EL DEBATE POR LOS PINOS Y LAS ESPERANZAS DE LOS CANDIDATOS POBLANOS

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Al filo de sus asientos y algunos sudando frío, los candidatos y candidatas poblanos a la gubernatura, Senado, diputaciones federales y cargos locales verán este domingo el primer debate que en este proceso organiza el Instituto Nacional Electoral (INE) entre los cinco aspirantes a la Presidencia. Todos son conscientes de que en el desempeño de su gallo les va, parcial o completamente, la propia suerte ante las urnas para el 1 de julio.

La previsión obvia es que todos (Ricardo Anaya, José Antonio Meade, Margarita Zavala y “El Bronco”) ataquen con críticas fuertes y descalificaciones al puntero Andrés Manuel López Obrador, quien no tiene excusa para no realizar una buena defensa de su causa, pues es la tercera ocasión que sube a este cuadrilátero virtual.

Los abanderados de la alianza Juntos Haremos Historia (MORENA-PT-PES) en Puebla tendrán especial nerviosismo y esperanzas en éste, el primero de tres encuentros.

La sede estará en el Palacio de Minería, en la Ciudad de México, este 22 de abril a las 20:00 horas, con una duración aproximada de una hora con 52 minutos.

Y es que, para los Barbosa Huerta, Armenta, De la Sierra, Rivera Vivanco y compañía, el resultado que en este enfrentamiento consiga su candidato presidencial se traducirá para sus causas a la gubernatura, Cámara Alta, alcaldía capitalina y demás, en sólido apuntalamiento o trémulo traspié.

La dependencia absoluta de los candidatos de la coalición que encabeza el Movimiento Regeneración Nacional (MORENA) al cobijo lopezobradorista los convierte en los más vulnerables para el caso.

Posiblemente no sea tan pronunciada la incidencia que este debate, el que moderarán los periodistas Denise Maerker, Azucena Uresti y Sergio Sarmiento, tenga en los otros aspirantes en nuestra entidad.

Los priístas, por ejemplo, en su mayoría encontrarán en esta confrontación de ideas sobre política y gobierno una de las últimas, si no es que la postrera, oportunidad para que levante Meade.

Y, en consecuencia, para el crecimiento de Enrique Doger Guerrero, el candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a Casa Puebla.

En esta disertación en los subtemas de seguridad pública, combate a la corrupción y democracia, pluralismo y grupos vulnerables, en cambio los panistas y sus aliados, que impulsan a Martha Érika Alonso Hidalgo, poco o nada tendrán como expectativa.

La ex secretaria general del PAN estatal avanza ajena a lo que puede hacer Ricardo Anaya Cortés, candidato de Por México al Frente (PAN-PRD-MC).

Ella no depende de él y es más probable que Martha Érika le aporte de manera contundente y definitiva al queretano.

De hecho, aquí en Puebla la campaña de Anaya no existe. Porque a dos -o a lo mucho tres- anuncios espectaculares no se le puede llamar campaña, ¿o sí?

En tanto, el papel que jueguen los independientes Margarita Zavala y Jaime Rodríguez Calderón, El Bronco, tiene mayor peso en la contienda nacional, sin estar del todo sustraído de un impacto en el ánimo de algunos pocos electores poblanos.

La inercia de la campaña nos presagia que Zavala irá principalmente contra Anaya, sin descuidar a AMLO, mientras que el neoleonés, con su estilo bravucón, estará a la caza insistente del tabasqueño.

En el particular caso de los cinco aspirantes a la gubernatura poblana, luego vendrá para ellos y ella el encuentro directo.

Será, en estricto cumplimiento a la ley estatal, solamente uno el que organice el Instituto Electoral del Estado (IEE), en el que también pesará el ánimo que hayan dejado los encuentros por la Presidencia.

También la junta local del INE abrió la posibilidad de organizar un enfrentamiento así entre los aspirantes al Senado. Y Paola Migoya, del PVEM, ha propuesto tres debates entre los candidatos a la alcaldía de Puebla, reto que hasta hoy solo ha merecido respuesta positiva de Claudia Rivera (Morena-PT-PES) y silencio absoluto de Eduardo Rivera (PAN-PRD-MC), a la fecha siete puntos debajo de aquella.

En el tema de los debates, hay que considerar que muchos de estos ejercicios, como se ha visto desde la revelación que resultó en 1994 el entonces candidato presidencial panista Diego Fernández de Cevallos Ramos, se ganan en el llamado posdebate.

La construcción de percepción y hasta las porras callejeras influyen de manera determinante.

Ahí es en donde, con declaraciones y estrategias mediáticas, tendrán injerencia los candidatos locales este domingo.

No siempre el mejor triunfa en el terreno de intuición colectiva.

Muchas veces la victoria la obtiene el más estridente.

Matraca puede matar argumentos.

gar_pro@hotmail.com

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