Archivo de Enero de 2011

Situación sentimental: comprometida

Lunes, 24 de Enero de 2011

Lesly Mellado May

Situación sentimental: comprometida. Así se define Puebla Vigila en su perfil de Facebook. Sí, la misma organización que reclutó gente de todos colores y sabores para inscribirlos como observadores electorales en la jornada del 4 de julio de 2010. La misma que contribuyó al triunfo electoral de Rafael Moreno Valle y que en últimos días organizó una protesta en el Congreso para repudiar la aprobación al vapor de la cuenta pública del gobernador Mario Marín.

La activación de una parte de la sociedad civil cansada del autoritarismo marinista fue uno de los grandes aciertos del ganador de la elección; pero también tendrá el tino de inhibir el progreso de la organización social y tiene todo de su parte.

En Puebla Vigila, según cuenta uno de sus integrantes, hay gente de todas las tendencias: “izquierda, derecha, centro y todo”.

Sobre el hecho de que la operación de ésta se dio en la Coparmex, dice que esa fue parte de la “riqueza porque nos empezamos a acostumbrar a la tolerancia para que Puebla esté mejor”.

Egresado de Letras de la BUAP se ofendió profundamente cuando le insinuaron que sus energías ciudadanas fueron utilizadas por El Yunque;  y empezó a trastabillar cuando trató de explicar a qué se van a dedicar ahora que no hay elección que vigilar, ni Marín que vapulear.

Entonces agarró un discurso estilo diputado: “Lo que queremos es conocer el Poder Legislativo y sistematizar la vigilancia”.

En el perfil de Facebook en el que tiene casi mil amigos, la organización Puebla Vigila se define así:  “Movimiento ciudadano a partidista (sic) que busca observar, vigilar e informar el proceso electoral, por medio de la sociedad civil, así como dar seguimiento a cualquier irregularidad antes, durante y después de las elecciones ”.

Con la conversación que sostuve con uno de los miembros más activos de Puebla Vigila y la fisgoneada en Facebook, me parece que no tiene mucho futuro, aunque hago votos porque esté equivocada y de verdad la sociedad civil ocupe el lugar que le corresponde en la vida pública sin arrebatos de frivolidad como decir que la organización de observadores electorales es capaz de tener una “situación sentimental comprometida”, o ponerse máscaras para ir al Congreso.

El último día del siglo XX en el Congreso

Miércoles, 19 de Enero de 2011

Lesly Mellado May

Ahora sí se nos acabó el siglo.

La LVII Legislatura de Puebla se fue con el ánimo de pasar a la historia. Y creo que así será, aunque no por el trabajo de sus integrantes, sino porque marcó el fin de una época.

Los poblanos siempre llegamos tarde, así lo hicimos al nuevo siglo y al nuevo país. Se nos fue la peor y más vieja versión del PRI y nos llegaron los tecnócratas.

El viernes 14 de enero de 2011 fue el último día del PRI, el último día del siglo XX en el Congreso, y como protagonista no podía haber personaje más emblemático que Mario Marín Torres.

Pero el protagonista de la versión extrema del priísmo mexicano se resistió a que le fueran tomadas las fotos de su último día en el poder y decidió no ir al Congreso a entregar su informe de gobierno. Y es que contrario al ex presidente Ernesto Zedillo, quien pasó a la historia como el “demócrata” que entregó tersamente el poder a un Ejecutivo emanado del PAN tras siete décadas de gobierno tricolor; Marín será visto como el último tirano del siglo XX poblano.

La última legislatura controlada por el PRI fue dirigida hasta su extinción por Marín, cuyo estilo de gobernar difícilmente podrá ser superado en el terreno de lo peor.

De última hora aprobaron la cuenta pública del señor gobernador y del secretario de Salud (por si las recochinas dudas el sucesor rompe el pacto de impunidad). De última hora sacaron la Ley Indígena y es que “olvidaron” que Marín proviene una comunidad popoloca. De última hora contrataron un mariachi para decretar “pero sigo siendo el rey…”

Una de las últimas ocurrencias de los otrora diputados fue dejar una herencia tangible al pueblo, una suerte de patrimonio mueble, una sala del horror, dirían otros: ¡sus fotos!

Sí, el siglo priísta quedó (esperemos no por mucho tiempo) colgado en las paredes de una sala de juntas del Congreso, con el rústico sello de su último gobierno. De algunas de las más antiguas legislaturas no consiguieron fotos así que pegaron viles copias fotostáticas de algunos diputados.

Y todavía como presumiendo el sojuzgamiento, el cuadro de cada legislatura está coronado por el gobernador en turno.

Algo llamó la atención del par de fisgonas con el que entré a ver la sala del horror: fue en los gobiernos de Mariano Piña Olaya y Mario Marín Torres cuando la caballada estuvo peor. Hombres y mujeres que no volvieron y difícilmente volverán a figurar en la vida pública porque consiguieron la curul únicamente a través del vasallaje. La perla, por supuesto, es de Marín, quien no conforme con ser el gran legislador, puso a su hermano Enrique de diputado.

Recuerdo una de las primeras estampas de la LVII que da cuenta exacta del autoritarismo, la simulación, el folclor y la crítica ignorada.

Empezaban sus días de vida parlamentaria. Luis Alberto Arriaga, conductor de noticieros Televisa Puebla se estrenaba como miembro de la bancada del PRI y subió a tribuna para marcar su terreno como vocero. Tras él pasó Pepe Momoxpan, diputado independiente, quien no dudó en exhibir el banco en el que sigilosamente había subido Arriaga para disimular su baja estatura. Pocos secundaron la risa de Momoxpan, ¡faltaba más! la mayoría tricolor guardó las formas.

Sí pero no

Lunes, 3 de Enero de 2011

Lesly Mellado May

Si hay algo que identifica al mexicano es la contradicción. O acaso no tenemos siempre a flor de piel el ahorita que no significa ahora, sino después o nunca.

Según el último estudio de Consulta Mitofsky los mexicanos recibimos el año 2011, faltaba más, con una contradicción en las expectativas. Mientras en el plano personal declaramos que abrimos la década con optimismo de mejorar laboral, económica y profesionalmente; respecto al país la visión es pesimista especialmente por la inseguridad.

De hecho, llama la atención que la precariedad económica ya no sea la principal preocupación como ordinariamente sucedía, y que este tema haya sido desplazado por la inseguridad.

“Mientras la expectativa personal es buena y está centrada en la economía, la forma en que se ve al país es negativa y por primera ocasión el mayor deseo sobre lo que le debería ocurrir a México es “Disminuir la inseguridad”, que desplaza a la economía”, reza el reporte publicado este 2 de enero en http://www.consulta.mx/Estudio.aspx?Estudio=como-se-siente-mexicano-3

“Hay una clara diferencia entre la forma en que ve su vida el ciudadano y la forma en que ve al país; mientras el fin de la crisis económica lo hace mejorar en evaluación, en expectativas y en ánimo personal, la presencia de la inseguridad los hace ver un país en problemas y con baja expectativa de mejorar”, concluye el documento.