Archivo de Junio de 2009

Puntada de margarita

Martes, 30 de Junio de 2009

Lesly Mellado May

Ni porque los líderes partidistas planearon terminar las campañas con escandalosas denuncias, este proceso electoral perderá su calificativo de gris, x

Si no es porque la opinión publicada dio entrada a la discusión sobre el voto nulo, nada podría decirse de este proceso marcado por candidatos de bajo perfil, campañas encabezadas por figuras del deporte, y promesas sobre seguridad y canasta básica que poco tienen que ver con las tareas legislativas.

Y es que las discusiones de fondo como la necesidad de cambiar el sistema político, legislar sobre figuras como el referéndum y el plebiscito, quedan fuera de la agenda de los candidatos con el argumento de que a la gente no le importa.

Tal vez no le importa porque no lo entiende, como tampoco lo entienden algunos de los que andan en busca de una curul en San Lázaro.

Parece que este proceso no fue más que la continuación de una inercia, de una tradición caduca que debe cambiar.

Cada proceso electoral es una simulación. Simulamos que somos democráticos, que tenemos reglas claras, que gastamos menos, que no compramos ni vendemos votos, que ahora sí vamos a cambiar.

Si los pronósticos se cumplen y el voto nulo se convierte en la tercera fuerza electoral quedará explícito el mensaje a los partidos, algo que ya todos sabemos: el PRI no convence con su discurso de cambio; el PAN no supo conservar el voto antiPRI; el PRD no sabe sumar, ni restar, ni multiplicar, su único talento es dividir; los minipartidos deben desaparecer.

Pintando el alfabeto en manta

Lunes, 15 de Junio de 2009

Lesly Mellado May

Crecí entre profesores y estudiantes normalistas. Como en todos los gremios, los había brillantes y torpes, chambeadores y flojos. Crecí escuchando sus canciones y poesías, sus historias en los internados de las escuelas rurales y sus eternas discusiones sobre el futuro de la educación.

La historia entre maestros y alumnos no era distinta. Por décadas las comunidades rurales fueron semillero de profesores. Bastaba con terminar la secundaria para ingresar a la Normal y de ahí una plaza segura en cualquier lugar del país.

La bohemia  era lo que más me gustaba de ellos, no importaba que fueran profesores de matemáticas, química o español, todos discutían de política y educación, cantaban y bailaban al son de las copas. La grilla hacía mancuerna con la música y los largos fines de semana en que peregrinábamos de una casa a otra.

Entonces los miraba ordinarios, pero hoy a la vuelta de los años no hago más recordarlos viviendo, enseñando y aprendiendo con pasión.  Igual jalaban orejas que se echaban una reta de basket o de baile, maestros y alumnos compartían la precariedad económica del país, y casi todos su origen rural y humilde.

Hoy, los estudiantes que desfilaban por mi casa son maestros a punto de la jubilación, con hijos universitarios, dueños de casas y autos modestos. Una vida que no habrían logrado conseguir si se hubieran quedado en sus pueblos. Los de poco talento se perdieron entre  polvo de gis, listas de asistencia y papelería; los comprometidos lograron el reconocimiento en sus comunidades. Unos y otros se sumaron al Consejo Democrático Magisterial Poblano, y los segundos, como en los viejos tiempos tienen una larga lista de argumentos para estar en la disidencia.

Cuando el movimiento apenas despuntaba, llamaron a los padres de familia para contarles los motivos de la lucha, y recibieron apoyo. ¿Por qué?, porque ningún padre en su sano juicio puede estar de acuerdo en que su hijo sea educado para ser un obrero con bajo salario y ninguna posibilidad de elevar su calidad de vida.

Ese es el modelo educativo organizado por el gobierno federal: privatización y restricción para el nivel superior.

Una de las cosas que más se les critica a los profesores son los bajos niveles de aprovechamiento y las magras calificaciones en la prueba Enlace. La respuesta, dicen, es que el problema de la educación no es pedagogía pura; sino desarrollo social.

Cada año en la secundaria de Teteles hay fiesta el día del estudiante. Una fiesta auténtica, hasta con marranito y todo. Es una de las pocas ocasiones en el año que los niños comen carne. Hay un problema tan público que nadie habla de él. Los niveles de pobreza son altos, al igual que el abandono de los padres, así que las madres se dedican a la prostitución en Atempan y Teziutlán. ¿Cómo le vas a exigir a un alumno en una situación así que ponga atención, estudie y saque 10? La sobrevivencia está por encima de la sapiencia.

Y no hay visos de solución: el programa Oportunidades no hace más que incentivar la procreación, entre más hijos tienes, más dinero te dan.

Me cuentan los profes que la prueba Enlace no toma en cuenta la heterogeneidad del sistema educativo. Una maestra de biología narra que en el examen vienen preguntas de laboratorio, y en su escuela no hay, y si hubiera con qué se pagarían las sustancias: “si mi pipiolera pudiera entrar a un laboratorio como el que usamos los maestros en el Benavente, pues otra cosa fuera, allá en el pueblo las disecciones las hacemos con gillette…”

Ahora que ya me dejan hablar en las tertulias, les hice un recuento de lo que dicen los columnistas sobre el movimiento magisterial y la forma en que fue creado e incentivado desde el gobierno del estado.

“Nos vale… la represión no se las vamos a perdonar. Elba y el precioso que se cuiden…”

Puntada de dominó

Lunes, 8 de Junio de 2009

Lesly Mellado May

Por todos lados me llega la campaña del voto blanco. Versiones a favor y en contra, y como pocas veces me cuesta trabajo tomar una decisión al respecto.

Los candidatos de mi demarcación son: Francisco Ramos por el PRI, Luis Mora por el PAN, y del PRD, PT y Convergencia ¿alguien puede informarme?. Lo confieso, hasta este fin de semana me ocupé de indagar quiénes son los candidatos de la “izquierda” y no pude dar con ellos. Busqué en internet, propaganda en bardas y postes, pregunte a mis vecinos, y nada.

Sé que Francisco Ramos tiene como único mérito ser amigo de uno de los vástagos del gobernador ¿cómo puedo darle mi voto?. Seguramente será un joven más que caliente una curul en San Lázaro, que atenderá exclusivamente a los designios de quien le dio la candidatura, y que no será capaz de meter las manos ni en defensa propia. Un cero a la izquierda, pues. Ah, casi lo olvido, acaba de enseñar el cobre promocionando su imagen en un portal de gobierno, el del Instituto Poblano de la Juventud, del que fue director antes de que lo metieran de candidato. ¿Esa es la sangre nueva del PRI?

Sobre Luis Mora, declaro que no estoy dispuesta a tachar la boleta a favor de un hombre que aplica sólo algunas reglas morales de su religión para asuntos públicos. Ya me lo imagino votando a favor de la militarización del país, de políticas económicas que irían en detrimento de las clases populares, de disposiciones que limitarían los derechos de las mujeres.

Se me acabaron los candidatos y no encuentro al menos peor.

Si decidiera emitir mi voto en función del partido, tampoco encuentro razones para tachar la boleta. ¿Encuentra alguna diferencia entre el PRI y el PAN? Yo no, y mire que los conozco de cerca.

Tomando en cuenta mis afinidades con la izquierda debiera votar por el PRD y/o anexas, pero en Puebla no son más que un satélite del PRI. ¿Votar por ellos?, no.

Tengo que reconocer que en todos los partidos hay militantes trabajadores y comprometidos con el desarrollo social, e incluso rebeldes a sus dirigentes, pero no están en mi distrito como candidatos.

Considero entonces anular mi voto, pero ¿serviría de algo decirles a los políticos que estamos cansados?

Yo creo que lo saben y no les importa.

No tengo claro qué haré con la boleta el 5 de julio, mi indecisión es compartida por un buen número de ciudadanos: ¿les haremos o no un favor a los partidos políticos anulando los votos?

Lo que sí tenemos claro es que el sistema político mexicano está agotado, al igual que la democracia electoral, por lo que es necesario evolucionar. Es tiempo de construir un nuevo país, las evidencias del deterioro económico y social está en todos los lados, todos los días; la vía electoral parece no funcionar… ¿qué nos queda?