LOS RIESGOS DEL PLEITO INTERNO DE MORENA Y LA MIRADA DEL CASO PUEBLA DESDE LAS CÚPULAS NACIONALES

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El “día de campo” que, en el papel y contexto actual, se supone será la elección extraordinaria para MORENA podría complicarse, si no hay cuidado en los bandos que apoyan al ex candidato Luis Miguel Barbosa Huerta y al senador Alejandro Armenta Mier. La división que niegan pero que ronda al partido dominante y sus aliados PT y PES en la batalla de porras podría dejar cicatrices perennes, que luego les impidan la reconciliación a tiempo para las urnas. Excesos ha habido de los dos lados: desde el tono majadero con que se pone en duda la salud del ex senador, hasta las acusaciones contra Armenta de aliarse con morenovallistas. Ojo: los rencores podrían ser permanentes. Parece que nadie ha apreneido nada de lo vivido en Puebla desde por lo menos 2010.

Con las condiciones actuales, con un PRI que en Puebla, cuando mejor le va en sus mediciones internas, está entre 6 a 8 por ciento, y con el panismo-morenovallismo en ruinas, se prevé que MORENA ganaría con cualquier abanderado. No con hasta un burro, como presumían en su momento los panistas en un típico arranque de soberbia, pero sí con cualquiera.

Incluso, si fuera un tercero, medianamente desconocido.

En eso no se equivoca la senadora del Partido del Trabajo (PT) y también aspirante a la candidatura de una alianza, Nancy de la Sierra Arámburo, quien por ese diagnóstico también advirtió que no hay que confiarse.

Un fenómeno que también ocurre en Puebla hoy es la suma a cualquiera de las dos principales trincheras, barbosista y armentista, desde muchos frentes, incluso aquellos que antes fueron antagónicos al Movimiento Regeneración Nacional (MORENA).

Este martes, alcaldes del Partido de la Revolución Democrática (PRD) renunciaron a su partido y se manifestaron a favor de Barbosa.

Ellos son los presidentes municipales de Acajete, Ahuacatlán, Tepeyahualco, San Jerónimo Xayacatlán, Tulcingo de Valle y Yaonáhuac.

Para esa adhesión, la operación fue de la inquieta ex diputada local perredista Socorro Quezada Tiempo, barbosista de corazón y tiempo completo.

En tanto, a la causa de Armenta se unieron los alcaldes de Cuautempan y Chignahuapan, así como el ex primer edil de Libres, más otros líderes de la Sierra Norte.

En un día más de esta contienda intestina que ha tenido episodios desagradables, como la advertencia por la supuesta mala salud de Luis Miguel Barbosa, que hizo sin clase y sin decoro el diputado local Héctor Alonso Granados, este martes el tema también fue motivo de un comentario de la alcaldesa capitalina, Claudia Rivera Vivanco.

La morenista pura recomendó a los aspirantes “hablar con la verdad en todo momento”, haciendo referencia a la salud.

No faltará quien interprete su respuesta como un cobro de factura, por los desdenes que Barbosa ha tenido con ella en varias ocasiones.

En el desarrollo de esta disputa, que se mueve en la delgada línea entre la tolerancia y el odio, entre la natural competencia y la división, no hay que perder de vista los apoyos que hay en la cúpula del Gobierno Federal y de MORENA para los bandos de Puebla.

El presidente Andrés Manuel López Obrador, la mano que finalmente decidirá si hay competencia abierta o ya un abanderado definido, tiene un alto compromiso moral con Barbosa.

El ex senador fue la clave para que la bancada perredista de la LXIII Legislatura de la Cámara Alta se desbocará a MORENA, previo a la elección, entonces representada como grupo parlamentario en el PT.

Yeidckol Polevnsky Gurwitz, la presidenta partidista, es de todos conocido que va con el de Zinacatepec con los ojos cerrados. Lo ama, lo adora, es “su muchacho” en Puebla.

En tanto, la titular de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, aparentemente tiene cuentas pendientes con el ex candidato, por impedirle cumplir la palabra que empeñó con los panistas de que el gobernador interino sería de sus filas.

Humillada” es el adjetivo que se ha utilizado en columnas de medios que se editan en la Ciudad de México, para definir cómo dejó Barbosa a la poderosa titular de la Segob, por este caso, ante los ojos de los adversarios.

En las cámaras, Ricardo Monreal, coordinador de MORENA en el Senado, apoya con todo a Armenta, mientras que Mario Delgado, el jefe de los diputados morenistas, no ha soltado prenda, aunque muchos afirman que Barbosa le causa antipatía.

Hacia mediados de marzo deberán estar definidos los candidatos.

Hay poco más de un mes por delante de disputas.

Acusaciones y desencuentros.

Piquetes de ojos y patadas debajo de la mesa.

Pero cuidado con excederse.

El soleado “día de campo” de la extraordinaria podría tornarse en tormenta.

Que alguien tome nota y que se lo digan tanto a Armenta como a Barbosa, así como a sus desbocadas huestes.

gar_pro@hotmail.com

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