba eso del Canje de Placas. Cambié mi auto el año pasado y me lo entregaron ya emplacado y listo para circular por Puebla. Así que cuando escuchaba eso de que se acababa el plazo, que eran gratis las placas, que si no cumplían ahora sí se iban a ir al corralón pues yo ni me inmuté. Eso sí, al inicio de la campaña de reemplacamiento pregunté inocentemente si yo tenía que hacerlo, por si acaso, pero mi esposo me tranquilizó y me afirmó que ya no era necesario.

Aún así, sí me llegó el bombardeo informativo de que los módulos estaban abiertos, incluso algunas personas me comentaron que el proceso era muy rápido, que sí, se veía larga la fila, pero que avanzaba rápido. Luego entonces, ¿cómo por qué miles de automovilistas no fueron en junio, julio, agosto o ya por lo menos a principios de septiembre?

Este proceso de canje de placas, gratuito en su primera etapa, es una muestra más de que la decidia cuesta y cuesta caro. Aunque, según las autoridades, casi el 90% del padrón vehicular ya tiene los metáles de recuadro azul y han desechado los del borde tricolor, las largas filas y el caos que los morosos vivieron ayer son un ejemplo más de que seguimos dejando para pasadomañana lo que pudimos haber hecho hace un mes. Tache.

Quienes no lograron por tiempo, esfuerzo o rebeldía llegar a completar el trámite hasta este martes, ahora deberán hacer el proceso normal con todo y el costo oficial que esto incluye, es decir, desembolsar algo así como mil 200 pesos para que los agentes viales no se lleven tu unidad móvil al corralón, porque de ser así, la cosa se pondrá peor por aquello de los abusos de las empresas de grúas y los artículos violados que implican multas espantosas. Creanme, yo sé lo que les digo.

Aquí un resumen de cómo se vivió la jornada de este martes en el CIS de Angelópolis y otros centros de canje.