En mi infancia tuve gatos. Tres en total. La custodia era compartida con mis hermanos. Siempre los he preferido a los perros, por aquello de que no te llenan de baba o te quieren morder los pies patas cuando llegas a casa y su sistema de desecho es cien veces mejor (ya saben, la técnica esa de rascar, hacer del baño y luego tapar su hoyo).

Tengo una amiga que es fan de los gatos. Tiene cinco. ¡Cinco!. Empezó por adoptar una, luego esa se reprodujo y se quedó con algunas crías, después creo que ha ido recogiendo a todo el que se encuentra herido en la calle. Ojalá no llegue a convertirse en la Cruela De Vil de los gatos.

Sirva toda esa introducción para hablar del Día Internacional del Gato, que se “celebró” ayer. Así es, ya no nos sorprende que en aras de darle una fecha a todo, también los felinos tengan su día en el calendario.

Según el ciberespacio, la faramalla del Día Internacional del Gato se debe a la muerte del gato de la hija de Bill Clinton. “Socks, el gato, fue adoptado en 1991 cuando Chelsea Clinton lo encontró afuera de la casa de su profesor de piano en Arkansas. El animal fue sacrificado en  Hollywood, Maryland, después de haber sufrido cáncer de mandíbula, los veterinarios estimaron que habría cumplido 20 años. Tras la muerte de Socks causó polémica en las redes sociales y se fijó como el 20 de febrero para festejar a estos animales”, explicó la revista Animal Político.

Vaya, el propio escritor y periodista Carlos Monsiváis – que en paz descanse – se creía parte de los mínimos pues siempre decía: “Soy un gato sin gracia y sin siete vidas…”

En las redes sociales llovieron las imágenes, chistes, fotos y mensajes alusivos a los gatos, vaya, la comunidad aprovechó para darle rienda suelta a su amor por estas mascotas.

Los Mallas se estiran y te lo adivinan. Así como se lee. Bajo el entendido de que si pudieron predecir el fin del mundo marcado para este 2012, entonces pueden adivinar cualquier cosa mundana que los mortales podamos preguntar.

A través de su página web, su cuenta de Twitter y próximamente de su aplicación iPhone, Los Mallas están disponibles las 24 horas para hacerte una de sus predicciones.

“Es un favor muy grande el que nos hacen, dedicar su último año en la tierra a ayudar a los demás. ¿Quieres saber si vas a morir por culpa de un ataque zombie?, ¿Si tendrás una muerte ridícula?, ¿si serás el encargado de la continuación de la especie? Pregunta, que el tiempo corre. Entra en la web o, si lo prefieres escribe un tweet que comience por ‘Pregunta para @los_mallas’ y harán su predicción”, de esta manera invitan a los cibernautas a sumarse a su causa.

Para muestra de los originales que resultan este trío de chicos montados en mallas dale play al siguiente video:

El ingenio es tal que hasta tienen calendario oficial, aquí te dejemos por lo pronto el mes de julio. Si lo quieres completo entra a http://losmallas.com/

Millones nos pusimos el calzón rojo y hasta uno amarillo para que el amor y el dinero tengan buenos augurios en este 2011. Otros tantos devoramos en segundos doce uvas sin reparar por completo en los deseos que anhelamos para cada mes de este año que ya consumió sus primeras 48 horas.

Sin embargo, el mundo no es un cuadrado y como la historia nos lo ha demostrado en el caben todo tipo de creencias, idiosincrasias y estilos de vida.

Lo que el calendario gregoriano marcó este 1 de enero como el inicio del año 2011, para otras culturas no fue así. Los chinos, por ejemplo verán finalizar su año 4708 el próximo 2 de febrero. Los musulmanes, por su parte, viven en pleno año 1432 y será hasta el 26 de noviembre cuando renueven su calendario. A su vez el pueblo hebreo suma ya 5772 años en su cuenta, para ellos el momento de cambiar de año será el 29 de septiembre.

Ahora bien, en cuestión de fiesta, los primeros en recibir el 2011 fueron los habitantes de Nueva Zelanda. En ese país un impresionante espectáculo de fuegos artificiales puso el punto de partida a las celebraciones del Año Nuevo en el mundo. Luego llegó la fiesta a Australia, donde se utilizaron 7 toneladas de cohetes para cautivar con su belleza a más de un millón de espectadores.

En Dubái recibieron el Año Nuevo con un sorprendente espectáculo de luces multicolores que alumbró el edificio más alto del planeta.

En Londres los fuegos artificiales alumbraron los puntos más emblemáticos de la capital británica: el Big Ben, la noria y el malecón del Támesis.

Los holandeses dieron la bienvenida al Año 2011 de acuerdo con su tradición de hace más de medio siglo: más de 27 mil personas en 63 lugares de los Países Bajos se sumergieron en las aguas gélidas del Mar del Norte batiendo el récord de asistencia.

FOTOS: AFP