ECOS DE UN DÍA REDONDO PARA BARBOSA O DE CÓMO SE AFIANZÓ UN PACTO DE PAZ QUE PARECE GENUINO

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Con la adhesión -al menos simbólica- del equipo de operadores, gestores y operativos del armentismo y la suma incondicional -al menos para las cámaras- de su ex adversario interno, Alejandro Armenta Mier, para el candidato puntero Luis Miguel Barbosa Huerta este jueves fue un día redondo. La satisfacción se le veía en las sonrisas esporádicas, como pocas, en el ánimo dicharachero y hasta en la disposición a contar, a motu propio, anécdotas de su vida política, así como la tolerancia para responder algunas preguntas insulsas en su conferencia de prensa. El abanderado de Juntos Haremos Historia en Puebla (Morena-PT-PVEM) vivió el día más luminoso de una campaña que ha llevado con intensidad, como si estuviera en el último lugar y no en el consolidado primero.

Del recuerdo al dato duro, en la conferencia de 52 minutos en que se presentó con Armenta y anunció que habrá trabajo conjunto de operación, Barbosa lució además buena condición.

A pesar de que en algunas fotografías que circulan en redes como memes los dos aparecen con caras largas, producto de un momento mínimo, la realidad es que estuvieron de muy buen humor desde incluso el acto previo -y privado- que precedió a ese encuentro.

La reconciliación parece genuina, aunque en política nada debe darse por consumado.

Hacia las 11:00 horas, en el Centro Mexicano Libanés, Barbosa recibió la adhesión del equipo armentista.

Operadores, gestores y operativos que acompañaron al senador Armenta en la interna y que profirieron maldiciones contra los de enfrente, se pusieron a disposición con su asistencia a este acto, en el que las porras para uno y para otro se mezclaron.

Al final de su discurso, como símbolo de cortesía, fue el propio Luis Miguel quien comenzó la cantaleta “Armenta, Armenta, Armenta”, que luego todos corearon y que terminaron con un “Barbosa, Barbosa, Barbosa”.

La luna de miel también fue luna llena.

Hubo alusiones al presidente Andrés Manuel López Obrador y a sus principios, que ahora serán trasladados a Puebla, de ganar el morenista, como todo parece indicar.

Ya luego en la comparecencia ante los medios de comunicación, no faltaron las preguntas necias que buscaban reavivar el fuego de las afrentas.

Como si no entendieran que en asuntos del poder no hay enemigos -ni amigos- para siempre.

Palabras más, palabras menos, Armenta tuvo que intervenir para decir que sí ellos que fueron los agraviados ya lo han superado, pues que ellos (los reporteros) que no lo sufrieron en carne propia, hagan lo propio.

Barbosa reconoció que habrá que “restañar heridas”, algunas que él mismo causó.

De los dos hubo reconocimiento al coordinador de los senadores de Morena, Ricardo Monreal Ávila, por su intermediación.

Barbosa reiteró que fue él quien buscó a Monreal y luego contó anécdotas de su amistad y sus amigos comunes, desde hace más de 22 años.

Operación política será el principal aporte de Armenta, quien dijo que solamente se trata de “un granito de arena”.

David Méndez fue designado como enlace con las huestes armentistas por el candidato del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) y los partidos del Trabajo (PT) y Verde Ecologista de México (PVEM).

La suma del armentismo es muy difícil de medir o pronosticar que se convertirá en puntos a favor de Barbosa en las encuestas.

En cambio sí le da más agilidad en la operación, al no significar un obstáculo, sino una contribución.

Barbosa dio una cifra muy interesante esta tarde de jueves: se espera una participación de entre 46 a 52 por ciento de los potenciales votantes en las urnas.

Muy por debajo del histórico 67.2 por ciento que se registró el 1 de julio de 2018.

Se daría una disminución de entre 21.2 a 15.2 por ciento.

Por eso, dijo, hace una campaña “no solamente para ganar, sino para emocionar” también.

De ahí que lamentara, con toda razón, que los otros candidatos no estén haciendo campañas más “interesantes”.

Y, efectivamente, las otras campañas, además del caos perfecto que vive la de Enrique Cárdenas, abanderado de PAN, PRD y MC, y la irrelevancia de la del priísta marinista Alberto Jiménez Merino, han ido de la tibieza al punto de congelamiento.

El día fue redondo y lleno de destellos para Barbosa.

El pacto de paz con Armenta llega muy oportuno.

Así, va por la segunda mitad, rumbo al 2 de junio.

gar_pro@hotmail.com

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