EL DOBLE JUEGO DE ANTORCHA CAMPESINA EN PUEBLA

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Antorcha Campesina tiene un doble juego en este proceso electoral en Puebla, un juego que al final de cuentas le hará quedar mal con el Partido Revolucionario Institucional (PRI), en el que supuestamente milita y que detenta el poder federal, y también con el morenovallismo, al que le debe dos diputaciones federales y la generosidad de no haber llevado a algunos de sus líderes ante los tribunales, por opacidad en la aplicación de recursos públicos o burda –e impune- invasión de terrenos privados.

Visto así, el también llamado Movimiento Antorchista (MA), con sus ramificaciones: Popular, Campesina y Magisterial, no es útil ni para una ni para otra causa y se anula a sí mismo por los compromisos y bretes que trae a cuestas.

Los antorchistas, organización con mala fama y muchos militantes y recursos materiales y económicos, le deben lealtad al gobernador Rafael Moreno Valle, al tricolor, al presidente Enrique Peña Nieto y a muchos de los integrantes de su gabinete.

Mientras a algunos les jura amor, con otros pelea o simula estar en discrepancia y hasta hace marchas por igual contra tirios que contra troyanos, pero al final todo encuentra arreglo, cuadratura, cifras y componendas, ante una mesa de café o una comilona.

Para el caso de Puebla, los alrededor de 100 mil potenciales votantes que dice tener Antorcha en todo el estado, tendrán lo mismo cariño en las urnas para Blanca Alcalá, que para Tony Gali.

Es previsible que, ante sus compromisos con los dos bandos, haya un voto corporativo calculadamente diferenciado. En el interior de la entidad –la Mixteca especialmente- para Alcalá y en las colonias pobres que controla en la capital, para Gali.

Sin embargo, al movimiento le está resultando muy complicado ocultar su comportamiento bifurcado, bipolar, de doble moral política.

Y es que mientras los líderes visibles, todos ellos de la familia del patriarca, Aquiles Córdova Morán, hermanas, sobrinos, primos y cuñados, prometen respaldo a Blanca Alcalá, la tropa se queja de “ataques mediáticos” orquestados por el PRI.

Antorcha cae en la contradicción de desdeñar, en declaraciones de prensa, al abanderado aliancista, Tony Gali, y por otro lado lo apapachan en actos públicos, como la inauguración de la Espartaqueada -el 30 de enero en Tecomatlán, cuna del movimiento-, y hasta permitir que vehículos oficiales, de municipios que gobierna, como Huitzilan de Serdán, repartan publicidad del ex alcalde capitalino.

Este último caso quedó asentado y evidenciado con pruebas documentales, en la narrativa de hechos de la Policía Municipal de Ixtepec, que circuló este jueves en medios, en específico en el portal www.municipiospuebla.mx:

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La simulación del antorchismo, de sus cabezas y de su tropa está a la vista, es inocultable.

Hace un par de días, el eficiente y nutrido equipo de redes sociales del Movimiento Antorchista llegó en apenas unas horas a los más de 100 mil impactos con la denuncia #AltoALaAgresionMediatica, de la que responsabiliza al PRI, y con la que Antorcha se victimiza y prepara la justificación retórica para el comportamiento ambivalente que tendrá su militancia en las urnas el próximo 5 de junio.

En paralelo, decenas de líderes estatales del MA por todo el país escribieron artículos, en sus medios afines, para acusar a periodistas poblanos específicos de atacarlos “por órdenes de priístas”, algo más falso que un billete de 100 mil pesos.

Siembran encono y linchan a muchos compañeros de la prensa, algunos que ni vela en el entierro tienen, en una peligrosa campaña de odio.

Pero todo obedece a los bretes y la simulación en que se ha enredado Antorcha Campesina y que por fin ha quedado a la vista.

Al morenovallismo le deben las diputaciones de los distritos 13 de Atlixco, que ocupa el líder estatal del MA, Juan Celis, y el 16, con cabecera en Ajalpan, cuya representante es Edith Villa.

La primera curul se supone es cuota del Partido Verde y la segunda del PRI, pero la verdad es que sin el respaldo del morenovallismo, los dos antorchistas hubieran sido barridos en las urnas por el PAN y el Partido Nueva Alianza, respectivamente.

Asimismo, como ha sido documentado, el actual gobierno estatal fue más que generoso a su llegada al poder con el antorchismo e incluso le dio oportunidad a que limpiara sus cuentas por el uso de recursos públicos, que aplicaron con anomalías en el sexenio marinista.

En tanto, al PRI y al gobierno federal, los antorchistas les deben el respaldo para que puedan bajar cientos de millones de pesos, supuestamente para el combate a la pobreza y obras, en donde gobiernan o tienen intereses, además de candidaturas y triunfos en alcaldías en Puebla y el país entero.

Sí. Aunque les duela y acusen un “linchamiento mediático”, Antorcha Campesina está inmersa en la complicación del doble juego, de la doble moral, de la simulación, de la infidelidad política.

Y como la CTM y otras organizaciones afines al PRI, juega con Dios y con el diablo, pero no fracasará el 5 de junio. Porque Aquiles Córdova Morán, ese viejo lobo de mar de colmillos retorcidos, nunca, pero nunca se equivoca, y hasta cuando pierde, gana.

gar_pro@hotmail.com

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