MORENO VALLE, GALI Y ESTEFAN: ECOS DE UN INCÓMODO ENCUENTRO

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Si una imagen dice más que mil palabras, no hay que pasar por alto que también calla y oculta otras tantas. La fotografía en que se muestra aparente camaradería, luego de una reunión de análisis del Presupuesto de Egresos de la Federación para el Ejercicio Fiscal (PEF) 2017, entre los gobernadores de Puebla –el que está en funciones y el electo- con los diputados federales del estado, en especial los del PRI, en realidad no corresponde del todo con la realidad.

El encuentro en la Ciudad de México del martes pasado, de acuerdo con uno de los participantes, no fue precisamente de terciopelo y sí, en cambio, una ocasión para los reproches mutuos.

De uno y otro lado vinieron quejas sobre la actuación partidista de sus funcionarios y legisladores.

Sin embargo, la tarea de cabildeo que el gobernador Rafael Moreno Valle acostumbra realizar personalmente, en lo administrativo y en lo político, rindió frutos en este caso, tanto que, de acuerdo con la versión oficial, los priístas establecieron el compromiso de gestionar más recursos para la entidad.

Fue el primer encuentro cara a cara tras la dura, abrupta guerra electoral de 2016, donde hubo de todo y el saldo para el PRI fue de varios heridos y muertos.

El diputado y dirigente estatal del PRI, Jorge Estefan Chidiac, vicecoordinador de Asuntos Económicos de la bancada del tricolor, incluso suavizó el discurso porfiado y negativo con el que había venido negando apoyo al gobernador electo, Tony Gali –su concuño-, en materia de recursos extraordinarios.

En un cambio de actitud, dijo que para el próximo año, la entidad podría llegar a los 72 mil millones de pesos de presupuesto, lo que resultaría un alivio, en medio de los recortes que se aplican a otras entidades y los problemas económicos que se avizoran tras el triunfo de Donald Trump en Estados Unidos.

Esa cantidad estaría muy cerca de los 72 mil 322 millones de pesos que la administración de Moreno Valle ejerció en este 2016.

Sí, hasta ahí todo está muy bien en la versión oficial y en los resultados ulteriores.

El cabildeo funcionó, pero las aristas estuvieron en los entretelones.

En el encuentro abierto con la mayoría de los nueve diputados del PRI y los del PAN y PRD, no hubo sombrerazos ni estridencias, pero sí se dieron recriminaciones de rencores añejos, unas, y de lo que sienten los afectados como afrentas recientes, otras.

En ese encuentro, Jorge Estefan se puso la casaca de presidente del tricolor de la entidad y reclamó que la mayoría morenovallista que controla las decisiones en el Congreso local esté retrasando o de plano negando la aprobación de cuentas públicas de muchos presidentes municipales del PRI.

En tono de victimización, dijo que, a diferencia de las bancadas del PAN y sus aliados en la LIX Legislatura local, los priístas sí han apoyado las cuentas de sus alcaldes.

Claro, no dijo que el Grupo Legislativo del tricolor tiene apenas siete votos y da igual si respalda o no a los ediles morenovallistas.

Vinieron más reclamaciones: que no están bajando los recursos etiquetados por los diputados federales poblanos del PRI para municipios priístas.

De eso culpan a la administración estatal.

Jorge Estefan se apropió incluso de frases de Tony Gali, con quien ya no tiene la buena relación del pasado.

Reminiscencias de la elección.

Dijo que la elección ya pasó, pero eso no significa que el PRI “va a dejar de ser oposición” o callar “lo que está mal“.

Pero vino el revire de Moreno Valle a la victimización que hicieron de sí mismos los priístas.

El mandatario en funciones reprochó que muchos delegados federales no colaboren con el gobierno del estado e incluso obstaculicen algunos programas por revancha electoral.

En la mente de más de uno pasó, seguramente, la Delegación en Puebla de la SEDATU, que mal administra Rodrigo Lazano y que funciona como casa alterna de campaña para 2018 del subsecretario del ramo, el corrupto y millonario Juan Carlos Lastiri Quirós.

Luego de los momentos incómodos y de la cascada de reproches de ambos lados, los rostros desencajados comenzaron a recomponerse cuando se abordó de lleno el análisis del PEF.

El acuerdo final fue que habrá que hacer a un lado las diferencias, al menos “temporalmente”, para que la entidad obtenga más recursos.

Antes de todo eso hubo un encuentro privado –privadísimo- entre solamente tres personas: Moreno Valle, Gali y Estefan.

De lo que ahí se dijo nada se sabe, pero no es imposible pensar que durante el mismo pudieron darse algunos “acuerdos” que no pueden ser públicos.

Los tres participantes son los únicos que los conocen.

No sería la primera ni la última vez entre ellos.

Hay toda una historia política y personal que los vincula.

gar_pro@hotmail.com

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