El mes de enero por lo general es muy difícil para las personas. Se anuncian aumentos en los precios de bienes y servicios, por lo general en línea o superiores al crecimiento del salario mínimo. Pero además comienzan a llegar los estados de cuenta de todos los adeudos que se contrajeron con motivos navideños. Esto necesariamente implica ajustes en el presupuesto familiar, ya sea para enfrentar las deudas contraídas, o bien, por lo menos para buscar mantener el poder adquisitivo.
Quienes llevan sus finanzas personales en orden por lo general pueden salir bien librados. No habrán contraído deudas más allá de su capacidad de pago o de lo que habían presupuestado.
Por el contrario, aquellos que no saben mantener un control sobre su dinero son los que enfrentarán una situación verdaderamente complicada. Lo cual, de nueva cuenta, ilustra la importancia de tener un plan financiero personal.
Cómo empezar
1.- Elabora un balance personal. Éste debe permitirte calcular la magnitud del conflicto. Ningún plan te será efectivo si no sabes exactamente a qué te estás enfrentando.
2.- Abona a las deudas. Destina todos los recursos posibles al pago de tus deudas, pero de una forma inteligente. Obviamente debes pagar siempre el pago mínimo en todos tus créditos para evitar el cobro de intereses moratorios o comisiones relacionadas. Pero cualquier cantidad adicional que puedas aportar destínala a una sola deuda: puede ser a la más cara (aquella que tenga la tasa de interés más elevada, de esta manera ahorras intereses), o bien, a la que debas menos (para quitarte deudas de encima). Una vez que la hayas cubierto, continúa con la siguiente bajo el mismo criterio. Ésta es la forma más inteligente de salir de ellas.
3.- Sustituye préstamos. Si puedes, sustituye tus préstamos por otros que contemplen una tasa de interés menor. Todos sabemos que el crédito más caro es el que otorgan los bancos o las tiendas departamentales a través de las tarjetas de crédito. Por lo tanto, en muchas ocasiones es más sano pactar un préstamo a una tasa de interés menor, que nos permita liquidar a 100% el resto de nuestros adeudos. Existen muchas fuentes de financiamiento que nos permiten lograr lo anterior, como pueden ser:
a) Préstamos familiares. Si algún miembro de tu familia cuenta con la suficiente liquidez, puedes pactar con él un crédito a un plazo y tasa de interés que sea atractivo para ambos.
b) Préstamos en tu empresa. Algunas compañías brindan a sus empleados la facilidad de acceder a créditos con tasas de interés mucho más bajas que las de los bancos.
c) Retiro anticipado de tu fondo de ahorro. Existen mecanismos en muchas empresas que permiten a los empleados realizar retiros anticipados de su fondo de ahorro, siempre que tengan una causa que lo justifique.
d) Créditos que se pueden adquirir en los propios bancos con distintas garantías a tasas de interés menores que las que cobran para tarjeta de crédito.
4.- Pon en práctica tu plan de acción. Elabora sobre la marcha todos los ajustes que sean necesarios. Una vez que hayas logrado salir de deudas, toma en cuenta su experiencia como la mejor motivación para no volver a caer en situaciones similares. No hay nada peor que tropezar de nuevo con la misma piedra: utiliza tu experiencia para que tu futuro sea mejor.
Continúa con el plan financiero que trazaste: el monto que antes usabas para pagar deudas puedes destinarlo al ahorro, primero a construir tu fondo para emergencias y luego para conquistar otras metas. De esta manera, lograrás construir un patrimonio sólido.
Fuente: http://eleconomista.com.mx/finanzas-personales/2012/01/04/como-enfrentar-cuesta-enero