Archivo de Septiembre de 2010

Los abandonadores

Jueves, 23 de Septiembre de 2010

Lesly Mellado May

La Volkswagen decidió crear una nueva planta de motores en Silao, Guanajuato, y no en Puebla, donde se asentó en los años sesenta.

Un amigo soltó a bocajarro por qué se iba la empresa alemana si Silao sonaba a un pueblo rascuache. La realidad es otra, los rascuaches somos nosotros y nos quedamos como la señora envejecida cuyo marido se lanzó a los brazos de una joven y estilizada mujer.

La armadora dio a la región poblana no sólo una importante derrama económica que generó pereza en los gobiernos que pensaron eterno el beneficio, en la cultura el Proyecto de investigación Puebla-Tlaxcala (1964-1969) marcó un hito.

Si bien Volkswagen se constituyó formalmente en México en 1964, desde antes se empezó a gestar el trabajo de la Fundación Alemana para la Investigación Científica que subsidió importantes estudios en la zona.

Los alemanes conocieron a detalle quiénes serían sus obreros y la tierra de la que sacarían en 1973 el primer auto para el mercado de Estados Unidos. Se realizaron estudios geográficos, arqueológicos, históricos y etnológicos, con el objetivo de entender las relaciones interétnicas en la región.

Entre la gente que participó en el proyecto se cuentan santones de la antropología y la arqueología mexicana como Guillermo Bonfil Batalla y Ángel García Cook. Hubo excavaciones en zonas arqueológicas y mucho más.

A la Fundación Alemana para la Investigación Científica se le debe, por ejemplo, el recuento exacto de posesión de tierras de los municipios conurbados a la capital desde la época virreinal.

Bajo sus auspicios se inició la reconstrucción de la pirámide de Cholula y se realizó un diagnóstico de la erosión hídrica del Valle Poblano-Tlaxcalteca (todavía hoy referente de los ambientalistas).

De hecho, no hay indagaciones sociales actuales que no hagan referencia al Proyecto de investigación Puebla-Tlaxcala que sobrevivió hasta los años setenta.

El gobierno alemán presenta así a la fundación: Organismo autónomo central de promoción de la actividad investigadora (www.dfg.de).

Y como todo en la vida, la actividad de la Fundación Alemana para la Investigación Científica tiene sus matices. Algunos académicos valoran en mucho el trabajo realizado en Puebla y Tlaxcala (en el que se incluyó a la UNAM y al INAH), y otros critican el afán explotador que tuvieron sus estudios.

¡Aguas¡ con el Soapap

Lunes, 13 de Septiembre de 2010

Lesly Mellado May  

La deuda del Soapap es cercana a los 2 mil millones de pesos.

El dato que ha sido publicado por los medios de comunicación, oficialmente está oculto. En el sitio web del Órgano de Fiscalización Superior del estado no se puede consultar la cuenta pública del organismo, pues “se encuentra en construcción”. En la página oficial del Congreso local la información no está al alcance de una buscadora limitada como yo. Anduve navegando un par de horas y sólo encontré que es un documento que aparece en el listado de los temas de interés clasificado así por la oficina de transparencia, pero que no se puede consultar.

Notas periodísticas dan cuenta de que el Soapap tiene una deuda millonaria; y testimonios vecinales de que el desfalco está siendo endosado a los ciudadanos.

Todo parece indicar que el actual gobierno dirá a la siguiente administración que son los usuarios lo culpables de la millonaria deuda.

El asunto empezó a maquinarse desde el año pasado. Aunque miles de medidores aun funcionan, el Soapap dejó de enviar los estados de cuenta de los usuarios. Cuando éstos acudían a pagar recibían de los empleados dos versiones: que el organismo tenía problemas con la empresa de facturación y que los medidores ya no servían por eso habían dejado de pasar a tomar lecturas del consumo.

Así, le propinaron a miles de usuarios cuotas fijas 100% mayores a lo que pagaban con los medidores. Y aunque hubo valientes que se inconformaron y demostraron que sus medidores funcionaban, igual tuvieron que obedecer a los señores abastecedores de agua potable y alcantarillado.

El vericueto no terminó ahí.

Este año, empezaron a mandar avisos urgentes de pago con amenazas de suspender el servicio. Y es que el bimestre que en 2008 se pagaba en 200 pesos, y que en 2009 pasó  a 400 pesos, para este 2010, como si del acto divino de la multiplicación del pan y los peces se tratara, llegó hasta los 64 mil pesos.

Cuando los usuarios llegaban a las oficinas del Soapap eran notificados que debían cantidades desproporcionadas por uno o dos bimestres de servicio: “Disculpe es que su factura es de 64 mil pesos, pero ya nos dimos cuenta que es un error, y le están haciendo su ajuste”.

El ajuste daba nuevamente los 400 pesos, cuota fija para varias colonias populares. Para el siguiente bimestre los empleados del organismo salieron con el mismo cuento, facturas por 20 mil y hasta 100 mil pesos, que tenían que ser ajustadas al consumo “real”.

En los comprobantes de pago que reciben los usuarios no se detallan los “errores del sistema”. Errores que parecen regla y que los mal pensados dicen, se registran contablemente como deudas condonadas a los usuarios.

¿Y cómo pueden probar los usuarios que las condonaciones son ficticias si el Soapap no emite documentos que den cuenta del consumo o la cuota fija que se debe pagar?