Archivo de Mayo de 2011

Jorge, el “inoportuno”

Lunes, 30 de Mayo de 2011

Lesly Mellado May

El Congreso de Puebla tuvo un acto protocolario, junto al Ejecutivo signaron un acuerdo para sacar adelante las “reformas necesarias” sin que interfieran los intereses electorales de 2012, año en que se renovará la Presidencia de la República y el Congreso de la Unión.

Un acuerdo histórico, celebró el diputado panista Mario Riestra.

Jorge
, el inoportuno Ibargüengoitia, escribió sobre el caso en 1970:

¡Arriba la democracia!

Un parlamento sin oposición o con una oposición nominal, incapaz de producir nunca una resolución contraria a las disposiciones del Ejecutivo, es un órgano inválido.

Un gobierno que no tiene que enfrentarse a una oposición vigorosa en las Cámaras tiende, por el hecho mismo, a convertirse en un gobierno paternal. El Ejecutivo sabe lo que el pueblo necesita y hace lo posible por proporcionárselo, lo mismo que un padre de familia satisface las necesidades de ésta en la medida de sus posibilidades.

Pero el problema es que ni el país es una familia, ni el Gobierno es un padre. Es mucho más difícil saber las necesidades de 40 millones, que las de la gente que vive en la misma casa.

Entonces, existe la posibilidad de que un gobierno se equivoque sistemáticamente en la apreciación de las necesidades de su pueblo, y en este caso no puede producirse más que una enajenación que conduzca a la catástrofe.

A  mi modo de ver, la situación no deja de ser insatisfactoria. Una sociedad en donde todas las iniciativas vienen de arriba, es políticamente hablando, una sociedad infantil y, por consiguiente, altamente jerárquica. El que está en el poder, puede, y el que no lo está, o no tiene amigos en el poder, no cuenta.

P.D. No hay duda, señor diputado, el acuerdo es histórico, lo inventaron antes de que usted naciera.

Lo que le tiembla a Eduardo Rivera

Domingo, 15 de Mayo de 2011

Lesly Mellado May

Los últimos días han sido de temblores para el presidente municipal de Puebla, Eduardo Rivera Pérez.

Disponen de su casa y ni lo toman en cuenta; le llueve el fuego amigo y enemigo; le traban su Plan Municipal de Desarrollo; sus obras nada que arrancan; no atina a “colarse” en la elección del Consejo Estatal del PAN; el líder municipal de su partido, Gerardo Maldonado, en lugar de defenderlo, se ocupa de organizar cursos de cocina y de reflexión con damas de la tercera edad;  y encima de todo eso, le tiembla el Cabildo.

Y no me refiero a la acalorada sesión de la semana pasada, sino a la débil estructura del salón donde sesiona el máximo órgano de gobierno de la ciudad.

Basta con que el regidor Jesús Edgar Alonso Cañete intente levantarse de su silla para que el piso comience a cimbrarse. Lo mismo sucede si alguien camina de prisa o si medio golpea el zapato.

Quienes por trabajo tienen que estar en el salón ya se acostumbraron al movimiento, pero lo cierto es que hace algunos años no se presentaba esta anomalía.

Cabe recordar que buena parte de los corredores del primer piso del palacio municipal se desplomaron en el sismo del 15 de junio de 1999. Entre los daños más graves se contó el del salón de Cabildo.

La reparación corrió a cargo del ayuntamiento entonces encabezado por Mario Marín Torres. Mucho se discutió sobre la forma en que debía reforzarse la estructura, e incluso se habló de cambiar la sede del Cabildo por la debilidad del piso.

Durante el gobierno de Luis Paredes no se percibía lo endeble de la reparación, pues si bien llegaba a cimbrarse la estructura, era prácticamente imperceptible. Aunque se tenía la precaución de controlar el número de personas en el interior del salón para evitar sobrecargarlo.

Ignoro si a la fecha existe un dictamen de Protección Civil sobre el inmueble, pero lo cierto es que actualmente cualquiera sin ser perito logra percibir que existe un riesgo.

No es normal que con el movimiento de una sola persona el piso comience a temblar.

El presidente municipal debe ocuparse del caso. En las últimas semanas se han registrado dos sismos de mediana intensidad que seguramente han afectado la estructura.

Si ya vimos que los “grandes temas” no le han resultado, al menos que se ocupe de tener bien “su palacio”, no sea que un día de estos entre los temblores del planeta y los de su carrera política se le desplome el salón de Cabildo y ahí sí, entierro seguro.