Será este martes a las 10.30 horas, en la 5 Poniente 122, cuando Enrique Agüera Ibáñez acuda a registrarse oficialmente como aspirante único –y tal vez de unidad- a la candidatura del PRI a la alcaldía de Puebla.
El ex rector de la BUAP llegará acompañado de liderazgos priístas, de representantes de asociaciones civiles y de nutridos grupos de militantes, luego que en los últimos días logró, mediante un intenso cabildeo, la declinación a su favor por parte de sus rivales en la contienda interna: Pepe Chedraui, Víctor Giorgana, Víctor Gabriel Chedraui y Óscar Aguilar.
El caso de Enrique Doger, el más renuente a aceptar la postulación de su tocayo, seguía recibiendo un tratamiento especial; el ex rector, ex alcalde y ex diputado local y Agüera se reunirían en la noche de este lunes 1 de abril, en un lugar tan discreto como privado, para tratar de llegar a un acuerdo, imposible hasta hace unos días dado el nivel de beligerancia mostrado por ambas partes.
Aunque la línea seguía siendo muy delgada, en la mesa se pondrían algunos espacios (una delegación federal, una regiduría, al menos una secretaría en un probable gobierno agüerista) a cambio del compromiso medible y verificable de que el grupo de Doger se sumará sin dobles juegos al virtual candidato.
Si hay arreglo eso se verá la misma mañana de este martes durante el acto de registro en el PRI municipal; lo mismo si el encuentro fracasó. La presencia o ausencia en el mismo del secretario general del Comité Municipal, Iván Galindo, alfil de Doger, será la señal más clara de ello.
(Por cierto, el tema de Galindo no es cualquiera, pues este personaje se convertiría, por prelación, en dirigente del PRI en la ciudad de Puebla en caso de que Claudia Hernández abandone esta posición para buscar llegar al Congreso del estado. En manos de Galindo, es decir, del dogerismo, estaría la estructura –poca o mucha- del PRI capitalino, con todo lo que ello implicaría –para bien o para mal- alrededor de la campaña agüerista).
Por lo pronto, este mismo lunes Pepe Chedraui hizo explícito el apoyo a Agüera que ya había manifestado a través de su cuenta de Twitter en días pasados.
Durante una rueda de prensa, el empresario oficializó su declinación y al mismo tiempo no descartó buscar una diputación por alguno de los distritos de Puebla capital; de ser así, lo hará por la vía uninominal, pues ir como plurinominal, es decir, en la cómoda, sería confirmar lo que tanto pregonaron sus enemigos en el sentido de que su único activo político es su publicitada amistad con el presidente Enrique Peña Nieto.
Hay que decir que la jornada previa al Gran Día de Agüera también estuvo bastante agitada en materia de golpes bajos y descalificaciones.
Y es que una serie de mantas en las que aparece junto con el ex gobernador Mario Marín fue colocada en puentes peatonales de la ciudad, con la leyenda: “¡Felicidades compadre!”, recordando la existencia de ese fuerte lazo entre el góber precioso y el ex rector de la máxima casa de estudios.
Por supuesto, tan solo una pequeña muestra de lo que se verá durante la campaña, a menos que en los próximos días –como empieza a trascender en círculos de poder- se llegue a un Pacto de No Agresión entre Agüera y ya saben quien, durante una muy probable, y muy solicitada, reunión en fecha y lugar por determinar.
¿Voy bien o me equivoco?