El Informante (Génesis del nuevo Presidente del IEE)

farmando

Nadie puede dudar que el gobernador Rafael Moreno Valle es un hombre agradecido.

De él dirán lo que sea, pero la ingratitud es sencillamente algo que no se le da.

Una fuente que conoce las entrañas del grupo en el poder, cuenta el verdadero mérito de Armando Guerrero Ramírez.

El mismo individuo que ha reconocido ser un completo y total ignorante del tema electoral y que, pese a ello, Casa Puebla impuso como consejero presidente del Instituto Electoral del Estado.

Abogado, egresado de la BUAP, con casi 20 años de experiencia en el sector bancario, el personaje tuvo un papel muy –pero muy- especial durante la campaña del entonces candidato a la gubernatura de la coalición Compromiso por Puebla, en 2010.

Al frente del Corporativo de Servicios Jurídicos, con estupendas –eso sí- relaciones con agentes del Ministerio Público, se distinguió por proporcionar información confidencial del ámbito judicial.

Por ejemplo, los listados actualizados de las órdenes de aprehensión que la Procuraduría General de Justicia se disponía a ejecutar.

Eran tiempos de guerra, como se recordará, y en el morenovallismo se temía que Mario Marín diera un manotazo de los que acostumbraba acalambrando a alguno de los operadores del hoy gobernador.

Armando Guerrero Ramírez era El Informante.

Es decir, el contacto, discreto y confiable, que les daba santo y seña de tan delicado tema, aprovechando su actividad profesional y sus buenas, buenísimas, relaciones como consultor bancario a cargo del cobro de cartera vencida.

En una ocasión, en medio de una de las semanas más difíciles de la lucha por la gubernatura, pasó el “pitazo” de que la PGJ estaba por aprehender a uno de los más importantes integrantes de la burbuja morenovallista.

Enterado de lo que se avecinaba, el afectado, quien hoy es un importante secretario del gabinete estatal, tuvo que salir literalmente huyendo del cuartel general de la campaña (el hotel Presidente Intercontinental), escondido en el asiento trasero de una camioneta Hummer de color negro y “disfrazado” con gorra y lentes para tratar de ocultar su identidad, con rumbo al Distrito Federal.

Naturalmente, el nerviosismo cundió en el equipo: era la señal que tanto esperaban: el inescrupuloso Marín se iba a fondo, sin importar consecuencias, con tal de mantener el poder a través de su “delfín”, el priísta Javier López Zavala.

Un día después, empero, se logró saber que no había tal orden de aprehensión en contra de ningún morenovallista.

Y es que se trataba de un homónimo.

La información proporcionada por el abogado no fue confirmada ni cotejada; en la prisa y el desconcierto, se dio por cierta.

No pasó a mayores. Como tampoco la ocasión que ocurrió exactamente lo mismo con otro importante morenovallista, el actual coordinador de Administración y Finanzas de la Secretaría de Salud, Gabriel González Cossío. Sólo el susto.

Armando Guerrero Ramírez se la jugó con todo con el actual huésped de Casa Puebla. Corrió riesgos y mostró lealtad a la causa, en las malas y en las peores.

Y tan formó parte del equipo que estuvo presente –y hay fotos que así lo documentan- en la comida que se organizó en el salón Country Club de San Manuel el día que Rafael Moreno Valle recibió en el IEE la constancia que lo acreditó como gobernador electo de Puebla, compartiendo mesa principal con los miembros de la burbuja.

Al inicio del sexenio, como premio, se le nombró director del Instituto para la Productividad Competitividad de la Secretaría de Competitividad, Trabajo y Desarrollo Económico.

Pero en el álgido y complicado proceso de renovación del Consejo General del Instituto Electoral del Estado, y ante la falta de cartas propias con las cuales poder jugar, su nombre saltó en la mesa de análisis y, más tarde, en la de las decisiones.

Su perfil encajó con lo que el dueño del poder buscaba: cercano, leal, con cara de decente y –sobre todo- obediente.

Lo de menos fue –es- que no conozca cuántos distritos electorales locales tiene la entidad ni qué artículos del Código regulan las precampañas.

De cualquier forma, él no tomará las decisiones.

Sólo se encargará de aterrizar instrucciones, órdenes, líneas, disposiciones de quien sí, hay que repetirlo y reconocerlo, es un hombre agradecido.

gar_pro@hotmail.com

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