Hasta hoy, en el tema de las juntas auxiliares del municipio de Puebla, lo que ha prevalecido son la desinformación y el “teléfono descompuesto”.
Y es que se afirma –y con una ligereza asombrosa- que el proyecto de reforma que ya analiza el Congreso del estado marcará el principio del fin de estas localidades virtualmente absorbidas por la mancha urbana.
La realidad, empero, es otra, pues a la fecha, entre los distintos grupos parlamentarios, ya existe un avanzado consenso sobre los siguientes nueve puntos:
1. Ninguna de las 17 juntas auxiliares va a desaparecer.
2. No se convertirán en delegaciones y mucho menos en municipios.
3. Por primera vez en la historia, los ediles auxiliares estarán obligados a rendir cuentas ante los órganos de fiscalización del estado.
4. Se definirá su naturaleza jurídica.
5. Se regulará la asignación de recursos públicos.
6. Se normarán derechos y obligaciones en materia de seguridad pública.
7. Se les quitará el Registro Civil, auténtica fuente de corrupción, pues desde hace décadas ha quedado al capricho de los alcaldes subalternos la prestación y sobre todo el cobro servicios como la expedición de actas de nacimiento, matrimonio y defunción, en un proceso siempre marcado por los abusos y los excesos.
8. Seguirán realizándose plebiscitos para la renovación de las autoridades, y:
9. Se les legalizará como coadyuvantes del ayuntamiento en la preservación de los usos, las costumbres y las lenguas originarias de los pueblos.
Estos puntos son los que en realidad están en la mesa de discusión, no otros, aunque haya interesados en desvirtuar la propuesta que, ciertamente, surgió tras un planteamiento – mal traducido en su momento- del presidente municipal electo, Tony Gali Fayad.
Así que el “frente común”, que venía gestándose tras bambalinas con la activa participación de Blanca Maribel García Valerio (San Felipe Hueyotlipan) y Alejandro Lázaro Martínez (Ignacio Zaragoza), entre otros, deberá buscar otro pretexto, pues el de la “desaparición de las juntas auxiliares” sencillamente no funcionará, y menos como causa de desestabilización, pues no existe.
El proyecto es otro, muy diferente, y se analiza con sumo cuidado en la Comisión de Gobernación y Puntos Constitucionales del Congreso, que encabeza la diputada panista Josefina Buxadé, y se seguirá enriqueciendo hasta llegar a la versión final, pero siempre con la idea de preservar el origen, la identidad y la historia de las juntas auxiliares, santo y seña del municipio de Puebla.