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Las cabinas del amor

Martes, Agosto 27th, 2013

Mientras aquí en México los amantes se refugian en los moteles de paso y los adictos al sexo le hacen el gasto a los prostíbulos, en Zúrich, las autoridades decidieron instalar cabinas especiales para tener sexo en plena vía pública, a bordo de un vehículo.

Esta política pública consiste en reservar dichas cabinas para que las trabajadoras sexuales presten sus servicios. Incluso, ubicadas en las afueras de la ciudad en una especie de “zona roja”.

La cosa funciona así: el cliente llega con 6 dólares (casi 100 pesos mexicanos), estaciona su auto entre las 7 de la noche y las 5 de la mañana (horario permitido). El resto corre por cuenta de la imaginación.

Estas “cabinas del amor”, forman parte de una medida del gobierno suizo para evitar a los proxenetas y alejar esta práctica de las áreas habitadas.

El proyecto tuvo un costo de 2 millones de dólares y beneficiará a 30 trabajadoras sexuales, quienes tendrán que pagar una “licencia” con un costo de 4 dólares para ejercer, además de presentar su seguro médico.

La mujer con el mejor físico

Viernes, Octubre 5th, 2012

Navegando por internet me topé con el título de un link que decía “La mujer con el mejor físico del mundo (Fotos)”. Lo primero que pensé fue que ese sería un tema perfecto pues “la carne” siempre es un buen gancho para los lectores. Sin embargo, al entrar al vínculo me llevé una sorpresa al ver que se trataba de la historia de quien fue la pareja del genio Albert Einstein, a quien desde niña le guardo cierto respeto y admiración.

Resulta que Mileva Maric, fue la primera esposa de Einstein y también “le hacía” a la ciencia ya que fue la primera mujer que cursó la carrera de matemáticas inscrita en el Instituto Politécnico Federal de Zurich, Suiza, donde conoció al galán en cuestión.
Einstein.

De acuerdo con el reporte de www.lapatilla.com en 1904, nació el primer hijo de la pareja y Mileva tuvo que dedicarse a atender las labores del hogar y procurar ingresos para la familia con la renta de cuartos a estudiantes porque el sueldo de Albert no alcanzaba para sufragar los gastos. Seis años más tarde, con el nacimiento de su segundo hijo con problemas de salud mental, Mileva le dedica más tiempo a su cuidado. De ahí que la pareja empieza a distanciarse.

Es entonces cuando Albert empieza a involucrarse con Elsa, prima de Mileva y es obligada por Einstein a cumplir con una serie de requisitos para poder permanecer en el hogar conyugal, instrucciones tan crueles como:

“A. Te encargarás de que:

1. Mi ropa esté en orden.

2. Que se me sirvan tres comidas regulares al día en mi habitación,

3. Que mi dormitorio y mi estudio estén siempre en orden y que mi escritorio no sea tocado por nadie, excepto yo.

B. Renunciarás a tus relaciones personales conmigo, excepto cuando éstas se requieran por apariencias sociales. En especial no solicitarás que:

1. Me siente junto a ti en casa

2. Que salga o viaje contigo.

C. Prometerás explícitamente observar los siguientes puntos cuanto estés en contacto conmigo:

1. no deberás esperar ninguna muestra de afecto mía ni me reprocharás por ello

2. deberás responder de inmediato cuando te hable

3. deberás abandonar de inmediato el dormitorio o el estudio y sin protestar cuanto te lo diga.

D. Prometerás no denigrarme a los ojos de los niños, ya sea de palabra o de hecho.”

Así las cosas, en público, continúan como una pareja modelo hasta que el divorcio ocurrió en 1919. Mileva recibió el monto del Premio Nóbel y regresó a vivir a Zurich en forma modesta con sus hijos.

Algunos historiadores señalan que Einstein le entregó el monto del premio porque fue ella en realidad quien planteó las bases de la Teoría de la Relatividad y que Albert las desarrolló. Dicha teoría se basa en la correspondencia que mantuvieron como novios y también en las declaraciones hechas por Mileva a una amiga acerca de que acababan de terminar la Teoría que haría famoso a su marido.

Mileva nunca más hizo ciencia, murió el 4 de agosto de 1948 en Zurich, Suiza en la pobreza y fue sepultada en el cementerio de Northeim Friedhof de donde quitaron su lápida por no pagar los impuestos respectivos.