El oscuro legado de Salomón Escorza

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El priísta Édgar Salomón Escorza pasará sin duda a la historia.

El problema es que lo hará como el diputado que convirtió a un poder supuestamente independiente, como el Legislativo, en una dependencia más a las órdenes del gobernador Rafael Moreno Valle. Literalmente.

Desde hace muchos meses, a columnistas, académicos y observadores se les acabaron los adjetivos para caracterizar -o al menos poder explicar- el servilismo y la obediencia ciega del presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política.

Un puesto al que, como se recordará, llegó no por talento o méritos, sino gracias precisamente a su bajo perfil, su nulo conocimiento del proceso legislativo y su infinita incapacidad para decir “no” al titular del Ejecutivo.

Decir que prostituyó la noble función del diputado, es quedarse corto: Salomón Escorza rebasó cualquier límite conocido y por conocer.

Rafael Moreno Valle no es el primer gobernador poblano, y seguramente no será el último, que ejerce un férreo control –a través del dinero o el terror- de la Cámara, pero nunca, en serio nunca, se había visto tal nivel de abyección por parte del dirigente legislativo.

Una abyección a la que, sin embargo, ha sabido sacarle jugo a través de dinero –mucho dinero-, autos de lujo, viajes, concesiones políticas y sobre todo impunidad.

Impunidad para faltarle el respeto a sus compañeros diputados.

Impunidad para insultar la inteligencia de los poblanos.

Impunidad para creer que el juicio de la historia no será severo con quien no se cansó de burlarse de sus electores.

Fue durante su periodo al frente de la Junta de Gobierno cuando se cometieron los peores atropellos por parte del Ejecutivo, amo y señor de la Comisión de Acceso a la Información, el Tribunal Superior de Justicia y otros poderes o entidades que podrían haber servido de contrapeso a su poder absoluto.

Todavía peor: Salomón Escorza traicionó a su partido, el PRI, al facilitar a su verdadero jefe, Moreno Valle, el control total de los organismos electorales del estado (Instituto y Tribunal) y al convalidar una redistritación más que favorable a los intereses políticos del gobernador, lo que en los hechos provoca que el partido del presidente Enrique Peña Nieto ya inicie con desventaja la competencia del 2013.

El oscuro legado de quien cambió tres veces la fecha de su informe de actividades –finalmente será el sábado- para no contrariar la agenda del Ejecutivo, no para ahí: también incluye una administración marcada por el derroche, el desorden, los despidos injustificados, los contratos irregulares y la opacidad.

Un ejemplo, uno solo: este mismo jueves, cuando el respetado Centro de Estudios Espinosa Yglesias reprobó la calidad de la actividad legislativa y el desempeño institucional del Congreso, Salomón Escorza intentó boicotear una reforma al Reglamento Interior de la Cámara para transparentar y establecer topes a los viáticos que reciben los diputados para viajes de trabajo en México y el extranjero.

¿La razón? Evitar que se abra una mínima ventana de oportunidad para dar el paso siguiente: regular los viajes nacionales e internacionales del gobernador, un auténtico hoyo negro y un lujoso atrevimiento que ni en sus peores pesadillas se puede permitir el presidente de la Junta de Gobierno.

El mismo que utiliza estructura y recursos del poder que representa para financiar su abierta campaña como aspirante a la alcaldía de San Martín Texmelucan, como aquí se ha documentado, y que dijo estar conforme, “porque otros están peores” (sic), con el 5 de calificación que el colectivo CIMTRA otorgó a la LVIII legislatura en el rubro de transparencia.

A inicios del próximo año, Salomón Escorza terminará formalmente su periodo como “líder” del Congreso y regresará a ser un diputado más. Sólo que igual de inmaduro, soberbio, frívolo y mediocre que siempre, incapaz siquiera de cuidar las formas para garantizar la honorabilidad de la institución que representaba.

Su tránsito por la Junta de Gobierno y Coordinación Política habrá de recordarse, sin exagerar, como la época más oscura de la historia del (ya de por sí desprestigiado) Legislativo poblano. Un legado que lo perseguirá por siempre, haga lo que haga, vaya donde vaya, como un alma en pena.

¿O me equivoco?

gar_pro@hotmail.com

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