Archive for December, 2011

Javier Lozano Alarcón: ni su familia lo quiere

Monday, December 19th, 2011

Que tiene la sangre más pesada que un saco de plomo, ya no es noticia. Lo que sí puede serlo es que al neopanista –ex melquiadista y ex marinista- Javier Lozano Alarcón no lo quieren ni en su casa.

Y es que el virtual candidato del PAN al Senado por Puebla está inmiscuido desde por lo menos 2009 en un tremendo (y penoso) pleito familiar por la disputa de una herencia.

Aliado con su hermano Gerardo, miembro de la Academia Mexicana de Derecho Internacional Privado y Comparado, el lenguaraz y desacreditado ex secretario federal del Trabajo reclama a Sergio, su otro hermano, la entrega de 24 millones de pesos producto de las rentas de los inmuebles que este administró durante 27 años en la ciudad de Puebla.

Es tal el encono que Javier y Gerardo Lozano lo tienen demandado por la vía penal, y Sergio, que ciertamente despilfarró el dinero, teme ir a la cárcel gracias a las influencias de sus parientes con el poder local y federal.

El pasado 20 de noviembre, en su edición impresa número 1829, la revista Proceso publicó “Los Lozano: herencia maldita”, un documentado reportaje de la periodista Rosalía Vergara sobre este asunto de interés público que retrata a la perfección la ya conocida personalidad conflictiva e histérica de quien pretende representar a los poblanos en la Cámara Alta.

Con permiso de la editorial, se reproduce íntegro para ir terminando de entender, si eso es posible, a un personaje que hoy, en la coyuntura electoral 2012, regresa a Puebla, la misma Puebla que siempre ha ignorado y minimizado, pero a la que ahora voltea y utiliza porque así lo dicta su muy particular Manual del Oportunista.

***

MÉXICO, D.F. (Proceso).- Sergio Lozano Alarcón tiene miedo. Sus hermanos lo acusan de fraude por 24 millones de pesos. Teme ir a la cárcel, pues además de ser abogados son influyentes: el menor de ellos, Javier, está al frente de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social; y Gerardo, el mayor, es miembro de la Academia Mexicana de Derecho Internacional Privado y Comparado, AC, y labora en el despacho Gallástegui y Lozano, del que es fundador.

Ellos dos son tan unidos que Gerardo incluso acompañó a Javier a las diligencias que se realizaron en Estados Unidos por el caso de Zhenli Ye Gon, quien acusó al funcionario de haberlo obligado a custodiar alrededor de 240 millones de dólares en una casa de Lomas de Chapultepec, dinero que, según el empresario de origen chino, iba a ser destinado a la campaña electoral de 2006.

Sergio dice a Proceso que las diferencias con sus dos hermanos datan de 2009, cuando se desató un conflicto luego de que él administrara durante 27 años un edificio de seis pisos con nueve departamentos, un penthouse, una antena satelital, un mezzanine, así como estacionamientos y un restaurante heredados por su madre y su abuela, quienes fallecieron de cáncer en 1982.

El 8 de diciembre de 1983, relata Sergio Lozano, Mario Alberto Becerra Pocoroba fue nombrado representante legal de los hermanos. Una de sus primeras acciones fue solicitar la transferencia y cambio de denominación de Inmobiliaria Del-Con, que pertenecía a su familia, por una sociedad anónima que llevaba las primeras letras del nombre de cada socio: Gejaser.

Refiere que el trámite fue autorizado el 22 de febrero de 1984 en la Notaría Pública número 19 de Puebla, encabezada entonces por Alberto Sidaoui Kuri. Desde esa fecha y hasta 2008, sostiene, sus hermanos no le exigieron que rindiera cuentas. Sin embargo, en noviembre de 2009 la situación cambió: ellos le pidieron que transparentara el destino del dinero de las rentas que cobró durante 27 años.

El reclamo provocó una ruptura familiar y, temeroso de que sus hermanos lo lleven a la cárcel, Sergio se puso en contacto con la reportera para contarle su versión.

EL ENTRAMADO INMOBILIARIO

Según sus estatutos, Consultores Gejaser está autorizada para comprar, construir, arrendar, enajenar, subarrendar, así como tener comisiones, representaciones y gravámenes en el rubro de bienes raíces.

Y en la escritura 35760 expedida en la notaría 106 del Distrito Federal se especifica que sus accionistas son, además de Gerardo, Javier y Sergio Lozano Alarcón, el propio Becerra Pocoroba y el abogado Eduardo Gallástegui Armella.

Becerra es diputado por el PAN en la actual Legislatura federal, en la que preside la Comisión de Hacienda y Crédito Público; Gallástegui, a su vez, es integrante del Consejo de Administración de Grupo Aeroportuario del Pacífico (GAP), una de las empresas vinculadas a PC Capital, el fondo de inversión creado para el salvamento de Mexicana de Aviación, declarada en concurso mercantil en agosto de 2010.

Gallástegui Armella es socio de Gerardo en el despacho Gallástegui-Lozano, que trabajó para Petróleos Mexicanos (Pemex) de 2000 en adelante y se adjudicó varios contratos de manera directa, entre ellos uno en 2007 para comercializar la marca Pemex en Estados Unidos (Proceso 1740).

La sociedad que Gallástegui tiene con los Lozano Alarcón, sobre todo con el titular de la Secretaría del Trabajo, llevó al funcionario a defenderlo en el conflicto de Mexicana. Javier Lozano llegó a declarar que los inversionistas debían ser los miembros de PC Capital; de lo contrario, dijo, la compañía sería declarada en quiebra (Proceso 1788).

Consultores Gejaser tiene 285 acciones con valor nominal de 10 mil pesos cada una. Los socios mayoritarios son los hermanos Lozano Alarcón, mientras que Gallástegui y Becerra Pocoroba tienen sólo una acción. El administrador único es Gerardo.

Sergio, quien es odontólogo de profesión pero está retirado a causa de una esclerosis múltiple y de su bipolaridad, cuenta a la reportera que él vive de las rentas de la herencia familiar y aclara que Gerardo nunca le pide dinero.

Dice que antes de que su madre y su abuela murieran, en el edificio que él administra, llamado La Boquería, “había una miscelánea, un súper y una florería”, inmueble que desde hace seis años fue rentado. Refiere que en 1993, cuando Javier y Gerardo intentaron venderlo, él se opuso, de manera que sólo vendieron uno de los departamentos –el 2-A–, que les compró un pariente lejano: Sergio Reguero Alarcón, entonces diputado federal del PRI.

Los dos hermanos, dice, se repartieron el dinero de esa transacción, y al año siguiente Javier transfirió sus acciones a Gerardo, dinero con el que se compró una casa.

MEA CULPA

Sergio admite sin más que, aun cuando estaba enfermo, despilfarró el dinero que obtenía de las rentas: lo mismo se iba de parranda que compraba motocicletas o viajaba; pero atribuye este “descontrol personal” a su bipolaridad.

A principios de 2009, 10 meses antes del pleito con sus hermanos, se mudó a la Riviera Maya, pero se mantuvo en contacto con ambos y con el abogado Luis Martínez, del despacho Cervantes Sáinz Abogados, entre 2009 y 2011. Sergio incluso muestra copias de los correos electrónicos que intercambió con Javier y Gerardo. En esas cartas se percibe el conflicto por dinero.

En una de ellas, por ejemplo, Javier le pide 50% de la renta de departamentos porque, arguye, en 2009 le compró a Gerardo la parte de las acciones de la sociedad que tenía. Sergio decidió regresar a Puebla, donde se enteró de que el 25 de septiembre de ese año sus hermanos lo excluyeron de Consultoras Gejaser.

Éstos arguyeron que Sergio había defraudado a la sociedad al ostentarse como administrador “de facto” y por la comisión de presuntos actos ilegales que, según el acta 28895 de la Notaría Pública 22 de Puebla, pueden derivar en acciones penales, civiles o administrativas en perjuicio de la sociedad.

En el documento se menciona también que el 20 de septiembre de 2009, en una asamblea extraordinaria, los socios de Consultores Gejaser lo acusaron de ejercer “espuria e ilegalmente la administración de facto”, así como de ser “deliberadamente omiso en la presentación de informes sobre sus gestiones, como lo marca la ley”; también lo acusaron de realizar “actos posiblemente fraudulentos”.

Sergio asegura que el embate en su contra arreció a partir del 16 de octubre siguiente, cuando Gerardo se dio cuenta de que el capital de Consultores Gejaser era de sólo 2 mil 850 pesos. Al mes siguiente, Sergio intentó ponerse en contacto con Javier mediante correo electrónico, pero dice que no obtuvo respuesta.

Entonces optó por enviarle una carta en la que le expuso:

“Verás, yo no tenía la intención de estudiar odontología ni quedarme a cargo del edificio. Yo quería ser arquitecto e irme a vivir a Australia. Cambié de parecer ante la insistencia de mi abuela y la enorme carga de conciencia y culpa que llevaba sobre mis hombros, sabiéndome un hombre mantenido por dos mujeres y que hasta ese día no había podido devolverles lo recibido.”

En la entrevista con Proceso, Sergio admite que durante el periodo que fue conserje del edificio nunca se preocupó por ahorrar o crear un patrimonio: “Viví la vida al día. Para mí todos los días eran mis últimos días. ¡Sí, señor! Así fue desde que, a los 27 años, me enteré de que tenía una enfermedad degenerativa, progresiva, mortal. ¿Programar a futuro? Nunca lo hice”.

Finalmente, dice, Javier le respondió: “Por lo demás –le dijo–, haremos con el edificio lo que más convenga a todos. ¡Ya lo verás!”.

Para saldar las cosas, Sergio intentó comprarle las acciones a Javier en 2 millones de pesos, pero él le contestó: “La verdad es que no entiendo cómo podrías juntar una cantidad de dinero así en un plazo razonable. Me encantaría poderte ayudar, pero ahora sí, ya no puedo. Platicaré con Gerardo al respecto”.

Dice que le pidió perdón a Javier por “cualquier cosa que haya hecho” para que tomara esa decisión, y asimismo le pidió tiempo para reunir la cantidad. Javier, dice, le respondió que él no tomaba decisiones con el hígado:

“Simplemente, con lo que gano (como titular de la STPS, 136 mil pesos mensuales) cada vez me alcanza menos y necesito dinero para lo que viene (sic). Ya has tenido para ti solo las ventajas de administrar y obtener las rentas del edificio por muchos años. El subsidio, pues, se acabó. No tendría inconveniente en venderte mi parte, pero no puedo esperar.”

Gerardo, a su vez, le envió una carta el 23 de noviembre: le dijo a Sergio que podía conseguir un crédito para comprarle las acciones a Javier y valuar el edificio, y advirtió que de lo contrario él y Javier venderían el inmueble. Por esas fechas, Javier ya no ocultaba su deseo de ser presidente de la República. En julio pasado tuvo que renunciar a esa aspiración.

DINERO, ¿PARA QUÉ?

El 28 de agosto de 2010, Javier Lozano y el entonces titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, Juan Molinar Horcasitas, anunciaron que Mexicana de Aviación dejaba de volar. La razón: el empresario Gastón Azcárraga intentaba quebrarla para luego sanearla a costa de los pilotos, sobrecargos y trabajadores de tierra (Proceso 1792).

Lozano tomó las riendas de la negociación pero el conflicto con la aerolínea se complicó, a raíz de lo cual el funcionario se inclinó abiertamente por PC Capital.

Para el 29 de noviembre de ese mismo año, Javier y Gerardo le exigieron a Sergio rendir cuentas de Consultores Gejaser y, según la minuta de la asamblea realizada ese día e incluida en el acta 28896, plantearon incluso que se le finquen responsabilidades “derivadas de su actuación de administrador de facto de la sociedad”.

Sergio asegura que le están pidiendo los 24 millones de pesos que, según ellos, les debe por el cobro de la renta de los departamentos y los demás inmuebles. Según él, Javier reclama la mitad de esa suma.

El acta notarial 29920 expedida por la Notaría Pública 22 en Puebla relata que en la asamblea extraordinaria celebrada el 27 de mayo siguiente Gerardo fue nombrado socio director, en lugar de administrador único, cargo que ocupaba desde la fundación de Consultores Gejaser, mientras que Javier pasó a ser secretario.

LA VENGANZA

Entre 2010 y 2011, la comunicación entre los hermanos Lozano Alarcón fue mínima: se limitó al intercambio de algunos correos electrónicos. Sergio intentó “limar asperezas”. El 11 de noviembre de 2010 le envió un mensaje a Javier: “Quiero volver a ser tu hermano”.

Los meses siguientes, dice, enviaba mensajes a sus hermanos a través del abogado Luis Cervantes Muñiz. Éste, a su vez, aprovechó para solicitarle los contratos de arrendamiento. Sergio admite que no los tiene “al corriente”; algunos, dice, ya vencieron y no los renovó por “amistad” o debido a la puntualidad de los inquilinos al hacer sus pagos.

“No es posible que mis propios hermanos me estén haciendo esto”, dice, y se pregunta: “¿Qué fue lo que hice que los tiene tan encabronados como para quererme hacer daño con tanta saña?”.

Refiere que el 25 de enero último le envió un mensaje a Gerardo para pedirle una reunión, en la que también estuviera Javier, para dirimir los problemas, pero se negó: “No creo que tengamos algo de qué hablar –le respondió –. Luis tiene instrucciones de cómo proceder en este asunto y él es nuestro interlocutor contigo”.

El 16 de febrero, Sergio insistió, esta vez ante Javier: “Hoy te vuelvo a escribir con la esperanza de que me hagas caso. De que me escuches. No me importa que seas el secretario del Trabajo o que el día de mañana puedas llegar a ser presidente de la República. Antes que todo eso eres mi hermano y necesito verte. Que les quede claro (a ti y a Gerardo), ni abogado tengo. Prefiero perderlo todo antes que un pleito legal contra ustedes”.

Meses después, en julio, durante una reunión familiar, el abogado Cervantes Muñiz le notificó a Sergio que tenía una demanda penal por el delito de fraude contra la sociedad Gejaser. Ese mismo mes, el juez Primero de lo Penal en Puebla ordenó la búsqueda, detención y aprehensión de Sergio, quien interpuso el amparo 44/2011-IV en San Andrés, Cholula. Este recurso, dice, venció el 5 de julio.

El 20 del mismo mes, relata el entrevistado, los diarios de circulación nacional y los noticiarios de radio y televisión informaron que Javier había declinado ser aspirante del PAN a la Presidencia porque las encuestas entre sus correligionarios no le favorecían.

Un mes después, el 19 de agosto, Sergio le reprochó de nuevo a Javier su actitud, y éste, molesto, le respondió que la relación entre ambos quedaba rota.

gar_pro@hotmail.com

2011: Annus Horribilis de Henaine

Sunday, December 18th, 2011

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Ya casi a nadie le quedan dudas que el 2011 quedará marcado en la historia de Ricardo Henaine Mezher como el peor año de su vida pública en Puebla.

De hecho, el empresario lo termina igual que como lo empezó: al filo del despeñadero.

Incapaz de comprender el cambio de época y la nueva correlación de fuerzas políticas a raíz de la derrota del PRI en julio de 2010, trazó solito su travesía por el desierto, y la suerte no le acompañó nunca.

Fue traicionado por Mario Marín, su amigo, su cómplice, que vendió su cabeza a cambio de la salvación de la suya.

Desoyó los consejos que le señalaban que en su circunstancia, siempre sería mejor un mal arreglo que un buen pleito.

Intentó –ingenuo- ganarle a un gobernador nuevo, fuerte, con todos los hilos del poder en sus manos como Rafael Moreno Valle.

Ensayó múltiples estrategias políticas, legales y empresariales, y en todo, absolutamente todo, fracasó.

Perdió el predio conocido como Valle Fantástico, la casona que albergaba las oficinas de su medio de comunicación, el control del Aeropuerto de Huejotzingo y hasta el acceso a las cuentas bancarias a nombre de Futbol Soccer S.A. de C.V., del equipo de futbol Puebla, de su propiedad.

Quizá no lo sepa, y mucho menos sus torpes abogados, pero en el transcurso del año a punto estuvo de librarse una orden de aprehensión en su contra, y solo una decisión política de último momento impidió que fuese a parar a la cárcel.

Cuatro golpes definitivos recibió el empresario desde el momento en que Moreno Valle lo convirtió en el villano favorito al anunciar, en su toma de protesta, que estaba en la mira del nuevo gobierno.

El primero ocurrió el 11 de marzo, cuando con una orden del Juzgado Segundo de lo Civil de Cholula, la Policía Estatal tomó el predio donde se ubicaba el parque de diversiones Valle Fantástico, que le fue donado en el sexenio de Melquiades Morales, acto que se impugnó y consideró ilegal por tratarse de un bien público.

El segundo se presentó el 28 de abril cuando el Juzgado Décimo Segundo de lo Civil ordenó la recuperación de la casona El Mesón del Cristo, donde funcionaba su periódico El Heraldo de Puebla, a favor del gobierno del estado.

El tercero tuvo lugar el 27 de octubre cuando la Secretaría de Finanzas bloqueó la cuenta 0672079470 de Banorte a nombre de Futbol Soccer S.A. de C.V., correspondiente al equipo Puebla, lo que por meses congeló sueldos de jugadores y cuerpo técnico.

Y el cuarto sucedió el 29 de noviembre cuando, con todo el respaldo del gobierno federal a través de la SCT y la Policía Federal, el gobierno del estado declaró extinta la sociedad conocida como Operadora Estatal de Aeropuertos, que administraba el Aeropuerto “Hermanos Serdán” de Huejotzingo.

Ninguno de los cuatro golpes pudo ser previsto –y menos evitado- por Henaine y sus “brillantes” asesores.

Las cuatro veces fue tomado por sorpresa y las cuatro veces reaccionó con lentitud y sin estrategia.

Lanzó epítetos en lugar de argumentos, y cuando intentó reponerse para dar un salto definitivo, se encontró con que estaba solo, pues su principal soporte político, Manlio Fabio Beltrones, terminó convertido en una pálida sombra dentro de la carrera presidencial.

Su última carta la jugó pero la jugó a partir del chantaje y el berrinche, y a finales de 2011 revivió la vieja -y gastada- amenaza de llevarse a La Franja a otra plaza, misión en la que también fracasó estrepitosamente, entre otras cosas porque el gobierno morenovallista le cerró las salidas de emergencia a partir de una fina operación política con el poder judicial federal, la FMF, el duopolio televisivo –que controla el futbol en México- y varios gobernadores.

Bueno, ni siquiera fue capaz de movilizar a los aficionados para organizar una manifestación digna de la “causa”: solo unos cuantos se sumaron al llamado de Henaine, Viruta y Compañía a través de las redes sociales.

Ayer, de hecho, el propio Henaine tuvo que salir a reconocer públicamente lo que ya se sabía: que el Puebla no cambia de plaza, a pesar de sus amagos y de los acercamientos formales que ciertamente tuvo con las autoridades de por lo menos dos estados: Veracruz y Guerrero.

Así que hasta esa moneda de cambio, que buscó usar en alguna imposible negociación con el gobierno de Puebla, se fue a la alcantarilla.

Por si faltara algo, hace apenas unos días se confirmó que en el caso Valle Fantástico, el marcador sigue siendo adverso para el empresario.

Y es que el pasado 16 de diciembre, el Juez Segundo Civil de Cholula consideró procedente la acción iniciada por el gobierno del estado para recuperar el predio conocido como Valle Fantástico, hoy Parque Metropolitano.

La demanda tiene como sustento la imposibilidad jurídica de donar a un tercero un parque público, que es patrimonio de todos los poblanos, y de ahí que nunca pueda ser propiedad privada, sin importar el precio que se haya fijado como carga en la donación (ahora nula) realizada en 2004.

Como regalo adelantado de Navidad para Casa Puebla y el secretario Juan Pablo Piña, el juez declaró la nulidad absoluta de la donación a título oneroso de una fracción del predio a favor de Inmobiliaria Hena S.A. de C.V. –de Henaine-, con lo que se ratificó que las acciones legales emprendidas por el gobierno del estado para recuperar el Parque Metropolitano están apegadas a derecho, al ser una autoridad judicial quien los haya refrendado.

El 24 de febrero de este año escribí aquí mismo:

“Por si Ricardo Henaine no se ha dado cuenta todavía, su caso es, en los hechos, un Asunto de Estado.

“Es decir: de Alta Prioridad para el Nuevo Régimen.

“Un tema de Primer Orden que mucho tiene que ver con palabras como legalidad, legitimidad, orden, contundencia, eficacia, ajuste de cuentas y poder.

“Mucho poder.

“Todo el poder.

Por eso, precisamente por eso, crece -y crecerá aún más- El Cerco (así, con mayúsculas) en torno al empresario.

“Cerco político, legal, mediático y hasta psicológico, que en la guerra –y en el amor- todo se vale.

“¿O acaso alguien piensa que fue casual, o producto de un simple arrebato, la aparición de “La Chiquillada”, es decir, de los ex directivos del Puebla F.C. que salieron a exigir el pago de 32 millones de pesos a Henaine, socio mayoritario del equipo?

“No, si el empresario sigue creyendo que todo es a raíz de la mala suerte, o resultado de una serie desafortunadas coincidencias, se está equivocando.

“Y rotundamente.

“Van por él, la cacería –que eso es- no tendrá tregua, y ni Manlio Fabio Beltrones, “Don Beltrone”, por muy poderoso e influyente que sea, podrá evitar que su amigo pague la factura que demanda el resentimiento social, y el obligado e inevitable ajuste de cuentas, hacia el marinismo.

“Si en algo Moreno Valle no puede darse el lujo de fallar, es en el Caso Henaine.

Parte aguas.

“Símbolo.

“Parámetro…

“Y es que de su desenlace depende el valor real y el peso específico que la sociedad poblana le dará a la palabra del gobernador de Puebla.

“(Y ya se sabe que un gobernador sin palabra vale nada, o muy poco).

“Si por alguna razón fracasa en devolver a los poblanos el predio que actualmente ocupa Valle Fantástico, como lo prometió durante su toma de protesta, Moreno Valle no sólo quedará en ridículo: también su credibilidad quedará reducida a cero.

“Y no habrá resuelto el eterno dilema maquiavélico que agobia a los hombres de poder:

“¿Qué es mejor?

“¿Qué ofrece mayores rendimientos?

“¿Ser amado o temido?”.

Hasta ahí la cita.

El escenario estaba cantado y no se necesitaba ser un genio para saberlo.

Pero tal parece que el único que no se dio por enterado fue el propio Ricardo Henaine.

El mismo que, sí, tuvo un 2011 para olvidar.

Su año del horror.

Su annus horribilis.

gar_pro@hotmail.com

Navidad Totalmente Palacio… ¡en la SSPTM!

Thursday, December 15th, 2011

La tarde-noche de este jueves, la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Municipal (SSPTM) festejó la Navidad a todo su personal, pero no se trató de cualquier pachanga.

Tuvo lugar en el salón Country de San Manuel, mudo testigo de un derroche sin precedentes en la historia de la dependencia y, por tanto, del ayuntamiento de Puebla.

Y es que no se escatimaron lujos.

Se rifaron microondas, licuadoras, reproductores de sonido y pantallas de plasma.

Y –hete aquí el problema- todo ello adquirido directamente ni más ni menos que en ¡El Palacio de Hierro!, la tienda departamental de más prestigio en Puebla.

Las envolturas de los regalos no dejaron lugar a dudas ni a confusiones.

A grado tal de que los primeros sorprendidos fueron los policías y agentes viales que nunca, ni en sus mejores sueños, se imaginaron la clase de obsequios que recibirían.

Por demás está decir que el personal –por lo demás: el menos culpable- se la pasó de lo lindo:

Y es que a lo más esperaban una plancha de Elektra y… ¡les van saliendo con su TV del Palacio de Hierro!

Sencillamente un mundo de diferencia.

Pero eso no fue todo:

Por si había alguna duda, la SSPTM también rifó tres automóviles compactos.

Nuevecitos de paquete y exhibidos a mitad del salón sin asomo de pena:

foto-pachanga

¿Quién autorizó tamaño dispendio?

¿No que eran tiempos de austeridad?

¿Y que la SSPTM sufre –y harto- por falta de presupuesto?

Según algunos de los presentes, el autor material e intelectual de este consumado despilfarro es uno solo.

Responde al nombre de Claudio Limón de Unanue y cobra –que no trabaja- como director administrativo de la SSPTM.

El mismo que no sabe comprar chalecos antibalas para los señores policías del municipio de Puebla (hace un par de meses se le cayó la licitación porque ninguna empresa pasó las pruebas), pero sí ir al Palacio de Hierro, que no es precisamente barato, para comprar los regalos para la fiesta de Navidad.

¿Cuánto se gastó?

Y más:

¿Quién le autorizó?

Muchas explicaciones sin duda va a tener que dar Claudio Limón a sus superiores.

Empezando por el secretario Amadeo Lara Terrón.

Siguiendo por el secretario de Administración, Iñigo Ocejo.

Y terminando por el presidente municipal, Eduardo Rivera Pérez.

¿O a poco se manda solo?

gar_pro@hotmail.com