PAN-PUEBLA, EL CAOS SOBRE LAS RUINAS

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Del extravío en sus laberintos, el PAN-Puebla ha pasado a la polvareda de sus ruinas. En la cercanía de las campañas para el proceso extraordinario por la gubernatura, a menos de dos meses, los panistas ni siquiera saben si presentarán candidato. Un día su bisoña presidenta estatal, Genoveva Huerta, anuncia que tiran la toalla y al otro intenta recomponer. La falta de rumbo se ve hasta en la dirigencia nacional de Marko Cortés, quien descalifica al gobierno interino por ser “del PRIMOR”, pero olvida que el mandatario Guillermo Pacheco Pulido tuvo el visto bueno de sus diputados locales y que reconocidos albiazules -nombrados por la fallecida Martha Erika Alonso- están en el gabinete. En tanto, los críticos internos, previendo el derrumbe final, preparan su salida con la creación de un nuevo partido. Todos los elementos del caos habitan hoy en Acción Nacional.

Tras la muerte de sus líderes, el morenovallismo y el panismo quedaron en Puebla sin rumbo.

La esperanza de que surgirían nuevos liderazgos para evitar el naufragio se apagó muy pronto y éste es evidente.

La presidenta del Comité Directivo Estatal (CDE) muestra cada día, con cada declaración, su bajísimo nivel político.

Su cargo gravita asido de clips.

Muchas voces exigen su renuncia urgente o su destitución fulminante.

Cuentan que las mesas de trabajo con el secretario general del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) y delegado especial para Puebla, Héctor Larios Córdova, son muy intensas en ese punto.

En éstas, el yunquista Juan Carlos Mondragón Quintana, ex dirigente estatal, se pone especialmente denso contra Genoveva Huerta.

Sin embargo, pega sobre la mesa con una mano y con la otra prepara la fundación del partido político estatal Poblanos por el Bien Común.

En éste, en la documentación que se presentó ante el Instituto Estatal Electoral (IEE), para la intención formal de constituirse como partido político local, aparece Alejandro Dávila Piscil como representante.

(En total son 11 organizaciones que buscan ser partidos locales y, en algunos casos, sus cabezas son personajes que en su ADN llevan la traición como método).

El joven panista Dávila Piscil, incondicional de toda la vida de Mondragón Quintana, y admirador de Margarita Zavala, quien también busca partido nuevo, pero nacional, y del ex alcalde Eduardo Rivera Pérez, es la punta de lanza del plan.

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Eso, a pesar de que cuenta todavía con la militancia panista, la que dio de alta el 27 de enero de 2014, como consta en el padrón oficial del albiazul.

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La intención es evidente: salir del PAN, ya con nuevo proyecto, pero además azotando la puerta.

Dejar al PAN más en ruinas de lo que ya está y luego irse.

Pero, en atención a la lógica y el pragmatismo, tampoco se puede decir que esos panistas estén tan equivocados.

Hay que conceder cierta razón a aquellos que están buscando crear un nuevo partido.

Los eximen y los amparan las mismas declaraciones incongruentes y desquiciadas de Genoveva Huerta, además de su muy pobre conducción del PAN estatal.

Ella por cierto, ha pedido “dar vuelta a la página” de la muerte de Martha Erika Alonso y Rafael Moreno Valle, porque, según ella, “el show debe continuar”.

Así de patética.

Pero para entender aún más lo que pasa en el albiazul, basta ver lo que dice su presidente del CEN, Marko Cortés Mendoza.

Con monumental olvido, el pasado jueves, en conferencia de prensa, descalificó al gobierno interino, que encabeza el priísta Guillermo Pacheco Pulido, soslayando que su designación tuvo el voto favorable de la bancada del PAN en el Congreso local y que reconocidos panistas están en el gabinete.

“Nosotros estamos pidiendo que en Puebla el gobierno federal saque las manos y como también impusieron a su gobernador del PRIMOR, un priista-morenista, amigo del Presidente, que por cierto el Presidente fue a Puebla hasta que ya estaba él”, dijo en la ciudad de México el extraviado Marko Cortés, al concluir la plenaria de senadores de su partido.

Para comenzar, Pacheco Pulido no tenía amistad, es más, en su vida jamás había saludado siquiera a Andrés Manuel López Obrador, hasta que se encontraron por primera vez en Huauchinango, en la gira presidencial del pasado 24 de enero.

Vaya necedad, sin información, en la ridícula declaración de Cortés.

Al paso que lleva, al PAN más que a nadie le conviene que este capítulo de su historia y la de Puebla pase pronto.

Ahí sí, dar vuelta a la página.

Que la pesadilla se acabe con esta negra noche.

gar_pro@hotmail.com

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