Archive for May, 2013

Nares: Circo de Tres Pistas

Tuesday, May 21st, 2013

fmemo

No se trata del libro: “Para leer al Pato Donald” de Ariel Dorfman y Armand Mattelart; tampoco es para descubrir algo nuevo, sólo es para interpretar y leer los juegos por el poder que también le gustan al doctor Guillermo Nares Rodríguez.

Hombre de tempestades, ex militante del histórico Partido Comunista Mexicano (PCM), universitario de toda su vida, ex funcionario de la propia BUAP, conocedor de sus entrañas, suspirante a la rectoría en varias ocasiones, engañado por los Doger, adversario de muchos, personaje polémico, animal político y actualmente director de una de las facultades (Derecho) más grandes de la máxima casa de estudios.

Un personaje singular que hoy, además, nada tiene ya que ver con sus años de formación ideológica en el “seccional universitario”, donde aprendió el análisis marxista para comprender la realidad social del país. Es simple, en estos tiempos post modernos y del capitalismo global, él también quiere y le gusta el poder. Así habrá que leer su actuar pragmático y frío.

La actual coyuntura electoral lo revivió, le dieron una gran bocanada de aire fresco y por poquito lo hacen síndico en la planilla de Tony Gali. Se activó, su grupo político anda metido en el proceso electoral y quien nuevamente lo minimice cometerá un gran error.

Y eso no es todo, “las propias condiciones dialécticas” lo han llevado a ser uno de los principales asesores y dirigentes a trasmano del Partido Pacto Social de Integración (PSI). Su amigo Carlos Navarro Corro le ha entregado candidaturas en varios municipios en donde irán solos y además fueron los sastres para la hechura de los documentos básicos y la plataforma electoral 2013.

Como para no olvidar: en el 2012 apoyó a AMLO, liberó la presión y dejó que los jóvenes de Morena hicieran proselitismo. El ahora senador Manuel Bartlett, a través de René Sánchez Juárez, fue su enlace para impulsar desde la BUAP la campaña presidencial de López Obrador.

Odiado y querido por muchos al mismo tiempo, también es conocido de varios ex gobernadores (Bartlett, Melquiades, Marín) y en los pasillos de su facultad circulan muchos priistas, lo mismo sucede en sus aulas, donde cobija tanto a teóricos y filósofos izquierdistas, como a recomendados de los sexenios tricolores.

Nares Rodríguez juega en un circo de tres pistas: en una trabaja y construye sus aspiraciones en la BUAP; en otra, colabora y se siente deslumbrado por Puebla Unida, y en una última, aporta e influye en el PSI, uno de los membretes a las órdenes de Casa Puebla.

Minimizado como adversario político, atacado con campañas “negras”, hostigado y vapuleado mediáticamente, nada lo ha debilitado. Sigue vivo y manteniendo intactas sus islas de poder; es más, ahora hasta tiene una batería de articulistas que defienden su proyecto.

A Memo Nares no se le puede seguir leyendo simplemente como un tema para el morbo político; quien diga que no trae nada, se equivoca; lo mismo quien afirme que no tiene aspiraciones por el poder. Su pragmatismo es frío y calculador. Y es muy probable que a este auténtico Caballo de Troya de la BUAP, un foco rojo para Enrique Agüera y el rector interino Alfonso Esparza, su estrategia le acabe dando resultado.

Al tiempo.

gar_pro@hotmail.com


¿Debate o Carnicería?

Monday, May 20th, 2013

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Para como están las cosas de calientes ante el intercambio de mensajes, reproches y acusaciones entre los candidatos a la alcaldía de Puebla, nadie espera ya que en el debate (¿del próximo 18 de junio?) entre Tony Gali y Enrique Agüera vayan a privar la cortesía y las buenas maneras.

Y es que poco a poco, durante los primeros 15 días de las campañas, han ido subiendo el tono de sus discursos y endurecido los ataques; de las referencias veladas del inicio han pasado ya a menciones directas, en varios casos directísimas.

Mientras Agüera decidió organizar tras bambalinas una marcha anti Gali para supuestamente exhibir la intolerancia del candidato de Puebla Unida, sin parar de criticar el desempeño de este como secretario de Infraestructura, Gali tomó el toro por los cuernos y lo acusó de no saber realizar obras, pues el gobierno del estado fue quien tuvo que entrar al rescate de dos que son emblemáticas durante su periodo como rector de la BUAP: el estadio Universitario y la Biblioteca Central.

En los equipos de los dos candidatos se vive ya en un ambiente de plena guerra, con el natural acopio de misiles y los ejércitos listos para dar el siguiente golpe.

En ambos casos saben que el mejor escenario para ello será el debate, que podría ser decisivo de cara al 7 de julio.

De hecho, más que la fecha, el financiamiento, el moderador o el organizador, lo que les está importando es el formato, pues a partir de este se sabrá más o menos el rumbo que tomará el ejercicio.

Pero en algo coinciden: se anticipa una carnicería, dado el cúmulo de expedientes sobre las mesas, la rivalidad política (cada vez más evidente: no es poco lo que está en juego) y el encono, con no pocos elementos personales –nunca han sido amigos; alguna vez, en el pasado reciente, incluso tuvieron un serio problema que a punto estuvo de llevarlos a un enfrentamiento físico-, que hay entre Gali y Agüera.

Por ejemplo: a Gali le quieren revivir una vieja acusación de chantaje –data de 1993-, con cinta magnetofónica incluida, y a Agüera sus complicaciones con el asunto de la despublicación de su declaración patrimonial en la página de transparencia de la BUAP, algo más grave de lo que luce a simple vista.

Y es que si bien la Ley de Transparencia de Puebla no lo obliga a publicarla, la Ley de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (artículo 12) y el “acuerdo por el que se establecen los lineamientos sobre responsabilidad patrimonial de la BUAP”.

El ex rector tuvo que haber mantenido en línea sus declaraciones anuales, incluida la que debió presentar 30 días después de concluir el cargo; como no lo hizo, la Contraloría de la máxima casa de estudios debe imponerle, como medida de apremio, una multa hasta por 50 veces el salario mínimo diario vigente en el estado.

Es decir: no sólo para atajar las sospechas de enriquecimiento inexplicable Agüera debió garantizar el libre acceso a su reporte de acumulación de bienes y no esconderlo; también, sobre todo, por ley, un tema sensible, en materia de congruencia, para cualquier aspirante a un cargo de elección popular.

En fin, que material hay de sobra, y en ambos cuartos de guerra son los “halcones”, los principales interesados en que corra la sangre, pues entienden que sólo así, en medio de un baño de lodo, podrán obtener renta y perfilar la victoria de sus respectivos candidatos. Más de uno se afila las uñas en espera del pandemónium.

El debate, pues, se perfila como una auténtica carnicería, donde las ideas y las propuestas serán lo menos importante. Contará el que golpee primero y mejor y el que responda de la misma forma, como en cualquier pelea de barrio, donde no faltan los descontones, los piquetes de ojo, las puñadas, las patadas y hasta los escupitajos.

Sólo habrá que ver si se llega a los excesos (¿cómo olvidarlos?) del debate de 2010 entre Rafael Moreno Valle y Javier López Zavala, o si Agüera y Gali resultan peores.

gar_pro@hotmail.com

La alternancia

Sunday, May 19th, 2013

pmpal

Salvo una excepción, desde hace seis trienios el municipio de Puebla ha vivido la alternancia política, ese fenómeno caracterizado por el cambio consecutivo de partido en el poder, alimentado por la aspiración de renovación y explicado a partir de la extendida idea social de que lo nuevo, lo diferente a lo anterior, siempre “es mejor”.

Hasta antes de la era de la alianzas, e incluso ya con estas, PRI y PAN, los partidos hegemónicos, se han repartido el pastel alternándose en periodos consecutivos al frente del ayuntamiento capitalino.

Rafael Cañedo Benítez (PRI) le entregó la estafeta a Gabriel Hinojosa Rivero (PAN); fue la primera ocasión que este partido ganó oficialmente la comuna, inaugurando prácticamente el inicio de la alternancia en la capital.

Hinojosa le pasó el mando a Mario Marín Torres (PRI).

Marín lo hizo con Luis Paredes Moctezuma (PAN).

Paredes le dio las llaves de Palacio Municipal a Enrique Doger Guerrero (PRI).

Y este a Blanca Alcalá Ruiz (PRI)… rompiéndose la secuencia.

Y es que la era Doger-Alcalá ha sido la primera vez, desde el inicio de la alternancia, que el PRI repitió en el gobierno.

Y es que como se sabe, al final de la administración de Alcalá, todo volvió a su cauce “normal” porque la priísta fue relevada por el actual presidente municipal, Eduardo Rivera Pérez (PAN).

El breve, y apretado, recuento viene al caso porque hoy, de cara a las elecciones del próximo 7 de julio para elegir a un nuevo alcalde, muchos se preguntan qué sigue, o más bien: qué es lo que debe seguir de acuerdo con la historia reciente.

¿Puebla reafirmará el camino de la alternancia?

¿Le regresará el poder al PRI, reiniciando la secuencia?

O en su defecto, ¿repetirá el fenómeno excepcional de mantener al actual partido en el poder, el PAN, por tres años más?

¿Quién sucederá a Eduardo Rivera?

Por supuesto que las respuestas a tales preguntas tienen que ver con muchos y diversos factores -como las alianzas, las megacoaliciones, las campañas- y con no pocos elementos endógenos y exógenos –como por ejemplo el voto de castigo, la aprobación gubernamental- que transitan antes, durante y después de un proceso electoral como el que los poblanos estamos viviendo.

La “lógica” indicaría que, esta vez, los electores responderán nuevamente al estímulo del “cambio” y que el PRI tendría que regresar al poder y que por lo tanto el próximo alcalde será Enrique Agüera Ibáñez.

Y la “excepción” diría que, esta vez, los electores dejarán de lado la idea de que lo nuevo siempre es mejor, asumiendo que el PAN debe tener continuidad y que por lo tanto el próximo alcalde será Tony Gali Fayad.

Pero más allá de la “lógica” y de las “excepciones” están las encuestas y una de ellas, la de Opina Consultoría Estratégica, realizada el pasado 6 de mayo, nos ofrece un acercamiento a este, un dilema que carcome a los cuartos de guerra y a los estrategas de Puebla Unida y 5 de Mayo.

La empresa preguntó:

“En Puebla hemos tenido la oportunidad de ser gobernados por el PRI y por el PAN, ¿qué partido prefiere tener en el gobierno?”.

Y estos fueron los resultados:

Para ampliar, haga click en la imagen:

fopina

Como se observa, la actual tendencia es a favor de la permanencia del PAN en el ayuntamiento.

No obstante, hay un dato que nadie debe perder de vista: 13.8 % señala que la respuesta depende de quién sea el gobernante.

Es decir, que más allá del partido, también cuentan el perfil y el proyecto y las ideas y las propuestas del candidato.

Tal es una de las claves de la alternancia en Puebla.

Más allá de la historia.

Más allá de premios o castigos al gobierno en funciones.

Más allá de una visión un tanto errónea de un electorado mecanizado con un comportamiento siempre lineal y típico.

Más allá de todo, incluyendo, claro, la excepción.

La excepción que ¿confirma la regla?

gar_pro@hotmail.com