El mole poblano, los chiles en nogada, las chalupas, las cemitas y loso tacos árabes son algunos de los antojos que se han dado Alessandra Rosaldo, Eduardo Santamarina, Erick Elías, Sharis Cid, Andrea Torre, Otto Sirgo y la decena de actores que desde el domingo pasado rondan las calles de Puebla.

La grabación de la telenovela “Ni contigo ni sin ti”, además de ser parte de su trabajo, ha sido pretexto para que el reparto elegido por la productora poblana Mapat se pasee de lo lindo por la capital poblana.

Por el perfil en Twitter de @NiContNiSinTi nos enteramos que la novia de Eugenio Derbez y el recién casado con Karla Guindi se alojan en el Hotel Marriot desde la noche del domingo y ahí permanecerán hasta la tarde de este sábado, cuando regresarán a la capital del país.

Este melodrama entrará al aire por el Canal de las Estrellas el próximo 28 de febrero a las seis de la tarde, una vez que la malvada Teresa deje de espantar a los televidentes. Por lo anterior, los camiones de Televisa México regresarán continuamente a Puebla, donde se han como elegido locaciones la Avenida Juárez, el centro histórico y el Triángulo de las Ánimas.

Por lo pronto compartimos algunas fotos que el propio elenco ha tomado con sus celulares durante la grabación en restaurantes, mismas que después comparten en Twitter. La escultural Alessandra lo mismo luce como “Hulk” con tubos que muy guapa cuando se peina y se baña.

¡Vean el molito que se va comer Ale!, escribió el staff de la producción al subir esta foto.

El que se incorporó el jueves a la novela fue Eduardo Santamarina. La siguiente foto lo muestra en su papel de Leo, un invidente que siempre va acompañado de un niño llamado Toby (Robin Vega). Esta escena se grabó en una tienda de aparatos electrónicos ubicada en la 6 poniente casi esquina con la 11 norte.

También ha habido locaciones en la terminal de autobuses de la 4 poniente, Ahí Laura Carmine, Cesar Bono y María Marcela, grabaron la siguiente escena.

La costarricense Laura Carmine, incluso se ha dado el lujo de ir de compras y comer en La Fonda de Santa Clara de Angelópolis.

Más que “jurarse amor eterno” o darse el romántico y trillado “si”, lo que Enrique Peña Nieto y Angélica Rivero hicieron con el show de este sábado al medio día fue legalizar el amasiato, como se dice aquí y en China.

Hoy la novela armada para que este par se convierta en la pareja presidencial que gane simpatía y con ello votos de cara a la sucesión del poder ejecutivo en 2012, ha dejado de lado un par de detalles perversos que, de recordarlos, empañarían la imagen angelical y de cuento de hada que poco trabajo les ha costado a los artífices de este melodrama.

De entrada la bella Gaviota de 41 años no es una blanca palomita. Después de 14 años de vivir en unión libre con el hermano de Verónica Castro, José Alberto Castro, contrajo nupcias en Acapulco con el que hasta hace dos años era el amor de su vida. Con dos años de matrimonio eclesiástico y tres hijas a cuestas, la protagonista de la telenovela “Destilando Amor” se enamoró casi casi “a primera vista” del (en ese entonces) recientemente viudo y poderoso, gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto.

Luego entonces, el viudo de la política nacional más codiciado por las féminas movió cielo, mar y tierra para que el Papa Benedicto XVI bendijera su idilio con la actriz y, contrario a los tiempos que requeriría el trámite de cualquier cristiano común y corriente, logró liberar a su novia del pecado del adulterio al conseguir que la Santa Madre Iglesia determinara que aquella fiesta a la que acudieron 500 personas en Acapulco no fue una boda religiosa. Ahora si que le dijeron al “Güero” Castro “y hágale como quiera”.

Apenas en diciembre de 2008, la pareja de la farándula firmó un acuerdo legal, en el que supuestamente el hombre que le dio el primer papel a Angélica Rivera en la telenovela “Mi Pequeña Soledad”, a petición de la propia protagonista (Verónica Castro), se comprometió a dotar a sus tres niñas de un seguro de salud, apoyo monetario y educación. En términos económicos, desde entonces a la fecha la actriz recibe más de seis mil dólares al mes, de los cuales cuatro mil son destinados a la manutención, poco más de mil dólares para el chofer y otros gastos escolares.

Regresando a la “Boda del Año”, un aspecto importante han sido las publicaciones que la pareja ha hecho en sus muros de Facebook. Desde semanas antes del día del enlace matrimonial ambos escribieron románticas frases como la que subió la novia de esta historia: “Estoy muy agradecida con Dios por haberme puesto en el camino a un hombre tan maravilloso como Enrique. Un gran ser humano con quién comparto valores fundamentales en la vida: la familia, la amistad, la lealtad, el trabajo, la responsabilidad, la humildad, la compasión, la justicia, el coraje y la fe”.

Mención aparte merece el seguimiento en tiempo real de cada paso que hizo el sábado, el arreglo con el maquillista, la salida rumbo a la iglesia, la ceremonia civil. Lo sorprendente fueron los cientos de “Me Gusta” y comentarios que generaron las fotos y videos de la boda.