TODOS TRAS LA DIRIGENCIA ESTATAL DEL PRI

PRI

En el Partido Revolucionario Institucional (PRI), todos, en mayor o menor medida, con más o con menos posibilidad, sienten que en el mediano plazo sacarán de la presidencia estatal a Jorge Estefan Chidiac. La estrategia es dejar pasar los comicios de mediados de año en Coahuila, Nayarit, Estado de México y Veracruz, para entonces exigir a la dirigencia nacional su cese. Algunos la quieren para ellos y otros simplemente pretenden deshacerse de él, para diseñar una especie de “borrón y cuenta nueva” en la vida partidista tras la debacle electoral de 2016.

Aún creen que hay algo que rescatar, a pesar de la crisis que se agrava.

En medio de disputas internas cada vez más agresivas.

Y con la fuga cada vez más frecuente de operadores y militantes, principalmente a Movimiento Regeneración Nacional (Morena) y al morenovallismo.

El PRI está en arenas movedizas.

En el tema de la dirigencia, hay varios que se sienten con capacidades y oportunidad.

Así se ve y así lo construye el eterno perdedor Javier López Zavala.

También el delegado de Sedesol, Juan Manuel Vega Rayet, quien obedece al subsecretario de la Sedatu, Juan Carlos Lastiri.

Ciegamente lo respalda en su intención de ser el candidato a la gubernatura en 2018.

Hasta Alberto Jiménez Merino, ex delegado de Sagarpa y hoy desempleado, ha llegado a chantajear a su líder nacional con el cuento de que dejó “todo” por apoyar a Blanca Alcalá y no recibió a cambio nada.

El espinoso tema se complementa con nuevas y públicas disputas.

La semana pasada se atacaron, vía Twitter, como si fueran los peores enemigos, el presunto presidente municipal del priísmo en la capital, el inútil de José Chedraui Budib, y el coordinador de los regidores del tricolor en el estado, el virulento Iván Galindo Castillejo.

El segundo puso en duda la lealtad del primero, por ser socio del Centro Comercial Parque Puebla, obra que encabezó el gobierno estatal.

En su eterna simpleza e incapacidad para la lectura política, Chedraui, quien se supone que es jerárquicamente jefe de Galindo, lo llamó envidioso.

Pero Iván Galindo tuvo mucha razón en que, con el reconocimiento del político-empresario, cuyo único mérito es ser amigo de Peña Nieto, de que tiene participación en ese proyecto, se explican muchas cosas, como su entreguismo y doble lenguaje al morenovallismo.

Poco les faltó para mentarse la madre y retarse a golpes, en el foro que atienden miles de ojos.

En tanto, quien se siente más adelantado para quedarse con el cargo de Jorge Estefan es el ¿ex? marinista Javier López Zavala.

El ex candidato que no ha podido trascender su mala estrella y derrota desde 2010, recorre el estado hablando pestes del hoy diputado federal.

Lo ha retado a que deje la dirigencia o la curul desde la que es vicecoordinador de Asuntos Económicos del Grupo Parlamentario del PRI.

Asegura que no se entrega de lleno a ninguna de esas tareas y con ese argumento lo descalifica.

Y la cereza del pastel se dio hace unos días, cuando los diputados federales poblanos evidenciaron sus disputas y fracturas.

Mientras Jorge Estefan y Víctor Giorgana, coordinador de la bancada poblana, daban una conferencia de prensa para fijar una tibia e infumable crítica al VI Informe de Rafael Moreno Valle, “El Mechacorta” Alejandro Armenta casi se declara candidato independiente en otro encuentro con reporteros.

El ex presidente municipal de Acatzingo se rodeó de supuestos líderes de organizaciones y criticó al mandatario.

Sin cifras y sin datos duros, pero sí con muchas descalificaciones, armó su propia conferencia de prensa.

Armenta desautorizó a su dirigencia estatal y a sus compañeros diputados, con el cuento de que están dando “tregua” y no asumen su papel crítico de oposición.

Hasta se sumó a la inviable solicitud de juicio político contra Moreno Valle y exigió al PRI hacer lo mismo.

Sí, esa que no tiene ninguna posibilidad de prosperar y que, para ganar la nota del día, presentaron la semana pasada ex panistas.

Amagó incluso con salir del tricolor e ir como candidato independiente en el futuro.

Anunció que él es “miembro de la sociedad, antes que del partido”.

Miembro de la sociedad” que, claro, votó a favor del gasolinazo que jodió la vida a la sociedad a la que dice pertenecer.

A esto hay que sumar que el grupo legislativo priísta en el Congreso local, en lugar de criticar al gobernador, hasta le aplaudió de pie al final de la entrega de su informe.

El PRI, como ya hemos anunciado en este espacio, está en arenas movedizas.

Mientras más se mueve, más se hunde.

No hay cómo ayudarlos.

Ellos mismos están colocando los clavos a su ataúd político para 2018.

gar_pro@hotmail.com

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