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El estrés en la vida de los mexicanos

Jueves, Mayo 30th, 2013

La palabra estrés está de moda. La mencionamos al menos una vez al día. Creo que se ha hecho común en nuestro vocabulario y ya nos “estresamos” por todo, o sea ya no aguantamos como nuestros antepasados. Ya parece que nuestras abuelitas se tronaban los dedos por tener que cocinar, lavar, planchar, echar el tejido y amamantar a la docena de hijos. En fin, como las chicas de hoy ya no somos como las de antes, pues nos las pasamos de mártires quejándonos por tanto “estrés”.

Así las cosas, en su último trabajo, Consulta Mitofsky le preguntó a mil mexicanos sobre sus hábitos de preocupación, tensión y relajamiento, aquí los datos principales que arrojó su encuesta:

Durante una semana regular el 55% de los mexicanos tiene dificultades económicas, el 45% padece problemas de tránsito, el 33% menciona padecer depresión o cansancio excesivo, el 30% suele tener alguna discusión con familiares como padres, hermanos o hijos, el 28% dice sufrir algún dolor de cabeza, el 27% tiene diferencias o discusiones con su pareja y solo un 9% declara tener diferencias con su jefe o sus compañeros de trabajo.

Preguntando a los mexicanos sobre qué es el estrés, se obtuvieron muchos significados: 16% lo definen como cansancio, un 12% como presión, un 9% como problemas o preocupación, 5% como desesperación o mal humor y un 4% como enfermedad o como nervios/neurosis.

A pesar de las grandes demandas del entorno en la vida cotidiana, el 76% de los mexicanos consideran que viven con poco/nada de estrés de manera personal y solo un 24% menciona tener con mucho/algo de estrés.

Estrés en las alturas

Martes, Mayo 28th, 2013

En el mundo hay un sinfín de técnicas para el manejo de estrés. Algunos médicos y psiquiatras recomiendan respirar profundo, calmarse ante cualquier situación, respirar en una bolsa de papel, escuchar música y hasta tomar un poco de agua… pero ¿caminar en las alturas?

Brian Mosby es un joven norteamericano, instalado en la ciudad de Río de Janeiro en Brasil, que para calmar el estrés y alcanzar el punto más álgido en la concentración recurre a un paseo a 850 metros de altura.

No obstante, el paseo no se hace en transporte, avión o avioneta, sino a través de una cuerda, sin zapatos y atado en cintura a una soga que recorre dos de las montañas más imponentes de la zona.

Y para muestra, un botón. El hombre debe relajarse, concentrarse en exceso para impedir que las ráfagas de viento no lo azoten por el aire y quede suspendido de la cuerda, que lo separa de un buen golpe en tierra firme.

Aquí, las imágenes:

Trotamundos

Viernes, Septiembre 28th, 2012

¿A quién no le gusta viajar? La verdad es que si uno pudiera se la pasaría recorriendo el mundo, probando sabores, deleitándose la pupila, conociendo olores y descubriendo todo tipo de culturas. Duncan Forgan enlistó 50 razones por las que “es fabuloso ser un viajero del mundo”, a propósito de que este jueves 27 de septiembre fu el Día Mundial del Turismo.

A continuación las 20 mejores que elegí por experiencia propia:

1. Puedes cenar como un señor feudal todas las noches, y aun así perder peso por tanto caminar.

2. Ya sea que estés muriéndote de miedo en el transporte local o bañándote en el sol junto a una caja de cervezas, supera cualquier cosa que tus amigos estén haciendo en casa.

3. El bufet del desayuno. Fruta fresca y granola, hash browns (papas fritas picadas y trituradas) y salchichas, huevo y quizá algo de queso azul y jamón.

4. Si no te cae bien alguien, no tienes que hablarle nunca más.

5. Sin importar cuán limitado en el idiomas estés, las palabras beer (cerveza), bathroom (baño) y hotel funcionan en casi cualquier lugar.

6. Es fácil, de hecho es imperativo, apagar el interruptor de noticias depresivas y programas de televisión horribles que el resto del año llenan tu vida.

7. Finalmente puedes terminar el libro con el que te quedabas dormido cada noche durante los últimos tres meses.

8. El clima. Incluso la lluvia parece algo exótica cuando estás en el extranjero.

9. El sonido de caminar en un nuevo lugar sabiendo que no estás trabajando es uno de los momentos más grandes de la vida.

10. Puedes vestir cualquier cosa. ¿Pantalones tailandeses holgados con una camiseta? Hazlo, nadie se inmutará.

11. Aprendes sobre el país que visitas por experiencia, no en Google o National Geographic.

12. Finalmente puedes usar todas esas frases extranjeras que aprendiste en la secundaria como: “Voulez vous coucher avec moi, s’il vous plaît?”

13. Una siesta en la tarde no es “aceptable”; es una necesidad.

14. Puedes probar especialidades locales que antes sólo habías visto en televisión: balut (huevo de pato, Filipinas), dedos fritos de pies de monos (Indonesia), tête de veau (cabeza de ternero, Francia) y hormigas asadas (Colombia).

15. Esos numeritos infantiles que la gente hace en las fotografías; la punta de tus dedos en la cima de la Torre Eiffel, posar con gladiadores falsos en el Coliseo o sosteniendo las Pirámides de Giza; sí, también los puedes hacer ahora. Genial.

16. Puedes ser un perezoso desordenado sabiendo que se le paga a alguien más para que todo esté impecable al día siguiente.

17. Los guapos son exóticos y diferentes.

18. Puedes mezclarte con una amplia gama de nacionalidades y escapar de ellas al día siguiente.

19. Tu sentido de apreciación por tus alrededores regresa.

20. Puedes malgastar el dinero con el conocimiento de que las experiencias son más valiosas que las cosas.

21. Puedes deshacerte de tu teléfono móvil y laptop sin estrés. Phileas Fogg no estaba en línea todos los días y tampoco tú deberías de estarlo.

Bajándole al estrés

Jueves, Octubre 27th, 2011

Anoche me hicieron enojar… pero sólo un poco. Después de conducir un rato y poner un poco de música a todo volumen, mis nervios se relajaron y recordé que no hay que hacer tormentas en vaso de agua.

Por el bien de mi panza y la colitis nerviosa a la que está sujeta procuro ya no estresarme, hacer corajes ni desgastarme, así que mientras algunos especialistas debaten sobre si el berrinche debe ser considerado una enfermedad mental o no, les comparto diez maneras de calmar el famoso “mimiquis” (¿así se escribirá?) que Yannina Thomassiny enlistó para el portal Chilango.com,

“1. Duerme bien. Si descansas mucho siempre estarás de buen humor. Dormir poco hace que tu cuerpo no funcione de la misma manera.

2. Si eres mujer, ten un calendario de tu periodo. Si te sabes de memoria las fechas en que éste llega podrás controlar de mejor manera los cambios hormonales.

3. Mantén tus cosas en orden y limpias, un ambiente así siempre ayudará a que tu humor mejore. Si está todo tirado te complicarás más la vida a la hora de las prisas.

4. No permitas que el tráfico te robe la paz con la que saliste de casa, busca maneras de entretenerte en el coche (aquí muchos tips), y no enfoques tu mente a observar quién se te mete o quién avanza más lento.

5. Si sientes que tu mal humor es por falta de sexo, no le permitas que gane este round: aplica la mano amiga.

6. Hacer ejercicio es la solución mágica al mal genio pues genera endorfinas que funcionan como neurotransmisores y generan el efecto analgésico y de sensación de bienestar.

7. La falta de vitamina B1 o Tiamina provoca mal humor, estrés y falta de concentración. Come germen de trigo, acelgas, arroz, aguacate, aceituna, cereza, ciruela, guayaba, papaya, cacahuates, almendra, nuez, calabaza, cebolla, col, espinaca, lechuga, tomate, zanahoria, chile, perejil, pimiento, avena, tocino, carne de cerdo, pan y leche. Y sé feliz.

8. Evita las relaciones amorosas conflictivas. Una relación sana te mantendrá de mejor humor y actitud ante el mundo. Recuerda que más vale solo que mal acompañado.

9. Sal de la ciudad lo más seguido que puedas, respirar otros aires siempre cae bien. Date tiempo para descansar y estar rodeado de naturaleza.

10. No seas workaholic, separa tus horas de trabajo de tu vida personal, nadie nació para trabajar 12 horas diarias. El estrés laboral puede restarte tiempo de vida.”

Estrés

Miércoles, Diciembre 30th, 2009

 

Se acabó el año. Bien o mal, como quiera que la hayamos librado, deberíamos darnos un aplauso por el simple hecho de sobrevivir a la jungla humana en la que por momentos lo más importante es todo menos el bien común.

 

El dinero es la fuente número uno de estrés en 10 de 16 países en los que se aplicó una encuesta global publicada el reciente número de la revista Selecciones.

 

Cuando era niña vivía agobiada por la paz mundial y el fin del mundo, con el tiempo (y por mi propio bien) tuve que aprender a desligarme de esa angustia existencial. Pues bien, en el siglo XXI, resulta que el estado del planeta y la humanidad constituye una importante fuente de estrés, siendo la principal respuesta en tres países (Alemania, Brasil y España) y la segunda en nueve más.

 

La familia como núcleo social también forma parte de las preocupaciones de los terrícolas, en Francia y Rusia esta problemática toma dos vertientes. Los franceses están acongojados porque la tasa de nacimientos reporta un auge sin precedentes, mientras que los rusos ven como su descendencia va en declive.

 

Por último, aún cuando debiera ser nuestra principal ocupación debido a que sin ella todo lo demás no importa, la salud es un aspecto que al mundo poco le importa, pues sólo en Italia el 30% señaló este aspecto como su principal preocupación.

 

Ahora bien, en términos cotidianos, un análisis del Instituto de Investigación del Estrés de la Universidad de Estocolmo, Suecia, afirma que en Japón, se da un promedio de 30 mil suicidios al año, siendo el estrés una de las principales causas. Y es que los japoneses sobrepasan las jornadas de trabajo oficiales, que oscilan entre las 40 y 45 horas semanales.

 

A una conclusión similar se está llegando en México, los problemas laborales provocan que un 30% de los trabajadores presenten síntomas de estrés. Sin embargo, sólo en España y Colombia se reconocen como enfermedades de índole laboral las dificultades de salud que ocasiona la aceleración del ritmo cardiaco y la angustia derivados del clima laboral y la carga del trabajo.

 

Luego entonces, la transición de 2009 a 2010 es un buen momento para relajarnos y reordenar nuestras prioridades en la vida para iniciar el año nuevo con los pies firmes en la tierra y seguros de que todos los pasos que demos serán por convicción propia.