¿De qué se ríe el alcalde? (La Cloaca del OOSL)

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Un escándalo de corrupción y daño patrimonial amenaza con enlodar la despedida del panista Eduardo Rivera Pérez como presidente municipal de Puebla.

Documentado, el tema encuentra su epicentro en el pago irregular de liquidaciones a trabajadores de confianza, algunos de los cuales posteriormente ¡han sido recontratados! Como si nada hubiera pasado.

Un capítulo oscuro y de múltiples implicaciones, que ya es vox populi en los pasillos de Palacio y que empieza a generar inquietud y nerviosismo en aquellos que no han recibo tantas canonjías en la agonía del trienio.

El pasado mes de diciembre, un total de 16 trabajadores del Organismo Operador del Servicio de Limpia (OOSL) fueron liquidados en lo oscurito.

Entre ellos los tres que aparentemente organizaron el entramado:

José Gil Jiménez y Flores, director jurídico.

César Ramón Botello Vargas, director administrativo y hermano del ex tesorero de Rivera Pérez, Arturo Botello Vargas, atrapado ejerciendo sin título profesional y despedido por esa razón en febrero de 2012.

Héctor René Castillo Méndez, jefe del Departamento de Contaduría.

Con una antigüedad de hasta 12 años, recibieron su liquidación desde directores hasta analistas, por un monto global de cerca de 11 millones de pesos, todo un caso enciclopédico de corrupción institucionalizada.

La lista completa de los beneficiados es la siguiente:

Rafael Crisanto Sánchez.

• Elsa Xochitotolt Guzmán.

• Rafael Aldrette Malacara.

• Pilar Arellano Camacho.

• Víctor Manuel García Hernández.

• Claudia Oliva Cruz Olivo.

• Elizabeth Cuayahuitl Rueda.

• Jesús Alonso Ávila.

• José Agustín Gómez Rodríguez.

• José de Jesús Hernández Rivas.

• Margarita Pérez Vélez.

Carolina Beaugerard Martínez, quien en la nómina aparece como directora de Normatividad y Control. Y hasta:

Gilberto Rivera Ibarra, director operativo.

Entre otros, el problema es que el pago de liquidaciones realizado en diciembre no se notificó al Consejo Directivo del OOSL y que tras cobrar su dinero, se les hizo contrato nuevo, es decir, se les recontrató y en enero de 2014 ya se les empezó a pagar de nuevo, como si nada.

En la primera sesión ordinaria del Consejo Directivo, el coordinador general del organismo intentó justificar lo injustificable y dijo que “… no existió una causa de despido, en cambio, son liquidaciones que tienen la intención de dejar sin problemas laborales a la próxima administración” y que su preocupación es la de “pagarles como lo han hecho en otras administraciones”, además de que el asunto fue tratado con el asesor del alcalde, Francisco Bada Sanz.

Pero ni en el decreto que creó el OOSL ni en su reglamento interior existen facultades para efectuar liquidaciones de trabajadores de confianza. Y menos al término de la administración.

Una fuente cercana al asunto señala que, misteriosamente, en la sesión en la que se aprobó este despropósito no estuvo presente el comisario del OOSL, representante de la Contraloría, y que los cheques para los 16 trabajadores fueron firmados por el secretario del Medio Ambiente y Servicios Públicos, Alejandro Fabré Bandini, dueño de una larga historia de irregularidades y de quien depende el organismo de limpia.

Por eso la pregunta:

¿De qué se ríe el alcalde?

Y más:

¿Qué tanto sabe Eduardo Rivera Pérez de este abuso?

Y es que si no lo sabe, malo, muy malo.

Y si lo sabe y lo ha tolerado, terrible, escandaloso, por las implicaciones legales que el tema podría tener en su momento en la Auditoría Superior del Estado.

¿En qué otras áreas del actual ayuntamiento hay cloacas similares?

¿Hasta dónde llega El Año de Hidalgo de El Yunque?

gar_pro@hotmail.com

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