Mario Marín… ¿a escena?

fotomarin

Como una maldición perenne, regresa la sombra, siempre ominosa, del ex gobernador de Puebla más desprestigiado de la historia reciente.

El impresentable Mario Marín será en breve una de las armas –de destrucción masiva- que utilizará el equipo de Josefina Vázquez Mota para prolongar el desgaste del puntero Enrique Peña Nieto.

En el cuarto de guerra de la candidata del PAN a la Presidencia hay ya todo un entramado para arrancarle dos, tal vez tres, puntos al priísta a partir de la mala fama del tristemente célebre góber precioso.

Ése, el de la corrupción –impune-, el del enriquecimiento –muy explicable- y el del escándalo –inolvidable- relacionado con el tráfico de influencias, el abuso de poder y el cinismo que supuso el caso Lydia Cacho.

Aunque ya aparece –de forma indirecta y sugerida- en algunos spots de Vázquez Mota, al lado de Ulises Ruiz y del propio Peña Nieto, el personaje Marín todavía da para más, mucho más.

Y es que representa uno de los rostros más siniestros y más oscuros del viejo –y “nuevo”- PRI.

Tal es su desprestigio que, pese al paso del tiempo, sigue siendo funcional para fines prácticos de la actual campaña: Josefina no sólo no alcanza a Peña Nieto, sino que López Obrador parece haberla rebasado, mandándola al tercer lugar.

El reino del PAN se desmorona y urgen medidas drásticas para evitar lo que sería una terrible tragedia política para el actual grupo en el poder.

Eso, por lo menos, dicen en el búnker de Roberto Gil, el coordinador general que, ante la emergencia, ya se volvió inseparable del polémico publicista español Antonio Sola y su agencia Ostos & Sola.

En México, no hay gobernador que termine su mandato bañado en oro.

De políticos ricos pasan al fin de sus sexenios a empresarios millonarios con la vida –y la de sus hijos y la de los hijos de sus hijos- resuelta.

Desarrollos inmobiliarios, hospitales, gasolineras, hoteles, yates, aviones y hasta medios de comunicación forman parte de sus patrimonios malhabidos.

Por supuesto, en ese estricto sentido, Mario Marín es un bocado apetitoso, y útil, y al alcance de la mano.

No necesariamente lo van a meter a la cárcel. Su sola reaparición en escena bastará y sobrará para golpear al PRI y a Peña Nieto.

Este fin de semana, en Chihuahua, Vázquez Mota no trató en ningún momento de esconder la jugada que viene: ya vinculó directamente al candidato del PRI con una serie de políticos corruptos o acusados de tener nexos con el crimen organizado.

Y más: directa, severa, cuestionó el llamado que hizo el mexiquense a los priístas de romper con el pasado, y le dio la razón cuando afirma que la corrupción ya no cabe en su partido porque el tricolor “está lleno de ella”.

Primero fue el caso Humberto Moreira.

Luego el general Tomás Ángeles.

Después Tomás Yarrington.

Y ahora Mario Marín y, muy probablemente, otro ex gobernador –como Ulises Ruiz (Oaxaca) o Fidel Herrera (Veracruz)-  que ejemplifique sin margen de error todo lo que el PRI representa en la memoria de muchos mexicanos, especialmente para los jóvenes del movimiento #YoSoy132.

Hijos de la crisis y de la falta de oportunidades que representan un mercado de 24 millones de menores de 29 años, de los cuales 14 millones votarán por vez primera y a quienes el PAN quiere captar apropiándose del ánimo general de indignación y rechazo contra la corrupción, los partidos políticos y la manipulación informativa de las grandes cadenas de televisión.

Una encuesta reciente en poder del blanquiazul señala que seis de cada 10 mexicanos recuerda al góber precioso y de esos, el 69 por ciento lo relaciona con términos como abuso de poder, enriquecimiento ilícito, mafia, corrupción, pederastia y perversión.

La mesa, pues, está servida, y no puede haber mejor coyuntura que esta. Es ahora o nunca, y Josefina Vázquez Mota lo sabe: matar o morir; es ahí donde Marín y su oscuro legado cobran relevancia.

***

Cuentan que después de los problemas suscitados el pasado sábado para que los contribuyentes cumplidos realizaran el pago de sus infracciones de Tránsito, y en donde hubo incluso manifestaciones de enojo e inconformidad, el presidente municipal de Puebla, Eduardo Rivera Pérez, tomó la atinada decisión de ampliar el periodo de descuento para todos aquellos que demuestren que su infracción vencía ese día.

Pero las indicaciones del edil no quedaron ahí: también giró instrucciones directas para que los responsables operativos y directivos de esta grave omisión asuman las consecuencias y sanciones de dicha falla, por lo que en los próximos días se estará generando una serie de cambios en esta área.

Eduardo Rivera no tolerará más que gente de su equipo no atienda el llamado que ha realizado para que todos los funcionarios públicos de su administración hagan de la atención al ciudadano un servicio eficiente y puntual, que evite los costosos tiempos de la burocracia.

A 15 meses de la administración y aprovechando este periodo de veda electoral, ha sido este un buen momento para que el alcalde reorganice su gobierno, con por lo menos 10 cambios en diferentes áreas, que han ido desde secretarios y titulares hasta direcciones, con la intención de lograr la eficiencia en la atención a los ciudadanos, que ha sido exigencia fundamental del edil capitalino.

Por los yerros del fin de semana en el Centro de Atención y Respuesta Ciudadana, expresados por los poblanos sobre todo a través de las redes sociales, van a rodar cabezas, que nadie lo dude.

***

Pregunta:

¿Qué o quiénes están detrás de la manifestación que decenas de seguidores del Puebla de La Franja realizaron por las calles del Centro Histórico exigiendo la salida de Ricardo Henaine al frente de la directiva del equipo camotero?

Respuesta:

El puro, honesto, hartazgo de una afición cansada de la pésima gestión y los malos manejos del empresario, absolutamente ignorante de la gran historia y tradición del equipo de los poblanos.

Aunque ha habido quien ha querido vincular al gobierno del estado con los organizadores del movimiento de repudio contra Henaine, como a la porra Legión Dragón, la verdad es que el tema no está en la agenda, ni en el radar, de Casa Puebla.

La Franja ha perdido a jugadores importantes como Luis García, Jonathan Lacerda, Gonzalo Pineda, Lucas Silva y Luis Ángel Landín, entre otros, y al parecer sólo conservará a Damarcus Beasley.

Día a día, en los hechos, se ha ido desmantelando y a diferencia de otros equipos, como Pumas o Chivas, luce sin rumbo ni plan de ruta para el próximo torneo.

¿Qué esperaba Henaine?

¿Una felicitación?

Valdría la pena que dejara de lado su eterno victimismo, que lo hace ver complots y conspiraciones en todos lados, y si no va a renunciar, que ya se ponga a trabajar para ofrecer a Puebla una escuadra a la altura de su grandiosa –y noble- afición.

Así de fácil, así de sencillo.

henaine4

gar_pro@hotmail.com

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