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Bordando florecitas con listón rosa

Lunes, 20 de Abril de 2009

Lesly Mellado May

La única forma de perdonarle un mediano sazón a una molotriz es que sea una excelente conversadora; y así es la “Jovenaza, hace unos molotes dos tres, pero es una buena contadora de historias.

Comentábamos de la falta de decisión de la presidenta municipal de Puebla, Blanca Alcalá, y me sacó a cuenta la historia de un señor apodado “bigotes de puya.

Se distinguía por presumir valentía. Así que a cualquiera le sacaba pleito. No fueron pocos los que le tomaron la palabra, pero nunca llegaron a los golpes.

Aquí su técnica: ya que le habían tomado la palabra medía al contrincante.A ver, vamos a ver, sí nos vamos a dar en la madre, pero primero nos vamos a medir, les decía.

Se paraba frente al retador y comparando las estaturas, espetaba:No, cabrón, tú me quedas muy grande, contigo no me voy a pelear. La otra opción era:No, pendejo, tú me quedas muy chico, contigo no me voy a pelar.

El “bigotes de puya nunca encontró un contrincante de su pelo, así que nunca se agarró a madrazos, pero ganó fama. Aunque murió hace un par de décadas, la gente de su pueblo aún lo recuerda y “bigotes de puya ahora sirve de apodo para los sacones.

Dígame si la primera mujer que llegó a la alcaldía de Puebla no es como el “bigotes de puya, siempre agazapada, pocas veces hablando y siempre diciendo nada.

Se niega a abundar ante los medios de comunicación sobre los proyectos del panista Luis Paredes que ella está concretando: la concesión del alumbrado público a Citélum, y la concesión y edificación de un estacionamiento subterráneo en San José.

El colmo fue su decisión de huir de la sesión de Cabildo en la que se sometió a votación la reforma constitucional que impide siquiera discutir sobre temas fundamentales para las mujeres como la despenalización del aborto. En primera instancia, había tomado valor para que el Cabildo de Puebla votara en contra de la propuesta del PRIAN, pero después volvió a su carácter tibio y les dijo a los regidores de su partido que votaran como quisieran.

Prefirió estar ausente que difundir su posición sobre el aborto, y uno se pregunta ¿de qué sirve que una mujer tenga el cargo de primera regidora?, si al primer tema escabroso sale huyendo.

A un año de gobierno, me parece que Blanca Alcalá únicamente pasará a la historia como la primera mujer en la alcaldía, así a secas, así de simple e intrascendente.