RIVERA Y OCEJO, EL CASO DE CÓMO DESAPARECER 500 MDP, RECIBIR UN PREMIO Y NO TERMINAR (AÚN) EN LA CÁRCEL

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Eduardo Rivera Pérez, el impoluto cabecilla de un bien organizado grupo de ex funcionarios, gastó en su administración como alcalde de Puebla capital (2011-2013) la desorbitante cantidad de 500 millones de pesos de todos los poblanos en un sistema digital, Plataforma SAP (Sistemas, Aplicaciones y Producto), para cuyos objetivos nunca se utilizóresultó inservible.

A pesar de ello, recibió el reconocimiento “Ciudad Digital, SAP Urban Matters” por parte de la empresa con la que contrató el servicio y, con todo y esto, no ha sido llamado a cuentas por este tema en particular, en cuya trama participó como protagonista y cómplice su secretario de Administración, Íñigo Ocejo Rojo, el mismo que de lo inmaterial, con el cobijo de su amigo y entonces alcalde, en solamente tres años consiguió amasar una fortuna.

Por si lo anterior no es de sí ya suficientemente fraudulento y sospechoso, en este caso además hay ligas, a través de funcionarios clave, entre las administraciones del panista, la priísta -ex alcaldesa capitalina y candidata derrotada a la gubernatura- Blanca Alcalá Ruiz, y hasta con el mismísimo marinismo.

Vayamos por partes.

Durante su gestión, Rivera implementó la Plataforma de SAP, que se supone pondría a la ciudad a la vanguardia en tecnología, a los niveles de Singapur, Boston o Berlín.

Eso presumían.

Se buscaba con ésta innovar en materia de “normativas contables gubernamentales, optimizar los procesos y evitar retrasos en trámites y procesamiento de información para los ciudadanos”.

De acuerdo con un análisis en poder de este reportero, este sistema nunca funcionó o no se ocupó.

Se aspiró a prestar a los poblanos servicios digitales para 322 trámites en 16 dependencias, con la meta de generar 750 mil contactos anuales entre ciudadanos y gobierno, a través de una Plataforma Integral de Trámites y Servicios.

Se supone que darían información, recibirían pagos y generarían una “armonización contable”, entre muchos otros usos.

También se creó y se presentó con bombo y platillo una aplicación para reportes ciudadanos, que nunca se ocupó.

Nada funcionó.

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Aún así, el honrado Lalo Rivera recibió un reconocimiento de la empresa alemana SAP, por ser “la primera ciudad digital del país”.

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Una simulación redondita.

Un fraude monumental.

Un daño al erario de 500 millones de pesos.

Uno de los operadores clave en esta Plataforma SAP fue Héctor Barragán Sánchez, quien tuvo el cargo de jefe de Ingeniería en Aplicaciones con Rivera.

Coincidentemente, él también fue funcionario en la administración que encabezó la priísta Blanca Alcalá Ruiz, como “project leader”.

Antes, fue director de informática del Instituto para la Asistencia Pública del Estado de Puebla (IAPEP), durante seis años y un mes, entre agosto de 2003 y agosto de 2009.

La mayor parte en el gobierno de Mario Marín Torres.

A su paso por el ayuntamiento que presidió Alcalá (2009-2011), Barragán Sánchez también “vendió proyectos como consultor”, a pesar de estar también en la nómina como funcionario.

Fue servidor público y proveedor.

Fue juez y parte.

En aquellos tiempos del marinismo, Barragán fue coordinador del programa “ITIL Puebla”, que buscaba mejorar la prestación de servicios relacionados con las Tecnologías de Información y Comunicaciones (TIC).

Luego, repitió la dosis en la administración de Alcalá, al implementar sistemas análogos.

Tampoco funcionaron o no cumplieron las metas, por lo que hubo observaciones del nuevo Cabildo por estas anomalías.

Convenientemente, a pesar de que, como muchos otros ex funcionarios, Héctor Barragán estaba emplazado para comparecer, Lalo Rivera no lo llamó.

Es más, luego lo recontrató.

Tras su cargo y su involucramiento en la Plataforma SAP que costó 500 millones de pesos que resultaron dinero malgastado o robado, Barragán regresó a sus orígenes priístas y respaldó a Alcalá Ruiz en su campaña.

Fue el “operador digital” en la desastrosa campaña de la senadora.

De hecho, hoy mismo, es un activo detractor en redes sociales del morenovallismo, de Tony Gali y del mismo PAN, a pesar de que trabajó hace tan poco tiempo en una administración panista.

Las ligas y la operación de la onerosa Plataforma SAP de 500 millones de pesos tienen como responsables directos a Eduardo Rivera y a Íñigo Ocejo.

Sin embargo, la red involucra más operadores.

Este caso no está mostrando anomalías pequeñas, de esas que se pueden subsanar con un documento o una explicación.

Se trata de medio millar de millones de pesos de los poblanos que se fueron a la basura o a un lugar peor.

El tufo de corrupción es intenso.

Las dudas son enormes.

Las conexiones Rivera-Alcalá-Marín, con Héctor Barragán como hilo conductor, están a la vista.

¿Seguirá Lalo Rivera tirándose al piso?

¿El ex alcalde y tal vez coordinador de la campaña de Josefina Vázquez Mota a la gubernatura del Estado de México seguirá diciendo que no hay nada que perseguir?

Ahí están los datos.

¿Dónde están las manos limpias?

gar_pro@hotmail.com

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