PUEBLA: APUNTES, VARIABLES Y ESCENARIOS RUMBO A LA ELECCIÓN DEL 2 DE JUNIO DE 2019

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Las elecciones federales del pasado 2 de julio tuvieron una participación histórica del 63% del electorado y Andrés Manuel López Obrador fue electo presidente constitucional con el 53% de la votación total. El Partido Movimiento de Regeneración Nacional también logró por primera vez en muchos años una mayoría en el Congreso de la Unión y el Senado de la República, lo mismo que algunas entidades, como Tabasco, Chiapas, Veracruz y Morelos, además de la Ciudad de México y un número importante de legislaturas locales, en donde la mayoría la tiene MORENA. En Puebla, AMLO obtuvo una votación del 56% de los electores y el candidato a la gubernatura, Luis Miguel Barbosa Huerta, logró 34%.

En el caso de la gubernatura poblana, las denuncias de haber sido una elección a modo y manipulada por el gobierno para favorecer al PAN y su candidata, Martha Erika Alonso, provocaron una oposición legal por parte del candidato de MORENA, quien las impugnó ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), situación que generó un largo conflicto poselectoral por la validez de las elecciones y que finalizó con una resolución inapelable en beneficio de la candidata de Acción Nacional.

Ante eso, diversos actores nacionales y locales de MORENA hicieron pronunciamientos y anunciaron diversas acciones políticas de resistencia; sin embargo, los trágicos acontecimientos del 24 de diciembre del año pasado, en donde perdieron la vida el senador Rafael Moreno Valle y su esposa, la gobernadora Martha Erika Alonso, cambiaron por completo el escenario local y se inició toda una serie de cambios legales y políticos, una verdadera revolución que nadie, absolutamente nadie pudo haber previsto.

Por ejemplo, el Congreso local, el pasado 21 de enero, tuvo que procesar y nombrar al gobernador interino, que fue electo por unanimidad por 40 votos a favor y una abstención, en favor del abogado Guillermo Pacheco Pulido.

Ahora bien, para el mes de junio habrá un proceso electoral extraordinario, con la ejecución directa del INE, que, ante la petición de MORENA y el PAN, atrajo dichos comicios y ha hecho a un lado a los órganos locales, por carecer de credibilidad.

Actualmente, ante los números que claramente favorecen a MORENA, luce más interesante la contienda interna en ese partido por la candidatura entre Luis Miguel Barbosa, Alejandro Armenta y Nancy de la Sierra, que la batalla constitucional que se avecina, en la cual, aparentemente, ni el PAN ni el PRI, que irán solos, tendrán nada que hacer.

La decisión en MORENA puede recaer de nueva cuenta en la figura de Barbosa Huerta, por muchas razones políticas y además por el peso de Yeidkol Polevnsky como dirigente de dicho partido. No se puede olvidar que ambos se conocen desde el PRD, cuando fueron parte de la corriente de “Los Chuchos”; en esos tiempos Polevnsky perdió la gubernatura del estado de México y luego la hicieron senadora.

Al interior de dicho partido, Barbosa Huerta cuenta con el apoyo del coordinador de los diputados locales y del propio delegado local, Mario Bracamonte. Sin descartar a todo el gruperío y los llamados grupos sociales de Puebla que se han pronunciado por él en una auténtica cargada que recuerda, y mucho, a los mejores y muy dorados tiempos del PRI.

Desde ahora todos se suman, porque nadie quiere perder la oportunidad política de seguir en el juego político para el 2021. Estar con Barbosa Huerta y en MORENA, es hoy fundamental para unos y otros, que ambicionan el poder y quieren garantizar sus espacios públicos para seguir creciendo y jugando sus fichas.

Cabe subrayar aquí que la actual presidenta municipal de Puebla, Claudia Rivera Vivanco y sus 77 consejeros estatales del partido que comanda su mamá, han llamado para que el método de selección sea mediante una encuesta interna en donde participen los tres aspirantes. Una situación que la ha confrontado más con el grupo compacto del barbosismo, que no le perdona los deslices y acercamientos que mantuvo con el entonces gobernador Tony Gali Fayad.

Un elemento de peso y fundamental a considerar, será la postura que asumirá Andrés Manuel López Obrador sobre Puebla. Más aún, por la consideración que le tiene al ex senador Barbosa Huerta y por los favores hechos al debilitar al PRD y sus enemigos, los llamados “Chuchos”.

Por su lado, las aspiraciones de Alejandro Armenta Mier, con el apoyo del coordinador de los senadores de MORENA, Ricardo Monreal, tienen que ver más bien con la lucha por ganar terreno en los estados y crear estructuras que le sirvan al zacatecano en la adelantada lucha por la Presidencia de México. Armenta Mier ha dicho que va en serio, pero algunos observadores señalan que presiona con su precandidatura para obligar a Barbosa Huerta a negociar espacios y otros beneficios en el gobierno.

Es decir, no quedarse sin nada en la próxima administración y buscar tener presencia institucional, que le permita seguir creciendo en beneficio de Monreal.

Sobre el Partido Acción Nacional (PAN), dicho instituto partidario ha quedado fraccionado y debilitado después de la pérdida del senador Rafael Moreno Valle y la gobernadora Martha Erika Alonso, quienes fueron los jefes políticos de dicho grupo del panismo poblano.

Ahora son varios de sus grupos quienes se disputan el espacio vacío: los aún morenovallistas; el grupo del exgobernador Tony Gali; los panistas tradicionales (yunquistas) y algunos cuadros regionales.

De sus aspirantes se puede afirmar que se han quedado sin candidaturas fuertes y competitivas, que les garanticen el triunfo. El ex alcalde de Puebla Luis Banck Serrato, se ha descartado públicamente; el grupo de Gali ya dijo que no va a participar y los yunquistas buscan quedarse con la candidatura para poder volver a reagruparse y recuperar el partido, o lo que queda del mismo.

Eduardo Rivera Pérez está midiendo los escenarios políticos, para poder definir su participación. Tal vez sea una de las cartas con más presentación que tenga el PAN local.

Marko Cortés Mendoza, su dirigente nacional, tiene más interés en Baja California Sur, que en apoyar Puebla; esto significa que las prerrogativas económicas serán para ese estado y los panistas poblanos solo recibirán lo
necesario para la campaña electoral.

A lo anterior se suman los enfrentamientos de la dirigente local, Genoveva Huerta, con algunos de sus diputados y con otros grupos de panistas. Mientras más se fracturen, sus condiciones para volver a ganar se alejan
más y más.

En el caso del PRI, con su última votación obtenida a nivel nacional y local, lo hace ser un partido testimonial y en crisis permanente en Puebla.

La situación interna que viven y la presencia del llamado “marinismo”, los convierte en un partido en constante confrontación, debilitado y sin opción de gobierno.

Sigue pesando el sentir social de los ciudadanos, que lo rechazan por todo lo que ha pasado en el país.

Hablan de volver a repetir con Enrique Doger Guerrero, otros afirman que será Ricardo Urzúa, quien tiene el visto bueno nacional. La ex alcaldesa Blanca Alcalá Ruiz se ha desmarcado, y al parecer solo queda Alberto Jiménez Merino, un marinista a toda prueba pero poco conocido y con nulo potencial de voto.

Sin embargo, nadie tiene posibilidad alguna de ganar las elecciones extraordinarias, a pesar de que el gobernador interino tenga su militancia en el PRI.

La presencia del priismo será anecdótica y solo les quedará evitar su caída en las votaciones de junio próximo.

Los priistas poblanos pasan por uno de sus ciclos más complejos en su historia reciente. Perdieron la Presidencia y varios estados de la República, su hegemonía ha dejado de funcionar y ante la falta de recursos económicos, pueden ir desapareciendo de manera gradual… o terminar aliándose –formalmente o de facto- con MORENA como ya ha venido ocurriendo en algunos estados, como Puebla precisamente.

VARIABLES

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ESCENARIOS

1.ESCENARIO UTOPICO: Luis Miguel Barbosa Huerta es el candidato de MORENA. Gana la gubernatura extraordinaria por más de 10 puntos respecto el candidato del PAN.

2. ESCENARIO FACTIBLE: El candidato de MORENA gana por 5 puntos porcentuales, respecto al candidato del PAN.

3.ESCENARIO TENDENCIAL: El candidato de MORENA gana la gubernatura del estado en una elección muy reñida, con pocos puntos porcentuales respecto del candidato panista.

4. ESCENARIO TRÁGICO: El PAN logra mantener la gubernatura de Puebla, por pocos puntos porcentuales respecto el candidato de MORENA.

PROSPECTIVA

En un escenario hipotético, esto sucedería:

Barbosa Huerta gana, aunque no con una votación muy amplia, como se esperaba; el PAN queda en segundo lugar y reconoce el triunfo de Morena y el PRI, junto con demás partidos, aceptan el resultado.

El INE se fortalece, llevando a cabo un proceso electoral transparente, equitativo y legal, evitando las protestas o conflictos poselectorales.

Al interior de MORENA se empiezan a reconformar sus grupos políticos y se disputan los espacios públicos en el nuevo gobierno; pasan a controlar dicho partido y se fortalecen con miras al 2021.

Andrés Manuel López Obrador, como Presidente, tiene en sus manos el control del corredor sur –sureste, para consolidar sus proyectos de desarrollo y políticos en el país y preparar el terreno para la próxima elección.

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Como diría el clásico: ¿será?

gar_pro@hotmail.com

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