¿Y el Sindicato Petrolero, apá?

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Por más bondades que se le puedan encontrar, la iniciativa de Reforma Energética presentada por el presidente Enrique Peña Nieto fracasará total y absolutamente si no contempla el urgente, forzoso, indispensable saneamiento del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM), que encabeza el corrupto –y eternamente impune- Carlos Romero Deschamps.

Antes de realizar celebraciones anticipadas respecto que PEMEX dejará de ser un monopolio y de vendernos la zanahoria de que con la modificación constitucional se crearán millones de empleos y bajarán los precios de la luz y del gas, Peña Nieto debe hacer manifiesto y expreso su compromiso respecto a la poderosa organización que por décadas se ha beneficiado de una red corrupta, engendrada, avalada y mantenida por un Estado cómplice como el mexicano.

El país no puede seguir, desde luego, sin una Reforma Energética que haga más competitivo al sector, detone inversiones y genere una mejor repartición de la riqueza, pero tampoco puede continuar soportando que el sindicato petrolero reciba de la paraestatal 830 mil pesos al día por concepto de “Ayudas al Comité Ejecutivo General” o 9 millones 510 mil pesos para su participación en cada desfile del 1 de mayo.

Menos es posible tolerar que Romero Deschamps viva como cualquier jeque árabe -aunque sin tener pozo petrolero- y que por ejemplo uno de sus hijos, José Carlos Romero Durán, presuma la posesión de dos departamentos en un condominio de lujo en Miami Beach por los cuales pagó 7 millones 550 mil dólares.

O que el chofer del líder sindical, conocido en el gremio como “Don Arturo”, se dé lujos similares a los de su patrón al apostar hasta 30 mil pesos en una sola tarde en carreras de caballos en el Hipódromo de las Américas.

Eso, por no hablar de otros abusos y excesos en que ha incurrido el clan Romero Deschamps, que ha ostentado estos privilegios y que pese a ser del dominio público, ni siquiera ha tenido una sanción social.

Antes de entrar a los tecnicismos y vericuetos de la iniciativa presentada por el presidente, urge que el tema del sindicato sea puesto en la mesa de negociaciones por PAN, PRD, Morena y el resto de los partidos políticos: de lo contrario, todos seguirán siendo cómplices del saqueo y el latrocinio: ¿o qué significa que en los últimos 12 años, Pemex haya otorgado al dirigente mil 750 millones de pesos sin obligarlo una sola vez a rendir cuentas?

Sin una limpia en el STPRM, que incluya –sin exagerar- la encarcelación de Romero Deschamps por el mismo delito que llevó a la cárcel a la lideresa magisterial Elba Esther Gordillo: enriquecimiento ilícito, el presidente de la República no tiene ni tendrá autoridad para pedir que México apoye su Reforma Energética.

No sé que opine usted, pero Peña Nieto no debe pedir lo que no ha sido capaz de cumplir, sobre todo después de los tres fuertes golpes al ánimo nacional en lo que va de su sexenio: la exoneración de Raúl Salinas de Gortari y las liberaciones –inauditas- de la francesa Florence Cassez y Rafael Caro Quintero.

Hechos que no han sido casuales, que no son aislados y que han confirmado los peores temores de la población sobre el regreso del PRI a Los Pinos.

¿O me equivoco?

gar_pro@hotmail.com

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